¿Si aprieto el gatillo?

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Ya me encontraba en la entrada de su casa, caminando de un lado a otro nerviosa.

Tocaré el timbre ¿Y si no soy capaz de hacerlo? – Me preguntaba a mí misma-Si lo harás Hae, tú puedes. 

 Mi mano se acercó tímidamente al botón que estaba en el costado derecho de la cerradura y mi dedo índice lo presionó suavemente.

-Ya está hecho-suspiré.

Pasaron 30 segundo de aquel impulso y algo en mi estaba saltando de alegría. Él no debía estar en casa y eso era algo muy bueno. Di la vuelta para marcharme.

-Ya voy-se escuchó en un grito-no te vayas Hae.

-No debías responder estúpido-dije entre dientes.

Un viento frío, totalmente indeseable se encontró con alguien asustada, sin ganas de cumplir su cometido aun que de eso dependiese su vida.

Cuando por fin la puerta que deseaba que estuviera sellada se abrió de improviso, un chico encantador y sin dudar un descuidado, se dirigió donde mi con tan solo un pantalón de buzo, llevaba el pelo mojado que trataba de secar con la toalla y su abdomen, tal vez no tan marcado como otros hombres pero perfecto me dejaba anonadada en la entrada.

-¿Pasaras?-me tomó del brazo y me empujó hacia el interior.
-Ho...hola Rapmon-no podía despegar mis ojos de él. -Ya te había dicho que si quieres una foto tan solo puedes pedirlo

Hasta último minuto era tierno conmigo, me hacía reír y quererlo cada vez más.

Me senté en un gran sofá acolchado y Rap Monster hizo lo mismo que yo. Se acercó de a poco en poco a mí, solo tosí para llamar su atención. 

-¿No te pondrás camiseta?-me aleje un poco.

-Ha... Espera un poco, vuelvo en un minuto- corrió a su habitación.Mire algunos libros que habían en la estantería, unos buenos escritores resaltaban.

-Llegue

-No te tardaste demasiado-volví al sofá.

Ambos nos dimos cuenta de la incómoda situación en que nos encontrábamos. Él ya no volvería a tratar de acercarse porque esa oportunidad se fue y nunca volvería a besarme porque yo me encargaría de desechar esa oportunidad.

-¿quieres algo de tomar?-fue a la cocina estilo americana.

-Si. ¿Podría ser un capuchino? -Si era algo de beber prefería algo con cafeína para despertar.

-Solo tardará un momento.

-Hae-volvió a decir-¿Qué me querías decir?

Y lo recordé. En mi bolso tenía el arma que le quitaría la vida y el me volvía hacer pensar en eso.

-quería saber cómo esta Momo-bu, eso es todo

-Si quieres te lo puedes llevar.

Se volteó para sacar de un mueble el frasco que contenía azúcar. Ahí fue donde vi la oportunidad, el bolso estaba a unos centímetros y decidí tomarlo.

Solo es una persona más. Hay muchas más que podrían reemplazarlo, no es especial y no es alguien famoso.

Tenía ya el arma entre mis dedos, el frío metal azotaba mis pensamientos y producía un incontrolable estremecimiento.

-Ya la sacaste?-pregunto Rap Monster revolviendo aun el café


-¿Qué? Yo ni me he parado-asumí que se refería a un paquete de galletas que se encontraba en la mesa.

Y así comenzó el minuto más terrible de mi vida.

Él se volteó con ambos tazones y yo me paré rápidamente para apuntar con el arma a su cabeza. Todos mis músculos estaban tiesos y me encontraba a punto de apretar ese infernal gatillo.

RAP MONSTER caminó hasta una silla mirándome como siempre, no se encontraba asustado ni menos sorprendido por mí. Me dejo el tazón en la mesa cerca de las galletas y bebió un sorbo del suyo.

-¿No estas asustado?- pregunte algo nerviosa.

Algunas gotas de sudor caían por mi frente.

-No- volvió a tomar un poco más- sabía que vendrías a matarme. No me puedes engañar Hae, al parecer te conozco más que tú a ti misma.

-No puedes saber nada. Tu no me conoces, no conoces por lo que estoy pasando y porque debo hacer esto.- presionaba el duro metal del mango.

-tú debes ser la que no sabes porque me debes matar- dio una pequeña risa.

-No me provoques, yo soy la que tiene el arma aquí.- apreté mis dientes- sé que tu... Tú mataste a mi madre. 

Parece que esto era algo que él no se esperaba. Abrió los ojos y no podía formular ni una palabra, pero sus labios temblaban y eso confirmaba que él me ocultaba algo.

-Sea lo que sea que te hayan dicho no es la verdad

-Tu hiciste mi vida una miserable cosa-le grite- por ti me convertí en un monstruo en busca de la confirmación de su padre.¿Por qué tienes que ser tú? Acaso tenías todo planeado para que me enamorará de ti estúpido? Eres un miserable mil veces peor que...

Me interrumpió al levantarse de la silla, se acercó a mí y me empujó en dirección a la pared. Seguía teniendo el arma fija entre mis manos, pero ya no podía más.

-¿Así que te gusto?- lo dije una vez, no lo volveré a repetir

-Aléjate- una pequeñas lágrimas se querían escapar- No te quiero hacer daño.El agarró el arma y la acercó a su pecho. 

-Dispara-dejo una mano en la pared impidiendo que yo escapara -Si no muero yo serás tú la que lo haga. Es momento de que dejes tus sentimientos de lado por mí y hazlo.

Baje el arma lentamente y mis piernas me fallaron, ya no podía permanecer de pie por más rato así que me deje llevar hasta llegar al suelo.

-Solo eres un maldito-golpee el suelo como una niña de 5 años-te debo disparar y huir, eso es todo el trabajo. Él tiempo curará todo lo que quede de mis sentimientos por ti. Ni heridas habrán-trataba de animarme una vez más para disparar.

Limpie las marcas que habían dejado la lágrimas y me paré de un impulso y lo acorralé yo contra la pared esta vez.

-quiero que me digas porque lo hiciste-acerque el arma a su sien-no te amenazaré con matarte porque sería muy ridículo, pero tengo algo que te dolerá más.

- Si me haces daño seré feliz Hae. 

-No te pensé en hacerte daño a ti- voltee el arma en dirección a mi pecho-Solo quiero que me digas esa estúpida verdad. Sé que esto te dolerá más que si te disparara a ti.

Corto, pero espero que les guste este capítulo. Lamento que me demorara en actualizar :/ es todo por las pruebas de la escuela.Comentes y denle estrellitas...

Recuerden que esta semana nuestro líder esta de cumpleaños (Ramón te amo)<3 12/09/1994 <3

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