Te lo entregué todo,
tanto lo bueno como lo malo.
Te di mi vida,
mis miedos,
mis mejores sonrisas...
mis lágrimas.
Te entregué mi corazón
¿y tú? ¿qué me entregaste?
Me hiciste pensar que todo era de color rosa.
Me hiciste pensar que el mundo se equivocaba,
que mentían cuando decían que los finales felices no existían...
¿y qué? ¿qué me entregaste?
Me diste ilusión,
felicidad,
emoción,
esperanza,
me diste los mejores días...
esos que nunca olvidaré.
¿Para qué? Dime.
¿Para tomarlos en tus manos y partirlos por la mitad?
¿Qué pretendías dándomelo todo y, de repente, arrancándomelo?
¿Por qué me rompiste el corazón de esta manera?
No tuviste compasión por mis sentimientos.
Te entregué mi espíritu... ¿acaso no te dejé claro que formabas parte de lo más intimo que tenía?
Te entregué mis miedos... ¿acaso no sabías que temía perderte?
Te entregué mis mejores sonrisas... ¿acaso no notaste que tú me hacías la mujer más feliz de este planeta?
Te entregué mis lágrimas...
¡ay si te las entregué...!
Aunque tú no supiste apreciar todo lo bueno que te di... nunca.
¿Acaso apreciarás todo lo que lloro en mi triste y vacía cama?
¿El corazón? Sí, también te lo entregué.
Y te encargaste de romperlo, quemarlo, descuartizarlo, destrozarlo hasta que no quedara nada y así es...
No queda nada de mi corazón.
¿Sabes? Gracias a ti, no siento nada.
Sólo un vacío que me acompaña donde quiera que vaya.
¿Sabes? Gracias a ti, me he dado cuenta, de no entregar más de lo que recibo.
Por eso, guardo mi alma bajo llave... para no perderla como hice con mi corazón.

ESTÁS LEYENDO
Poesía
Poetry«Un sentimiento en su mente se aburría. ¡Basta de tonterías! se decía con hastío, pues yo quiero versar y hacer poesía.»