Un día mirando la noche estrellada,
pasó una estrella fugaz
y me dijo que pidiera un deseo.
Te pedí a ti.
Con tus más y tus miedos,
con tus virtudes y tus defectos.
Te pedí a ti y en ningún momento supe quién eras.
Quizás mi salvavidas, mis alas.
Me hacías volar hasta el quinto cielo
tan solo con pasarme la mano por el pelo
y eso... eso no lo consigue cualquiera.
Algunas veces pienso
que no fue la estrella fugaz quien me concedió el deseo.
A veces imagino que simplemente estaba andando por la calle,
al igual que tú,
y que de todas las personas que había alrededor
me elegiste a mí.
Como yo lo hice contigo.
Quiero pensar que no fue gracias a lo fugaz que fuera esa estrella
sino a la rapidez que tuviste para elegir a la persona
con la que querías vivir una bonita historia.
Sin embargo, de vez en cuando, florecen mis inseguridades.
No sé cómo lo haces.
Apareces por la puerta
y me quitas todos esos temores.
Y eso... eso no lo consigue cualquiera.
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Poesía
Poetry«Un sentimiento en su mente se aburría. ¡Basta de tonterías! se decía con hastío, pues yo quiero versar y hacer poesía.»