Esta mañana esta haciendo frío y mi cuerpo no tiene ni la menor intensión de levantarse de la cama, pero al parecer mi madre no entiende la situación.
-¡Despierta! Buena para nada, andas en la casa de vaga y se te ocurre quedarte todo el día en la cama ¡Te paras de esa cama!- decía mi madre con su hermosa voz.
No me tomaba la molestia de contestarle.
Simplemente gruñía y me envolvía mas en las sabanas.Hoy pienso quedarme a invernar en mi habitación, escuchar música melancólica a todo volumen y cantar su letra con voz de borracha.
Fumare mas de mil cigarrillos, pero si lo pienso un poco, mejor serán cigarros de chocolate, ya que los pulmones se venden a un buen precio y no tengo planes de como hacer dinero, así que debo de tener los pulmones sanos, por si necesito algo de dinero.Cuando mi madre dejo de gritar, oí el timbre y me levante, únicamente para ver si era Alex, y efectivamente no era Alex.
Baje las escaleras, prácticamente arrastrando mi cuerpo cada escalón.
Me tomo un rato decidir si abrir o no la puerta, pero me decidí y abrí la puerta.
-Hablemos, comamos papas, veamos Televisión, demostremos nuestros sentimientos, Fabi, se que estas triste y tal vez quieras llorar ahora, pero lloremos juntos ¿Si?- dijo entrando a mi casa sin que yo dijera algo.
Bien cuando pensé poder pensar sola, aparece un idiota a quien cuidar.
-¿Qué tal si te largas de mi casa?
Hoy podría herirte ya que no estoy de humor.Él solo poso un dedo sobre mis labios, intentando callarme y luego me abrazo.
-Por eso no iras al cumpleaños de Alex ¿verdad?- susurro en mi oído.
Como demonios Mark sabe de Alex.
El abrazo se estaba haciendo largo y la verdad me hacia falta un abrazo.
Pero me separe al darme cuenta que Mark olía mi cabello.
Además de notar que sus manos no sabían quedarse quietas y comenzaron a moverse por toda mi espalda.-¡Pervertido! Que tal si te vas antes de que mis manos terminen apretando tu cuello, creeme no sera una bonita sensación.
Abrí la puerta y quise hecharlo a la calle, pero claro, no se daría por vencido tan rápido y se metió a mi casa.
Decidí dejarlo entrar.
Pero no me haría responsable de su muerte.-¿Subimos a tu habitación?- dijo acercándose a mi.
Le di un golpe en la frente y luego me levante.
-¿Y si mejor vamos a la cocina? Ahí podemos encontrar muchas cosas filudas- dije caminando a mi habitación.
Claro que no dejaría un día de melancolía por un idiota, que se cree la ultima papa del supermercado.
-Oye, veamos una pelicula, tu eliges, ¿piensas dejarme solo?
No hice caso y subí las escaleras.
-Ayer Derek volvió a casa en la madrugada, estuvo ebrio y casi no podía pararse sólo- grito Mark antes de que pueda terminar de subir.
Deje de subir las escaleras.
Derek acaso esta sufriendo, ¿Mónica lo rechazo?
No creo que haya sido nuestra discusión.-Vine a verte, porque en realidad pensé que tu la estabas pasando peor- dijo subiendo una escalera.
-Pues ya ves que no, yo estoy de lo mas tranquila.
Mark empezó a subir mas escalones, hasta que tomo mi muñeca.
-Tus ojeras no dicen lo mismo.
Me trate de soltar de su agarre, pero él me sujeto tan fuerte que lo único que logre es que me duelan las muñecas.

ESTÁS LEYENDO
Me cansé de ser el caramelo de menta
Novela Juvenil¿Alguna vez has sido un caramelo de menta? lo se, suena extraño, no me Tilden de loca aun, dejenme explicarles. Cuando digo caramelo de menta me refiero a que solo te usan para hacer favores, solo en los malos momentos, como los caramelos de menta s...