Te comprás un celular grande, pero te hace falta uno más grande.
Te comprás unas zapatillas, pero te hace falta unos zapatos para salir.
Te compras un short, pero te hace falta una pollera.
Tu novio te dice que te quiere, pero te hace falta que te diga que te ama.
Tu platónico te habló, pero te hace falta que guste de vos.
Siempre es lo mismo, nunca nos conformamos con nada, lo material es lo que importa más. El ser humano por naturaleza nunca está conforme y siempre falta algo para completar el cien por cien. Estamos acostumbrados a que cuando tenemos un poquito de felicidad, buscamos más y más, y no valoramos lo que obtuvimos.
Así mismo, como la felicidad viene, se va, es rápida si no te terminas de acostumbrar a ella, se fue.
Tenemos que aprovecharla, sea material o no. Aprender a valorarla es lo que necesitamos. Muchas personas no tienen nada material, mucho menos conocen la felicidad y así mismo son felices, sabiendo que no lo son. Y nosotros, que lo tenemos todo pero por ser tan conformistas sentimos que necesitamos conocer la felicidad con cosas materiales.
Agradecé que estás viva y por todo lo que tenés. Disfrutá cada minuto, cada segundo siempre que puedas.
