Manual para olvidar a Louis Tomlinson ⏩larry au. [Terminada]

¿Harry? (Capítulo inédito)

NOTA: No sé, pero este lo había escrito hace un mes y pues le di los retoques y se me ocurrió publicarlo(? Espero les guste xx

Harry P.O.V.

El cálido sabor del café siempre me anima a tener un día alegre.

Tal vez era porque la cafeína me mantenía despierto y en mis cinco sentidos, dejándome apreciar todo lo que ocurre en el día, normalmente siendo más cosas buenas que malas.

Era alguien normal, que gustaba de disfrutar su café y desayuno inglés en una cafetería normal. Anchor's brothers siempre sería el lugar ideal para disfrutar de una buena mañana, con agradable música, un periódico gratis con la compra de algo de más de diez euros y una atención bastante buena.

-Tu café. - la camarera me sonrió con dulzura. - Espero lo disfrutes, Harry.

-Siempre lo hago, Melanie. - sonreí.

Melanie y yo nos habíamos hecho amigos hace ya un año. Recuerdo bien las veces que trató de coquetear conmigo cuando venía aquí a desayunar antes de ir al trabajo los primeros días, hasta que un día le dije que era gay y el rollo, mágicamente, acabó. Al otro día, trajo dos cafés en vez de uno y con el líquido extra se sentó frente mío y me dijo directamente "Los hombres son complicados, ¿verdad?" Y soltó la historia de un ex novio que tuvo. Primero quedé perplejo, anonadado, con mis cejas elevadas formando una expresión de no entender absolutamente lo que estaba pasando, hasta que se me dio por seguirla escuchando sin nada más que hacer, totalmente de acuerdo con cada cosa que ella decía y expresaba.

Creo que sí era cierto lo de que las mujeres y los hombres homosexuales o bisexuales se llevaban bien.

Y, sí, desde esa mañana ambos conectamos de una forma sugestiva. Era grato compartir charlas tanto dentro del café y fuera de esta, feliz de que siempre tengamos algo que decir. Recuerdo un día en que nos juntamos con todos los chicos y Melanie se llevó bastante bien con ellos y viceversa. Es más, tiene algún tipo de rollo con Niall.

Abrí el periódico y mis ojos bajaron con tranquilidad por las columnas de noticias, tomando acompasadamente mi café. La campana de la puerta fue tocada cuando alguien abrió esta, no le di importancia alguna, así que seguí con lo mío. Miré mi reloj para verificar la hora, alarmándome un poco a ver que se me hacia tarde para el trabajo.

-¡Melanie! - llamé, tomando mi maletín junto al periódico de la mesa, enrollándolo para que sea más cómodo llevarlo.

-¿Qué sucede? - habló mientras se acercaba, con algunos pedidos e la bandeja que sostenía con ambas manos.

-¿Puedes poner mi café para llevar? Se me hace tarde para tomar el tren.

-Claro - dijo, sonriéndome mientras tomaba mi taza. - no hay problema alguno.

Le agradecí con una sonrisa, colocándome el abrigo que colgaba de mi silla. El frio avanzaba más cada día que pasaba, helándome los huesos cada vez que salía de casa. Gracias a Dios, mi turno en la escuela era en el quinto periodo, casi terminando, solo que debía igualmente despertarme algo temprano para ir en tren.

-¿Mami?

La voz de una niña captó mi atención de repente, girando por inercia mi cabeza en busca de la pequeña y su angelical voz. Efectivamente, era una niña pequeña, de no más de siete u ocho años, tal vez un poco más, sentada frente a su madre. Esta bajó el periódico y subió su mirada a la de su hija, sonriéndole con dulzura. Comenzó a nevar.

-¿Si, pequeña?

-¿Cómo supiste que querías mucho a mamá? - la madre rió con ternura.

Oh, nunca había tenido la oportunidad de conocer a una pareja de mujeres con una hija. Sonreí, siempre me gustaron las familias.