Capitulo 1: Salvación

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Agosto 21 de 2001

Gritos.

Gritos y más gritos, eso era una de las tantas acciones que describían la vida de la pequeña Daniela Duncan. Cansada de tan innumerables lecciones de comportamiento decidió revelarse, una vez más; y una vez más la reprendieron por aquel comportamiento tan grosero.

Sentada en; lo que ella describía como el sofá más grande de toda la tierra, se encontraba ella, con sus adorables y sofisticados padres quienes al parecer mostraban aquella actitud frente a la sociedad. Junto a su menos apreciable rector. Al parecer aquel hombre disfrutaba de aquella escena en donde sus padres como siempre la culpaban a ella pero parecían obviar que aquel hombre, aquel Sr. Augusto. R la provocaba. Pero claro ellos jamás se darían cuenta porque aquel hombre; curiosamente, también poseía una "Doble Personalidad" una que demostraba estando allí, frente a sus padres y otra que se empeñaba en sacar a flote solamente estando con ella, pero al perecer todos a su alrededor padecían de aquella manía extraña, incluso su hermana que con el pasar del tiempo comprendió que lo hacía para ser aclamada ante todo aquel que se le acercase. Incluyéndola a ella.

Volteo a su izquierda, y la vio, su salvación. Tía Alice se encontraba entrando a la casa y ante aquellos gritos se acercó.

- ¿Me estas escuchando jovencita? - Dijo Leonardo, o como exigía que se le llamara, padre- Tienes que entender que ya estas más grande, y tienes que cambiar esa actitud tuya.

- Por Amor a Cristo Daniela, deja de comportante como si fueras una moji...- Fue interrumpida por aquella voz que para ella era la más dulce que hubiera escuchado jamás.

- ¡Basta!, ¡Para Charllotte! ¡Es una niña!-Dijo tía Alice

Daniela no espero otra señal, se levantó del sofá y dio por concluida aquella reprimenda, que para su suerte, Charllotte no apreciaría, corrió hacia las piernas de su tía, y se aferró a ellas como si fueran un salva vidas, y para ella, tan pequeña e inocente, lo eran.

- ¡Tía Alice! ¡Te extrañaba tanto!- grito Daniela, levantando su carita

- Lo se querida, lose. Discúlpame por llegar tan tarde- dijo, y se inclinó para poder abrazarla mientras le besaba la frente

- Sácame de aquí tía... No quiero estar aquí. Por favor- Sollozo la pequeña

- Un momento querida, solo dame un momento- Dijo Alice, y se irguió para poder enfrentar a aquellas bestias que no tenían sentimientos ante aquella, traviesa pero adorable niña.

- ¿ Qué es lo que sucede Leo?- Pregunto

- ¡Alice, que gusto que como siempre estés interrumpiendo los momentos importantes ¡- dijo Charllotte

- ¡Querida hermana, a mí también me alegra verte!-respondió Alice

- Alice, Por favor déjame manejar esto- Exigió Leo, ante aquella voz de súplica, Alice se sintió tentada, pero reacciono, esa era una de sus armas, una de sus estrategias para conseguir lo que quería, y no le entregaría a su pequeña, no lo haría; ella sabía lo tan despreciables y horribles personas que podían ser, y no haría sufrir más tiempo a Daniela.

- Lo lamento Leo, pero creo que yo puedo hacerlo. Si me disculpa Sr.Augusto sus servicios ya no serán requeridos.- Dijo, Alice. Que aunque sabía que se estaba metiendo en la boca del lobo, permaneció firme ante aquel hombre que a sus 33 años aun poseía esa virilidad tan poderosa, Leo era eso, poderoso, y siempre lo hacía saber, de alguna u otra manera.

- ¡¿Me esta despidiendo?!, ¡Usted no puede hacer eso!-dijo aquel hombre que había perdido los estribos con aquel aparente insulto

- ¡Claro que puedo!, de ahora en adelante yo le daré las lecciones a Daniela-dijo Alice

- ¡Jajajaja!, por favor no me hagas reír Hermana, tú no sabes cómo controlar a esa vándalo que escondes tras tus piernas.

Y esa fue la gota que derramo el vaso

- No se te olvide, Charllotte que estás hablando de tu hija, ella no es un aborigen.- Dijo firme, y con más valor del que algún día se había atrevido a demostrar- Sr. Augusto. Sin intensiones de ofender. Puede irse con su poco orgullo y sus lecciones de mierda a otra parte en donde de verdad lo necesiten, si me disculpan tengo que irme.- Alice miro por última vez las expresiones faciales de todos los presentes y se retiro agarrada de la mano de su adorable Daniela.

Daniela no sabía lo que significaba vándalo, aborigen o incluso la palabra mierda, pero estaba feliz de que por fin salió de aquella casa tan despreciable.


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Hola, si yo se que no esta muy buena, pero me gustaría que me regalaran votos, ha y quisiera explicarles que esta novela la estoy escribiendo como un intercambio comunicativo... es decir que no es solo esta narrando lo que piensa el protagonista, que en este caso es Daniela :) ... Sino también el pensamiento y opiniones de los personajes secundarios... y también quisiera comentarles que  algunos capítulos tendrán fechas 1990 o mas atrás... es porque, como les había comentado, no se trata solo de la protagonista... y en esta fecha pues Daniela tiene 6 años... y si, yo se que el nombre Augusto es raro... pero es que escribiendo este capitulo... me acorde de un señor que también tenia doble personalidad... y Bueno, por favor regálenme votos... y comenten nombre extraños... o aquellos que les parezcan extraños. Gracias! ;)



Salvaje Z.M By: Daniela PeraltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora