El día de Halloween hicimos con Harry, Fred y George, Ron, Ginny y Hermione una noche de terror en el bosque prohibido y fue genial! Hermione es muy buena contando historias de terror, hasta yo me asuste un poco. Al regresar al castillo tuvimos que ser más cuidadosos y por poco nos pilla uno de los prefectos.
Ayer comenzaron las vacaciones de invierno y Hogwarts está cubierto de una capa blanca y gruesa de nieve lo cual se ve encantador. Estoy en mi cuarto alistando mis maletas para mañana, al igual que Hermione. "Que vas a hacer esta navidad Hermione?" le pregunto mientras termino de guardar mi ropa. "Pasare la navidad con mis padres y después visitaremos a algunos familiares" responde sentándose en un sillón que hay en el cuarto y empieza a leer en uno de sus libros. "Y tú que harás?" me pregunta sin quitarle la mirada al libro. "No lo sé, pienso que lo mismo de siempre" respondo ahora parada en frente del espejo poniéndome mi túnica de invierno y una bufanda roja con rayas amarillas. Hermione lo nota y levanta su mirada "A dónde vas?" pregunta intrigada "Saldré a dar un paseo en la nieve" digo feliz. Finalmente me pongo un lazo negro como diadema con un moño grande al lado, no solo se ve bien sino que al mismo tiempo me tapa las orejas ya que no me gustan los gorros. "Nos vemos más tarde" le digo poniéndome mis guantes y salgo de la habitación "Nos vemos" la escucho decir antes de cerrar la puerta.
La mayoría de los estudiantes están dentro del castillo; en sus salas comunes, en el gran comedor, o en la biblioteca. Hace mucho frio pero eso es algo que tanto me gusta del invierno, eso y la nieve. Después de vagar un poco por el castillo decido ir a la cabaña de Hagrid a visitarlo. Toco la puerta y poco después abren. "Hola ____ que sorpresa, ven entra, hace mucho frio ahí fuera" dice con una sonrisa que casi ni se ve debajo de su barba y me deja pasar. El calor de su pequeña cabaña me envuelve y vuelvo a sentir mi nariz. "A qué se debe tu visita?" pregunta cerrando la puerta y mientras tanto me quito mi abrigo y me siento en uno de los grandes sillones. "Nada especial, simplemente pensé que sería agradable visitarte" "Quieres un poco de té?" me ofrece y yo asiento. Me sirve un té caliente que huele delicioso en una tasa enorme y me la entrega. "Cuidado está caliente" me advierte y tomo la tasa con mi bufanda para no quemarme "Gracias Hagrid" Hablamos un poco mientras ambos tomábamos nuestra tasa de té cuando me doy cuenta que algo me está mirando desde ya un rato. Miro a mi alrededor y me encuentro con un conejito blanco con algunas manchas cafés mirándome con sus ojitos negros. "Por qué tienes ahí a un conejo normal?" le pregunto "Me lo encontré hace poco en el bosque, tenía la patita lastimada y al parecer había perdido su familia por una de las otras criaturas que ahí en el bosque prohibido. Y no es tan normal como párese, ese conejito es inmortal y además tiene el poder de sanar con sus lágrimas pero también es peligroso. En sus pequeños dientes tiene una clase de veneno que cuando te muerde te debilita por unas cuantas horas y en los peores casos te deja inconsciente durante 24 horas" "Impresionante lo que puede hacer un conejito tan pequeño y tierno. Y que piensas hacer con el cuándo su patita este curada?" le pregunto curiosa "No lo sé, en este bosque es muy peligroso para él. Quieres tocarlo?" asiento y el saca al conejito que desaparece en las enormes manos de Hagrid. "Aquí tienes, ten cuidado de que no se te escape" me aconseja entregándome el conejito. "Es niño o niña?" pregunto mientras lo o la acaricio. "Niña" responde. "Es muy bonita" digo y la miro a sus ojitos negros. "Al parecer le agradas, o si no ya te hubiera mordido" "Menos mal le agrado.." Cuando de repente escuchamos las campanas del reloj tocando las 5:30 de la tarde. "Creo que es mejor que regrese al castillo, aún tengo que hacer algunas cosas" le digo entregándole la conejita. Con un salto me bajo del sillón y me pongo mi túnica, mis guantes y mi bufanda. "Tienes razón, además pronto oscurecerá y a las 6 tienes que estar en tu sala común" eso es por lo que paso en los últimos días con los atentados. "Hasta pronto Hagrid" "Hasta pronto ____ y gracias por tu visita" dice y me abre la puerta. Un viento helado choca contra mi rostro. Hagrid cierra la puerta tras mío y camino hacia el castillo. Cuando de repente escucho una clase de pisadas detrás mío que suenan más que saltos. Al detenerme se detienen también los pasos. Al voltear para atrás no veo a nadie pero si veo a unas pisadas muy raras, son pequeñas y parece que el que lo hizo hubiera saltado en un pie. Hago un paso hacia delante y saco mi varita, quizás ese alguien es invisible. Escucho un sonido algo raro que proviene del suelo y al mirar al piso veo entre la nieve a la conejita que Hagrid tenía en su cabaña. "Como saliste? acaso me seguiste todo el camino hasta aquí?" pero envés de responderme mueve su naricita. "Si claro, como si pudieras hablar mi idioma" digo en voz alta. "Ya estoy muy lejos de la cabaña de Hagrid para devolverte y llegar a tiempo a la sala común... Te importa si te llevo conmigo y te regreso mañana con Hagrid?" le pegunto y me agacho. Ella se para en sus dos patitas traseras y mueve la nariz "Supongo que es un sí" Tomo a la conejita y la acurruco en mi túnica tapándola lo mejor que puedo con mi bufanda y entro al castillo. En la sala común están casi todos los Gryffindors. Al subir las escaleras me encuentro con Harry "Hola ____ donde estuviste toda la tarde? y que tienes en tus brazos?" lo último lo dice con el ceño fruncido. "Ugh, ven!" lo tomo del brazo y lo jalo hasta mi cuarto, Hermione no está. "Sabes dónde están Hermione y Ron?" le pregunto "Hermione se llevó a Ron a la biblioteca. Por qué me llevaste aquí, por cierto linda habitación" "Gracias. Es que no quiero que todo el mundo la vea, porque no se si es permitido." "Que?" "Esto" le digo mostrándole a la conejita. "Y por qué tanto drama por un simple conejo?" dice acariciándole detrás de las orejas "Ten cuidado de que no te muerda!" "Por qué, lo único que pudiera pasar es que me duela o en el peor de los casos salga sangre" se burla "Si supieras! Si te muerde puede debilitarte por varias horas o en el peor de los casos te dejaría inconsciente por 24 horas" la expresión en la cara de Harry cambia rápidamente "De donde lo sacaste?" "Es una ella, y la conocí en mi visita donde Hagrid y al parecer se escapó y me siguió hasta el castillo." "Y de donde la tiene Hagrid?" "La encontró en el bosque, estaba lastimada y sus padres fueron probablemente devorados por las otras criaturas que ahí en ese bosque. Ten, sostenla por un momento" le paso la conejita a Harry que la coge un poco dudosamente entre brazos. Me quito mis guantes y mi bufanda y busco a Ágata que está durmiendo en el sillón "Ven te presentare a una nueva amiga" la tomo en mis brazos y la acerco a la conejita. Primero empiezan a olerse y después Ágata comienza a ronronear mientras que la conejita mueve su nariz hacia los lados. "Al parecer se llevan bien" dice Harry. Cuando llego Hermione se sorprendió por ver a Harry en nuestra habitación, después llamamos a Ron y les explicamos todo. Tuvimos una pequeña discusión en la que Hermione quería convencerme de que sería mejor devolverla y Harry y Ron me decían que me la quedara.
Ahora estamos en el gran comedor. "Y que piensas hacer ahora con ella?" pregunta Ron "Tenía pensado ir ahora donde Hagrid y decirle que la conejita está conmigo y preguntarle algunas cosas" dicho eso me paro y camino hacia la mesa de los profesores y todos voltean a mirarme con curiosidad. "Hagrid?" le susurro cuando estoy al lado de él. Dumbledore les dice a los demás de que sigan con lo suyo quitando la atención sobre nosotros. "Que te preocupa pequeña?" pregunta agachándose un poco para que no todos lo puedan escuchar. "Es sobre la conejita, al parecer se escapó y me siguió al castillo" "Lo sé, insistió tanto en ir tras tuyo que la deje, espero que no te haya molestado?" "No, simplemente quería decírtelo y regresártela" "No hace falta, creo que es más feliz contigo que en una jaula. Puedes quedártela, tómalo como mi regalo de navidad" me dice con una gran sonrisa "Pero si no sé cómo cuidar de ella, no sé qué come ni que tengo que hacer para cuidarla, Hagrid!" digo casi desesperada. "Le gustan las zanahorias, los tréboles, generalmente la ensalada, menos el tomate. Pero también le puedes dar de vez en cuando fresas, queso, chocolate o tocino" "Come carne?" digo extrañada "Te dije que no es como una coneja normal. Y con respecto a los cuidados solo hay una cosa que es muy pero muy importante! Nuca, pero nuca dejes que se coma ni un solo pétalo de una rosa blanca, porque son muy puras y pudieran hacer que sus dientes pierdan el veneno y eso es lo que los hace inmortales!" "Entendido, nada de rosas blancas" será difícil con el jardín lleno de rosas blancas... "Por cierto, es permitido tener a una mascota como ella en la escuela?" "No lo sé, eso mejor se lo preguntas a Dumbledore" "Muchas gracias Hagrid" le digo con una sonrisa y me voy "De nada pequeña" me dice. A seguir me acerco al profesor Dumbledore, le cuento lo sucedido y lo que estoy pensando en hacer y si estaría permitido tenerla como una mascota. El profesor le echa un pequeño vistazo a la conejita y termina diciendo que hará una excepción. Feliz le agradezco y regreso a mi puesto. "Al parecer me quedare con ella" les digo a Harry Hermione y a Ron. Los tres me miran un poco raro cuando tomo unas hojas de ensalada, un poco zanahoria y meta una mitad en un bolsillo de mi túnica y la otra mitad en el otro. "No me digas que la trajiste?!" susurra Hermione "Si la traje, es que pensé devolvérsela a Hagrid pero el me la obsequio "Y como piensas llamarla ahora que te la piensas quedar?" pregunta Ron "No lo sé, de todos modos no me la quedare yo, se la regalare a alguien" "A quién?" pregunta Harry curioso "Ya lo verán" es lo único que digo. Esta noche la conejita durmió conmigo y con Ágata.
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La Gemela De Draco Malfoy (George Weasley Y Tu)
Fanfiction"No me importan los obstáculos que tengamos que sobrepasar" me dice mirándome fijamente a los ojos. "Por que se que valen la pena, por ti cada esfuerzo vale la pena" con delicadeza levanta mi mentón acercando mi rostro al suyo mientras rodea mi cint...