Louis, a pesar de ser un chico que no tenía timidez de hablar, no se animaba a hablarle a Harry. Estaba tenso, nervioso, y no sabía que le ocurría. Liam lo notó raro y le dijo
- ¿Te sucede algo?
- No, estoy bien. - dijo Louis poniéndose mas tenso y nervioso, más de lo normal.
Prefirieron dejarlo, que trate de calmarse y ofrecerle una bebida. Había pasado media hora, y entonces fue cuando Harry dio 2 pasos y se acercó a Louis, tratando de iniciar una conversación, algo pobre.
Louis se puso rojo y no entendía porque. No le gustaba que se pararan atrás de él, le daba incómodos escalofríos, pero eso no había ocurrido cuando Harry lo hizo. No entendía que estaba sucediendo, entonces se dio vuelta y escuchó el sonido de la voz grave y profunda que tenía:
- ¡Hola! -dijo Harry sonriendo tímidamente.
- Hola jajaa - dijo el notablemente nervioso.
Luego tuvieron una extensa conversación, llena de risas y algunos momentos silenciosos, bastante incómodos. Y Louis comenzó a creer que Harry era ese tipo de amigo con el que puede confiar profundamente, al que le puede contar todo, y sabe que él iba a estar ahí siempre. Pero aún era pronto para comenzar a pensar en eso. ''Apenas lo conozco, no lo puedo tomar como amigo aún'', decía en su mente.
Había llegado el momento en que todos tenían que volver a sus casas, ya se estaba haciendo algo tarde, y mañana tenían que volver a la academia.
Cuando Louis llegó a su casa, lo primero que escuchó fueron los retos de su padre, obviamente enojado por la hora en que se dignaba a llegar, pero no le hizo caso. Tenía la mente en cualquier lado.
Solo subió a su habitación, y se acostó a dormir. Quedó pensando en todo lo que había ocurrido, se sentía algo ''confundido''...