Punto de vista del Demomio.
Sin querlo yo, le hice una reverencia ante mi superior y más coloso padre. El era ahora de mármol blanco, pero su alma todavía habla y conduce el destino de todos los demnios.
-¿Qué quieres hijo? -me preguntó.
-Quiero ser un demonio. Un demonio de una chica suicida.
-Estás destinado a ser como yo. Te impido que hagas eso.
Sus palabras me hacen daño y me paran este pensamiento, el de ser el demonio de una chica suicida. No voy a darme por vencido, soy un demonio echo y derecho, no mi padre podrá pararme.
-De eso ni hablar, padre. He tomado la más espresa decisión de ser un demonio por ti, ahora, haz algo tú por mí.
-Ni hablar.
-No me retes, padre.
Los ojos de aquella piedra de pronto se cerraron, muy lentamente. -No me abandones como lo hizo tu madre -dice, con todo apagado, pero seguía ronca aquella voz -. No sabes nada de ese mundo, no sabes que allí los demonios son algo malo, y los ángeles son algo bueno. Desde luego, aquel Dios me la tiene jurada, hijo, no quiero que te pase nada, ¿Me entiendes? Pero, de todos modos, si tu decisión ha sido abandonarme a mí, a la corte entera e ir detrás de una estúpida humana, desde luego te destinaré allí. Con la condición de...
-¿De? -imploré.
-De que no podrás volver en tu vida al Infierno. Nunca.
-Podré vivir con ello, no te preocupes.
-Lo has dicho.
De pronto, algo negro se forma en mis pies y me arrastra hacia el suelo y me quiere hacer caer, unas manos me cojen de las piernas y me llevan a ese agujero. Despierto en una sala llena de cuadros con marcos negros, aquellos marcos están en movimiento constante de chicos y chicas haciendo cosas suicidas. Las paredes son moradas, muy oscuras, y el suelo es de mármol. ¿Qué cojones es todo esto? Cuatro paredes y muchas fotos en moviento repitiendo la misma imgen todo el tiempo. "ELIGE UNA" escucho, no sé de donde proviene esa voz femenina, echo la vista hacia todos lados, pero no hay nada.
"ELIGE UNA" repite "DIEZ SEGUNDOS O ES ELIMINADO"
Toco la primera imagen que veo, de una chica pálida cortándose. No pasa nada, el cuadro parece muy blando, entonces empujo más mi dedo índice hacia el cuadro, mi dedo se queda dentro y entro en la habitación que salía en el cuadro.
"Empieza la magia" me digo.
