Capítulo 6

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¡¡Vamos a ser papás!!

Cuando ingresó al edificio saludó como de costumbre al guarda de seguridad, luego fue hacia su oficina y desde la puerta asintió hacia la muy curiosa secretaria, luego ingresó a la oficina de Ellis y le encontró bien acompañado, estaba con la modelo castaña de siempre, quien cómodamente se encontraba sobre su regazo restregándosele.

Oficialmente odiaba a esa mujer; era bonita, pero no tan inteligente para darse cuenta de que Ellis no la quería más que para un par de noches, el joven, le suplicó nervioso con la mirada a Marcela para que hiciera algo y ella negó con la cabeza.

¡Le faltan... pelotas!

—Nena... ¿Será que te bajas del regazo de Ellis y te vas necesitamos hablar?—La mujer le observó y rodó los ojos, luego zafó sus manos del cuello de Ellis y le miró de mala manera, recorrió con sus ojos a la socia del muchacho y le dijo:

— ¿Será que alguna vez tocas antes de entrar? Pudimos haber estado desnudos.

— Vamos, Cristina bájate ¿Si?—Pidió Ellis agotado por la insistencia.

— Solo si cenas conmigo—Hizo un puchero como una niña malcriada.

Marcela se dedicó a mirarle con desprecio, además, retó con la mirada a su nuevo—casi— novio y se dio cuenta de nuevo que su mayor problema era ese «No son novios, solo salen y tendrán un b...», le había insistido tanto y ella se había negado en reiteradas oportunidades, por lo que sin duda, no podía exigir.

— Tengo una cena con alguien más importante —La mujer le besó la mejilla y salió de sus piernas.

— Bueno, si te arrepientes sabes mi dirección — Se acomodó la ropa y le dejó otro beso sobre la comisura de los labios, pasó al lado de la mujer y le susurró. —Fue un gusto verte Mariela — Marcela rodó los ojos y fue a tomar asiento, Ellis palmeó sus piernas para que ella se sentaste y negó completamente con la cabeza.

— ¿Qué vas a preparar?

— ¿Qué se te antoja?

— Pollo frito con patatas. — Marcela negó con la cabeza y luego se puso en pie.


— Lomito al horno con verduras al vapor.

— Será... Te amo.

— Nos vemos luego.

La mujer se apresuró en llegar al supermercado y en cuanto lo hizo casi se descompone al ver la carne roja, le provocaron unas fuertes náuseas y un dolor de cabeza inusual, tomó un par de bandejas de pollo y las metió con las patatas, también unas cervezas y unas bebidas naturales.

— ¿Me invitas a la fiesta? — Ella sonrió y saludó a la pelirroja hermana de Ellis, quien estaba acompañada de su madre; la joven mujer se hacía una coleta, entonces Marcela visualizó a un pequeño con el cabello rizado como Ellis y el color rojizo de su abuela o su tía.

— Marcela ¿estás enferma? — Preguntó Vale preocupada.

— Cansada, pero voy a dormir— Respondió.

Las mujeres se despidieron y cada quien siguió con sus compras.

Marcela no tardó en llegar a su departamento y fue directo al baño, desechó todo el vómito que tenía en su boca y luego de enjuagarse tomó las pruebas que había realizado esa mañana.

¡Sería mamá!

Solo esperaba que la reacción de Ellis no fuese exagerada o hiriente, al final tenían un negocio juntos y tendrían a ese bebé que no debía ninguno de los apasionados errores de sus padres. La joven acomodó su habitación, su baño, los limpió un poco y cambió la ropa de cama, luego recogió la salita y finalmente la cocina antes de Marinar el pollo y las papas.

Socio, ¡tendremos un hijo! Completa en DREAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora