¿Creerás en mí?

Nada más que la verdad

POV'S  Rap Monster.

¿Qué estaba haciendo ahora? Todo comenzó a distorsionarse y  tomar un sabor amargo. Yo era el que debía ser apuntado por esa arma, tenía que salvar a la única persona que me importaba. Un dolor en el pecho y el nudo en la garganta impedían que me diera cuenta de todo lo que ocurría.

-¡Hae suelta el arma ahora!-nunca le había gritado y no pensé que sería capaz de hacerlo.

Me acerque a ella para intentar hacer algo, pero parecía que mientras más avanzaba ella se desidia a apretar el gatillo.

-Solo dime la verdad, es lo único que te estoy pidiendo-Se arrodillo en el suelo.

Este era el momento que debía aprovechar, se encontraba distraída. Corrí a su lado y le pude quitar el arma, era un alivio.

-¿Qué haces?- Gritó ella mientras daba unos golpes en mi hombro que aumentaban su intensidad cada vez que una lagrima caía- ¿No vez que era lo único que tenía?

- No es lo único que tienes Hae. Estoy yo aquí, justo al frente tuyo- acaricie su cabello, enredando algunos mechones entre mis dedos- Si te cuento ¿Creerás en mí?

Por fin ella me miró, su rostro lucia brillante y enrojecido por el llanto, pero después de todo seguía siendo tan perfecta como la primera vez que la vi en el parque.

Su silencio me tranquilizaba de alguna forma.No quería contarle como me llegue a meter en este embrollo.

-Te creeré- se levantó y se acomodó en el sofá- Espero que no me mientas Kim Nam Joon, que no se te olvide que soy un sicario.

-¿Me estas amenazando nuevamente?- al parecer no se cansa de hacer eso. Suspiré y le di una sonrisa- Te aseguro que no te mentiré.

-La historia-

Como siempre me encontraba estudiando en el salón de la escuela hasta tarde. Ese mismo día algunos chicos debían limpiar y eso implicaba que hubiese mucho ruido. Las sillas eran arrastradas y el pizarrón sacudido por el borrador.

-Que molesto- cerré el cuaderno y los libros para guardarlos en el bolso.

Las bibliotecas eran un refugio para los chicos como yo, que vivían y se alimentaban de las letras escritas en un cuaderno. Ingrese a una que se encontraba a un par de cuadras de mi escuela y ahí fue cuando la vi, para mí en ese entonces era un ángel caído, de verdad caído porque se tropezó y boto los libros que con tanto cuidado llevaba.

-La ayudo- corrí a socorrer a la mujer.

-Gracias- Su voz era tan dulce como su rostro.

Terminamos de recoger los libros y le ayude a posicionar en los lugares debido.

-Muchas gracias- volvió a dirigirse a mí la mujer- sin tu ayuda no hubiera alcanzado a terminar a la hora.

-No se preocupe-agarré mi bolso que se encontraba en una silla- Creo que me debo ir.

-No, no te vayas- dijo ella algo agitada- Te compraré algo para beber en forma de agradecimiento.

En esos momentos solo podía asentir a tal invitación.

La llegaba a visitar todas las tardes después de escuela y siempre íbamos a comer juntos cuando terminaba sus labores. De alguna forma llegue a entender que me había enamorado de esa mujer, o eso pensaba.

Cuando ella me habló acerca de su vida y su marido pude comprender porque todavía seguía hablando con un niño que tenía algunos años de diferencia con ella, solo me necesitaba para reclutarme en su grupo de asesinos.

-Eres joven y astuto- tomé un sorbo de bebida- Te necesito para protegerme, a mí y a mi hija. Mi esposo también tiene una empresa así y me enteré hace poco que...

-No sé si quiero seguirla escuchando- ella no podía entender que acababa de destruir el mundo del primer amor de un chico- Yo no sirvo para ese tipo de cosas.

- Nam Joon- agarró mi brazo- Sabes, siempre te he visto como el chico ideal para mi hija- Mostró una sonrisa tibia y dolorosa- Mi esposo me ha estado engañando, pero eso no me preocupa, solo necesito que cuides a mi hija de él.

-Lo lamento pero no puedo hacer eso- me levanté de la mesa.

- Te lo ruego-gritó ella- Él solo quiere mi dinero y nada más, mientras mi hija esté viva toda quedara para ella.

De alguna forma en ese momento las palabras no tenían peso, no podía saber que era lo que sucedería.

-Acepto- ella me había convencido- Yo... yo las protegeré.

Ya a mis 13 años me había metido en problemas.

Ella me había planeado una cita con su hija, estaba convencida de que seriamos felices los dos. Me había contado que era un año menor, que era más linda que ella y tenía un carácter bien extrovertido. Me arreglé con un traje y llegue hasta aquel lugar, pero ese mismo día ella había muerto.

Descubrí que todo fue por el dinero, el cual no llego a sus manos porque ahora... ¿Yo lo tenía? Ella estaba protegiendo a su hija, no quería que su destino fueran iguales y yo prometí que la cuidaría.

Escape por años, hasta me aleje de mi familia por esa misma razón, no quería que ellos se vieran involucrados en una guerra de la que yo era parte. Logré evitar mi muerte, hasta ahora.

-Tu padre es muy inteligente Hae- Reí- Mando a que me matara la misma chica a la que debo proteger. No se cómo se enteró de todo esto, pero logró encontrar mi punto débil, TÚ. Sabía que yo me dejaría matar así de fácil y por fin el podría obtener el dinero que tanto anhelaba.

Hae abrió sus labios en busca de alguna respuesta.

-No te puedo dañar porque por ti estoy en todo esto, alguien que no conocía pero debía proteger con mi vida-Suspiré- Tu madre tenía razón, eres mucho más hermosa que ella y sí, me enamoré de una extrovertida Hae.

-¿Por qué dices tonteras? No trates de ocultar tu culpa en mi padre- comenzó a reír nerviosa- Él no mataría a mi madre. ¡No!

-Te dije que no sería fácil de creer. Todo lo que dije es verdad, jamás te mentiría.

-Te creo. Eso es lo peor, puedo creerte- me abrazo y entre sollozos siguió hablando- puedo confiar en ti, pero no en mi padre. Sé hasta dónde podría llegar y eso me aterra.

Había bajado completamente la guardia, por primera vez vi a una Hae frágil y temerosa que se encontraba temblando entre mis brazos.

-Yo me quedaré aquí para ti.

El tema de quien moría por quien ya había finalizado. Debía vivir por ella.

-Ya encontraremos una solución preciosa- le di un beso en sus labios húmedos esperando a que se tranquilizara.

- Rap Monster-se alejó y me observó- me gustas.

Esas dulces palabras que ya nos habíamos dicho y ambos sabíamos que existían.

-También me gustas Hae- besé su frente y nos quedamos así un largo rato.

Un capitulo corto, pero por fin se logró calmar el ambiente entre Hae y Rapmon.Bueno espero que lo disfruten. Voten y comenten, siempre serán bien recibidos.

PD: Publiqué un OneShot de ChanYeol, léanlo y me dicen que opinan ;)