Me cansé de ser el caramelo de menta

Cap 5- mi sueño.

No hay mejor manera de disfrutar tu día que con una divertida clase de deporte, que por cierto, es la clase que mas odio.
Y se me olvidaba, teniendo de compañero a mi adorado vecino, el señorito “¿Se mi novia falsa?”

—Y lo pensaste– dijo el mencionado.

Lo mire y note lo cerca que estaba.
Puse una mano en su pecho y lo separé de mi.

—Primero,dame mi espacio y segundo, no veo razón por la cual deba hacerlo– dije trotando.

Me miró estresado y tomó mi muñeca.

—Ya te lo dije, nos conviene a ambos.

Lo mire dándome por vencida y solté un suspiro.

—Explicame ¿En que me beneficia? Además no sé ni tu nombre– dije estresada.

Es cierto, no sé ni su nombre, lo único que sé, es que es mi vecino, estudia en el mismo instituto, es hombre o eso creo y es humano, supongo.

—Bien mi masculino y sensual nombre es Derek y te beneficia por muchas razones– dijo el egocéntrico Derek.

El profesor toco el silbato rompiendo los tímpanos y grito <<¡Ustedes dos par de perezosos, corran, corran!>>

¿Nosotros los perezosos? No se cuanto a pasado y jamas lo e visto correr.

Empezamos a correr.

—En-enumera algunas razones– dije mientras corría.

—Bien pero si término con la garganta hecha polvo por hablar corriendo sera tu culpa– dijo el exagerado.

—Apurate.

—Ok, ok no me apures
   Bueno, primero le darás celos a Alex, segundo si Alex siente celos significa que le gustas, tercero si le gustas tienes oportunidad le dirás tus sentimientos y ambos serán felices, se casaran, tendran 7 hijos y morirán como una pareja de ancianos y cuarto también podrás experimentar lo que se siente ser la novia, aunque sea falsa, de un chico lindo y dulce– dijo el maldito egocéntrico.

Darle celos a Alex, ver si le gusto, ser felices por siempre no esta mal.

—No esta mal, pero un rato ¿Tu porqué me quieres ayudar en mi vida amorosa? ¿Te crees cupido o tienes miedo de no ir al cielo?– pregunté.

Me miro y dio una pequeña risa.
Tomo un mechón de mi cabello o lo intento hacer ya que estábamos corriendo y al hacerlo casi tropezamos.

—Me gusta Mónica y quiero darle celos.

Ok, eso me sorprende, no la verdad no.

—Esta bien, seré buena y seré tu novia falsa.

Acabamos de correr y ¿adivinen qué?

Dimos una vuelta mas de lo que debíamos y todos se reían de nosotros.

***

Después de esa clase empezó el descanso y fui a comprar un pastel a la cafetería.

—Oye, Fabi– dijo Alex envolviendo su brazo en muy cuello y apoyando su mano en mi hombro.

Lo miré y sonreí, al fin Alex estaba de un mejor estado de animo.

—¿Qué cuentas?– pregunté.

Me miro y sonrió burlón.

—¿Qué cuentas tu, pequeña?

Lo mire y sin duda había una sonrisa burlona en sus labios.

—Fabi, que tienes con Derek.

De-Derek, ¿Cómo sabe de Derek?