Érase una vez, una brujita que dormía al revés.
Posaba su cabeza donde iban los pies.
En la noche, hacía pociones
y por el día, dormía.
Esta brujita era especial,
pues dormía con un ojo abierto,
por si venían a robar,
algunos de sus encantamientos.
Érase una vez,
una brujita que vivía al revés.
Se vestía de gala para dormir
y usaba pijama para vivir.
Su gato era su mayor tesoro.
El animal no pensaba lo mismo...
ya que se alimentaba de comida de loro.
En realidad, ella era más de perro.
Érase una vez,
una brujita que escribía al revés.
El papel era su instrumento
Y en la pluma plasmaba sus pensamientos.
En otra vida
quiso ser poetisa...
Pero todos reusaban leer poesía
en la larga pluma que ella poseía.
Érase una vez,
Una brujita que presumía de su belleza... al revés.
Pues se pintaba los labios con lápiz
y los ojos con carmín.
La brujita intentaba ser feliz... a su manera.
Al revés...
Al derecho...
¡Qué más da!
Así era ella.
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Poesía
Şiir«Un sentimiento en su mente se aburría. ¡Basta de tonterías! se decía con hastío, pues yo quiero versar y hacer poesía.»