27. Arañas

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Hoy es el partido de quidditch Gryffindor contra Hufflepuff. Al llegar a la cancha de quidditch nos enteramos que el partido fue cancelado. "Donde estará Hermione?" pregunta Ron al lado mío. "Dijo que iría rápidamente a la biblioteca y que después nos alcanzaba" le respondo. Justo cuando íbamos en camino al castillo se nos acerca la profesora McGonagall junto a Harry diciendo que tiene que mostrarnos algo. La seguimos al castillo y hasta la enfermería. "Les advierto que podrá ser un shok para ustedes" nos dice y se detiene en frente de una cama donde se encuentra una Hermione petrificada!!! "Hermione!" exclamamos los tres nos acercamos a ella. "La encontramos cerca de la biblioteca, y esto estaba junto a ella" la profesora McGonagall nos muestra un espejo plateado que estaba encima de una mesa al lado de la cama. "Saben que significa eso?" nos pregunta y los tres negamos con la cabeza. Nos quedamos un rato con Hermione hasta que la profesora McGonagall nos mandó a nuestra sala común. Cuando estábamos todos los Gryffindors reunidos saca un pergamino y lee las nuevas reglas. Solo podremos ir a clases en compañía de un profesor y después de cada clase tenemos que regresar a nuestra sala común. "Disculpe profesora?" llamo su atención. "Si señora Malfoy?" "Que pasara si no atrapan al responsable?" pregunto. "Entonces me temo que la escuela probablemente será cerrada"

"Esto es taaan aburrido..." digo suspirando, estoy acostada en el sofá con los pies en el respaldar. Todos los Gryffindors están o en sus habitaciones o en la sala común. "Si..." dice Harry que está sentado al frente mío. "Oigan, porque no vamos a visitar a Hagrid esta noche? para preguntarle si sabe algo" susurra Ron. "Saber qué?" pregunto y me siento correctamente en el sofá. Harry y Ron me cuentan todo sobre el diario de un tal Tom Riddle en el que dicen que Hagrid fue el que dejo libre al monstruo hace 50 años. "Pero como vamos a salir de la torre?" pregunto ya que los prefectos ahora tienen vigilancia para asegurarse de que nadie salga. "Creo que es tiempo de sacar la capa de mi padre" dice Harry.

En la noche cuando ya todos estaban durmiendo salimos de la torre y nos fuimos a la cabaña de Hagrid debajo de la capa de invisibilidad. Mientras pasábamos al lado de Percy y una Prefecta les dije a los chicos que nos quitáramos nuestros zapatos para poder pasar sin hacer ruido aunque por poco la chica tropieza con nosotros. Ya por fuera de la sala común nos ponemos nuestros zapatos y corremos por los pasillos con cuidado de no toparnos con Filch o con Peeves el poltergeist de Hogwarts que no hace más que molestar. Ya al frente de la cabaña de Hagrid toco la puerta y Hagrid nos abre apuntando con un arma. "Quien anda ahí?" pregunta y nos quitamos la capa. "Que haces con esa arma Hagrid?" pregunto. "Ah eso, mh nuca se sabe. Bueno pasen" nos dice y los tres entramos a su cabaña. Hagrid nos ofrece una tasa de té pero al servírnoslo en una de esas enormes tasas regó casi todo el té. "Hagrid estas bien?" pregunta Harry ya que se nota que Hagrid está nervioso. "Por supuesto" responde Hagrid. "Ya escuchaste lo que paso con Hermione?" le pregunto yo "Si, ya me entere de eso" dice y suelta un suspiro. "Tenemos que preguntarte algo" comienza Harry y hace una pequeña pausa. "Sabes quien abrió la cámara de los secretos?" termina su pregunta. "Lo que tienen que entender es que..." unos golpes en la puerta lo interrumpen. "Rápido escóndanse debajo de la capa! Y quédense callados" nos ordena Hagrid susurrando y rápidamente le hacemos caso. Hagrid va a abrir la puerta con su arma en la mano. "Profesor Dumbledore" dice Hagrid al ver quien había tocado la puerta. "Buenas noches Hagrid, me preguntaba si podemos..?" "Claro que si profesor, entren" Hagrid deja pasar al profesor Dumbledore y a otro señor. "Ese es Cornelius Fudge el jefe de mi padre" susurra Ron "El ministro de magia" agrego yo. Lo había visto en una ocasión cuando acompañe a mi padre una vez al ministerio. "La situación es muy mala Hagrid por lo cual tuve que venir. Ya hubo tres ataques a tres hijos muggles y esto ya no puede seguir así el ministerio tiene que hacer algo" le dice Fudge a Hagrid. "Pero si yo nuca, usted sabe que yo nunca lo haría profesor" asegura Hagrid nervioso. "Quiero que entiendas Cornelius que Hagrid tiene toda mi confianza" lo defiende Dumbledore. "Mira Albus los antecedentes de Hagrid hablan contra él, tendré que llevármelo" le dice Fudge a lo que Hagrid exclama. "Llevarme? A dónde? No a askaban?!" los tres nos miramos entre nosotros sorprendidos de lo que estamos escuchando. "Me temo que no tenemos otra alternativa Hagrid" y en ese momento la puerta se abre y nadie más ni nadie menos que mi padre entra a la cabaña. "Ya estás aquí Fudge?" le dice mi padre a Fudge y Harry y Ron me miran confundidos. Yo solo me encojo de hombros ya que yo estoy igual de sorprendida que ellos. "Que hace usted aquí? Fuera de mi casa!" prácticamente le grita Hagrid molesto y no lo culpo. "Créame que para mí no es ningún placer estar en su... usted llama a esto casa?" le dice mi padre con arrogancia y mira con desprecio a su alrededor mientras se nos acerca y nosotros retrocedemos. "No, vine a la escuela en busca del director y me dijeron que estaba aquí" les informa mi padre y vuelve a acercarse a los demás. "Y por qué me estaba buscando?" le pregunta Dumbledore. "El consejo escolar ha decidido que usted debe ser relevado" todos que estábamos ahí menos Dumbledore y mi padre abrieron los ojos sorprendidos. "Esta es una orden de suspensión" mi padre saca un pergamino enrollado y se lo pasa a Dumbledore. Fudge iba a cogerlo pero el profesor Dumbledore le hace una seña con la mano de que no lo hiciera. "Ahí encontrara las doce firmas" le asegura mi padre y Dumbledore le recibe el pergamino. "Me temo que usted ya no es el que da las ordenes aquí, y con todos estos ataques...pronto no quedaran hijos muggles en Hogwarts lo que sería una perdida inimaginable para la escuela" mientras dice eso les da la espalda dejándonos ver una sonrisa malvada y vuelve a dar unos pasos en nuestra dirección. Al ver su sonrisa malévola Harry y Ron fruncen el ceño molestos mientras que yo miro al suelo. "Usted no puede llevarse al profesor Dumbledore! Si se lo llevan los hijos muggles quedaran indefensos! Entonces pronto habrá asesinatos se lo aseguro!!" reclama Hagrid. "Usted cree?" le dice mi padre alzando una ceja. "Si. acaso no ha pensado que les podría pasar a sus hijos a ____ y a su hermano?! Quien dijo que ese monstruo solo atacara a los mestizos?" casi le grita Hagrid y la mirada de mi padre se endurece y se vuelve más oscura. "Cálmate Hagrid. Si el consejo escolar desea mi renuncia, por supuesto me iré" les dice el profesor Dumbledore. "Sin embargo.." prosigue y hace algunos pasos en nuestra dirección. "Descubrirán que en Hogwarts siempre se dará ayuda a aquellos que la pidan" y en ese momento nos mira a nosotros pot unos pocos segundos. Mi padre al seguir la mirada de Dumbledore que miraba por encima de su hombro voltea a vernos pero no nos ve y decide ignorarlo. "Que noble de su parte. Nos vamos?" le dice y camina hacia la puerta. El profesor Dumbledore nos dedica una última mirada antes de retirarse. "Vámonos Hagrid" le dice Fudge a Hagrid. "Solo quiero decir que... por si alguien está buscando algo, lo único que tendrá que hacer es seguir a las arañas. Eso era todo lo quería decir" dice Hagrid dirigiéndose a nosotros. "Ah y alguien tendrá que alimentar a Fang mientras no esté aquí" añade Hagrid y se va junto a un Fudge algo confundido. Al cerrarse la puerta nos quitamos la capa. "Hagrid tiene razón, sin el profesor Dumbledore aquí habrá ataques todos los días!" comenta Ron. "Miren" nos llama la atención Harry apuntando hacia la ventana por la que se estaban saliendo un montón de arañas como una caravana. "Vengan" nos dice Harry. Tomo una linterna que había por ahí, llamo a Fang y salimos afuera. Alumbro a la ventana por la que están saliendo las arañas en dirección al bosque prohibido. "Vengan!" nos vuelve a decir Harry tomando la linterna y caminando tras ellas. "Que?!" exclamamos Ron y yo. "Ya escucharon lo que dijo Hagrid, tenemos que seguir a las arañas" nos dice Harry obvio. "Pero si se dirigen al bosque prohibido" remarca Ron pero Harry no le hace caso y les sigue. "Por qué arañas? Por qué no podemos seguir a las mariposas?!" me quejo yo tomando a Ron del brazo y seguimos a Harry junto con Fang.
Ya llevamos un rato siguiéndolas y cada vez son más. Cuando de repente escuchamos un rugido. "Que es eso?" pregunto y me aferro más a Ron. Harry voltea a vernos y frunce el ceño. "No lo sé pero sea lo que sea párese no estar de buen humor" comenta Harry después de que esa criatura volviera a rugir. Después de otro rugido los 'ojos' de esa criatura empiezan a alumbrar. "Esperen un segundo.." dice Ron y Harry dirige la linterna hacia la criatura y los tres nos llevamos una gran sorpresa. "El carro" exclaman Harry y Ron al mismo tiempo. "El carro de tu papa con el que vinieron a Hogwartgs?" pregunto y los dos asienten. "Pensé que había regresado a casa" dice Ron "Al parecer se quedó aquí en el bosque" digo y me encojo de hombros. "Sigamos" dice Harry seguimos el camino de las arañas. "Soy yo o cada vez son más grandes" comento refiriéndome a las arañas. "Harry esto no me gusta" dice Ron "A mí tampoco" digo de acuerdo con Ron. Nos acercamos a dos árboles que tiene unas raíces enormes que forman como un puente y por el que se puede pasar por debajo. "Podemos regresarnos ya?" pregunta Ron mirando al rededor. Un escalofrió recorrió mi cuerpo al pasar por debajo de esas raíces ya que había arañas en todas partes. Aquí las arañas eran tan grandes como mi mano. Nos detenemos enfrente de un gran árbol que al parecer debajo de sus raíces tiene como una pequeña cueva que está cubierta por telarañas. Qué asco...
De repente escuchamos algo provenir desde esa telaraña. "Quién es?" pregunta una lúgubre voz proveniente desde allí. "No entren en pánico" nos susurra Harry. "Hagrid eres tú?" vuelve a preguntar la voz. "Somos amigos de Hagrid" le dice Harry. Cuando de repente unas enormes patas largas y peludas salen de la telaraña y poco después el resto del cuerpo. Los tres retrocedemos un poco. Al frente nuestro esta una araña gigantesca. Sinceramente no sé cómo Ron y yo no nos desmayamos. Siento como casi se me sale el alma del cuerpo. Me sigo aferrando al brazo de Ron y tomo la mano de Harry e intento mantener la calma.

La Gemela De Draco Malfoy (George Weasley Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora