19: Un adiós sin ser adiós

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Esa noche, Juliana y yo nos unimos más, pero no requiriendo al sexo en sí, sino, la otra muestra de afecto.

...

Todo acabo, el tiempo cumplió su propósito. Hoy es mi último día de juventud y mañana, en un mes más, empezaré una nueva vida. Cómo un universitario y adulto joven con una alma de niño.

Ya tenía mis cosas listas, sólo faltaba despedirme de mis amigos y esperar que mi loca madre me pasase a buscar.

Me siento bien, como si todas las elecciones que he hecho fueran acertadas. Y eso no lo dudo. Elegí volver al campamento porque quería volver a sentir esas sensaciones que sentí la primera vez que llegue: Alegría, juventud y amistad. También, debo ser sincero. Éste campamento me cambio por completo: No debo hacer cosas malas para tener amigos. No debo perseguir a alguien que me hace mal, que me daña. Ellos me ayudaron, me probaron que la amistad llega sola y que hay que divertirse cada día de tu existencia.

El primer abrazo que recibí fue el de Izan, después los locos de Delsin y Austin. 

  — Fue todo un honor conocerte, Jesse — me dijo Delsin —. Espero que algún día nos volvamos a ver.

— Yo también lo espero.

Después llego el de Eleine junto Juliana. Jodie, Kalén y Keiden fueron los últimos. 

Espero algún día recordar todo ésto con una sonrisa en el rostro.

Izan

— ¡Sophie! — Exclamé cuando la vi bajar de su auto. Estaba cada día más preciosa y esa panza, Dios, esa panza...

  — Izan — Sonrió estrechandome entre sus pequeños brazos  — ¡Te extrañé mucho!

  — ¿Pitufa? — dijo Jesse asombrado por su gran panza — Wow, nunca pensé en ver un pitufo con tumor.

— ¡Es embarazo! — Exclamó ella junto una sonrisa.

  — Eso es otra cosa — Dijo Maxinne detrás de ella.

— ¡Max! — exclamó Jesse abrazándola — ¡Creí que nunca te volvería a ver!  

 — Pero paso, ¿no? — dijo.

— Deberías agradecer eso — dijo Sophie.   

Hay momento que la observo y me doy cuenta que no me arrepiento de haberla aceptado como pareja o por haberla embarazado. No siento nada de culpa, sino... es felicidad.

La amo.

 Tome de su mano y camine con ella.

  — Sólo sígueme — le dije.  

Caminamos por el bosque hasta llegar al lago. Observe mi rueda y luego a ella.

  — Querida Sophie. Hoy tengo algo muy importante que decirte.

  — ¿Y eso es?

Me arrodille. 

— Yo sé que soy un idiota, que soy un Avatar sensual que ha follado con su mejor amigo. — El rostro de Sophie palecio — Pero era algo de esperar, ¿no?

— Lo fue — dijo. — Pero... ¿Cómo-?

Tome su mano: — Este día, frente la rueda sagrada te pediré algo — Metí mi mano en mi bolsillo y saque la cajita — ¿Te casarías con éste Avatar?    

Al principio, Sophie sonrió y se cubrió el rostro, para después dejar caer unas lagrimas de alegría. Me levanté y la estreche entre mis brazos.

C.W: La venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora