Arc. 1 Cap. 6: El fantasma de las 9 colas

66 5 1
                                    

 3 días después del horrible suceso del monasterio, Mako, Canna y Drekk continuaban su camino hacia la ciudad mas cercana para encontrar al 17° Shinoriki, pero su animo era bajo y estaban cansados por el viaje.

 Canna: -¡WHAAAAAA! ¡Estoy muy cansada, mi ropa esta sucia, mi cabello enredado, tengo hambre...!-

 Mako: -Deja de quejarte, ya llegaremos a algún lugar como una posada, un hotel o algo por el estilo.-

 Drekk: -Digas lo que digas ella nunca deja de hablar cuando esta incomoda, siempre fue asi de pequeña.-

 Canna: -¡D-Drek, deja de avergonzarme!-

 Mako: -Jajaja, puedo imaginarme como eras de pequeña, jajaja.-

 Canna: -¡C-cállate!-

 Drekk: -Bueno, ya cálmense, ya llegamos a una villa, seguro que hay algún lugar donde podamos descansar.-

 Al llegar a esa pequeña villa que apenas eran 6 o 7 casas 2 pequeñas tiendas y una posada, apenas había gente en la calle, lo único que lograba verse era un hombre anciano sentado en una silla durmiendo. Mako, Canna y Drekk entraron a la posada, pero no encontraron a nadie, así que fuero a hablar con el hombre que estaba sentado en la silla al lado de la puerta de entrada de la posada.

 Canna: -Di-disculpe señor...¡Señor!-

 El hombre, llamado Shimeon, que se sobresalto por el grito, le respondió.

 Shimeon: -¿Que? ¿Que queréis?-

 Canna: -Disculpe buen señor, ¿Podría decirnos donde esta el dueño de la posada?- Dijo ella de forma cortés para no hacer enojar al anciano señor.

 Shimeon: -Si, lo conozco, de hecho, soy yo.-

 Canna: -¡Oh, perfecto, podría darnos una habitación para mi y mis amigos?

 Shimeon: -Claro, pero que te parece si a ellos le damos una habitación y tu y yo tomamos otra ¿Eh, preciosa?-

 Canna bajó la mirada y de un momento al otro cambio su tono de voz por una mucho mas serio y agresivo.

 Canna: -... Solo... Denos la maldita habitación.-

 Shimeon: -Okay, solo era una broma, no te pongas así linda.-

 Canna: -Mejor para usted y para mi que no haga esas bromas...-

 Shimeon la vio con una cara entre extrañada y asustada. Entraron en la posada, Shimeon les dio unas llaves, Drekk pago lo debido, ya que Canna era pobre de ya mucho tiempo y Mako nunca salió preparado de su casa.

 Shimeon: -Aquí tienen su llaves, que pasen buenas noches.-

 Drekk: -gracias, trataremos de no molestar a los otros huéspedes.-

 Shimeon: -¡Jajajaja, ¿huéspedes? ustedes son los únicos locos que se atrevieron a venir aquí desde hace mucho... ¿Siquiera saben por que esta villa sigue siendo así de pequeña?-

 Drekk: -No, ¿que pasa?-

 Shimeon se acerca hacia el hablando mas bajo de lo normal para que nadie escuche, llamando de forma disimulada para que se acerque y escuche.

 Shimeon: -Aquí... Hay un fantasma...-

 Drekk: -¿Eeeeeehhh?-

 Shimeon: -Si, un fantasma de una mujer de cabellos blancos que deambula por este pueblo, en especial por esta posada... Nadie viene aquí por eso.-

 Drekk: -¿Y por que ustedes se quedan?-

 Shimeon: -¿Por que? ¿Por que esta villa es nuestro mundo, no conocemos nada mas halla, aquí tenemos todo lo que necesitamos, fantasma o no, este es nuestro hogar... Pero, oye, no le cuentes a nadie lo que te dije, ¿esta claro?-

Juriki Nikkirama: Lluvia de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora