Dime quién eres.

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La quietud se fue desbordando en el espacio, los movimientos fueron cada vez más lentos y las sonrisas fueron desapareciendo de los rostros. Multitud de espejos se hallaban incrustados en las paredes y en el suelo, nadie podía ocultarse, todos tenían su cuerpo y sobre todo su conciencia-alma expuestos al público, un público que a su vez se encontraba también desnudo. Los cuerpos se quedaron inmóviles observándose a través de los espejos, cada uno notó el cansancio de una vida entregada al servicio de los gobiernos, el sacrificio de la mayoría de sus sueños de infancia luego de que por primera vez tuvieran que ajustarse a un horario de trabajo, descubrieron la nostalgia en sus ojos, la farsa de la felicidad y los restos de una vida que no justificó su paso por el mundo.
De pronto, los espejos comenzaron a resquebrajarse, uno a uno los fragmentos se deslizaban en la nada y caían a un suelo profundo que también empezaba a quebrarse. El miedo invadió los cuerpos, se aglomeraron en un espejo que se situaba en el centro de aquel espacio y que aún estaba libre de grietas. Las miradas se encontraron, el temor era evidente, pero no el temor a la muerte, era el temor de haber malgastado una vida entera y que desde ese punto en el que estaban ya no les ofrecía segundas oportunidades.
El espejo comenzó a hacerse pedazos y luego de pocos minutos ya no había suelo. Los cuerpos se hallaban suspendidos en el espacio, algunos estaban paralizados por la angustia y otros simplemente se habían resignado. Uno a uno los cuerpos fueron desintegrándose, un remolino de partículas sanguíneas y fragmentos de cristales se fue haciendo menos poderoso. Observación: Todo está oscuro.

Pensamientos congelados. {Tumblr Quotes}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora