Conclusión: Las relaciones siempre tienen algo bueno que rescatar.(Epílogo)

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Un mes después.

Secondary Younger School. Doncaster, Inglaterra. Actualidad.

Sus ojos escanean a todas las personas que están allí presentes, su sonrisa haciéndose presente. Su orgullo trepando por sus costillas y uniéndose en su pecho para quedarse allí.

Estaba orgulloso de si mismo, y eso es algo que hace un tiempo no pasaba.

Siente una mano en su hombro, su cabeza girando para ver a un chico de reluciente sonrisa mirarlo con felicidad, Harry sonriendo con sus hoyuelos en sus mejillas y pasando un brazo por los hombros y espalda para acercarlo en un amistoso abrazo.

-¿Nervioso?- Marcus pregunta, separándose de Harry e inclinando su cabeza un poco hacia atrás para poder ver a Harry.

-Un poco - Harry tambalea su cabeza, su felicidad aún presente-. Igual, solo tengo que tratar de no caerme en las escaleras cuando deba buscar mi diploma, ¿verdad?

Marcus entonces ríe, dándole la razón al ojiverde. Él le susurra un "suerte" algo alto y lo encuentra caminando cerca de sus padres, su mamá sonriendole y saludándolo con efusividad. Harry le devuelve el saludo, sonriendo de vuelta a la mujer mientras toma su birrete con su mano derecha para que este no vuele por ahí, otra vez.

Recuerda las palabras "Tu y Marcus harían una buena pareja" de parte de Liam, un "Es un buen tipo" de Zayn y un simple "Amigo, tu sabes lo que haces" de Niall cuando les dijo que Marcus lo había besado el día de ayer (seria que, hace un mes cuando este basquetbolista, tenista y genio en matemáticas lo besó, él, al otro día, le había dicho lo que paso.)

Harían una buena pareja, sí, lo bueno sería decir que Harry y Marcus eran pareja pero el rizado no se iba a mentir cuando de sentimientos se trata.

Ambos quedaron como buenos amigos, Marcus con la intención de ser algo más pero nunca haciéndole saber aquello a Harry. Ellos compartían alguna tarde en cines y riendo con Zayn, Liam y Niall, un lindo quinteto. Pero, Harry sigue pensando en que alguien falta allí, falta una risa más en sus reuniones amistosas, un tono de voz distinto, una broma más. Y, lo más gracioso de todo esto, es que Harry sabe quien falta, sabe que la risa de ese alguien es el tipo fuerte y alegre, sabe quien que ese alguien con tono distinto es una persona con voz aguda que es muy aguda para un tono masculino pero grave para uno femenino -es el tono perfecto, piensa-, sabe que esta persona es caracterizada por ser una persona totalmente bromista que siempre esta allí para sacarte una sonrisa verdadera de aquellas que no puedes ni ver porque tus ojos se han jodidamente cerrado debido a que las comisuras de tus labios se acercan tanto a tus párpados que duelen-demonios, Harry recuerda que con solo verlo hacían sus mejillas arder con anticipación. Harry malditamente sabe quien es pero el aún no quiere aceptarlo, y no sabe cuanto faltará para que eso suceda.

Departamento de Louis. Londres, Inglaterra. Actualidad.

Su celular suena como la mierda de fuerte y gruñe, sus ojos abriéndose con molestia y sus pies pateando con furia las latas de cervezas desparramadas que están en su cuarto, luchando por llegar y tomar el maldito aparato electrónico que lo despertó de su sueño. O pesadilla, el siquiera recuerda de que trataba lo que el soñó. Su mano saca los residuos de sus ojos e insulta por lo bajo cuando el ruido se vuelve más irritante.

Cambiaría de tono de llamada, lo juraba.

Sus dedos se deslizan sobre la pantalla para contestar, no pudiendo leer quien llamaba ni que hora era por la intensa luminosidad del aparato tecnológico. Acercó el teléfono a su oído, bostezando.

-¡Louis William Tomlinson!

Nunca, jamás, ni se te ocurra contestarle a tu mamá por el teléfono sin antes haberle pedido perdón, aunque no sepas lo que hiciste.

Manual para olvidar a Louis Tomlinson ⏩larry au. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora