"No me importan los obstáculos que tengamos que sobrepasar" me dice mirándome fijamente a los ojos. "Por que se que valen la pena, por ti cada esfuerzo vale la pena" con delicadeza levanta mi mentón acercando mi rostro al suyo mientras rodea mi cint...
Como si la tormenta no bastara, Peeves se encarga de volver a mojarnos con una bomba de agua al entrar por la puerta. "Maldito fantasma, te juro que tienes suerte de ya estar muerto o si no yo misma me hubiera encargado de eso hace años!" lo amenazo furiosa. "Uy, que miedo me das Malfoy mira como tiemblo del susto" se burla de mí. "Créeme que aprenderás a temerme!" estoy a punto de sacar mi varita cuando Hermione me detiene. "No, déjala Hermione que quiero ver como acaba con el" le dice Ron divertido y ella le responde torciendo los ojos. "Me las pagaras" aseguro entre dientes haciéndole una seña de que lo tengo en la mira.
Mojados y temblando del frio, observamos como entran los nuevos estudiantes y como son seleccionados a sus casas. "Miren chicos, ahora le toca el turno a mi hermano" exclama de repente Colin y señala a un chico muy parecido a el. "Dennis Creevey" lo llámala profesora McGonagall. El chico se sienta tímidamente en el butaco y espera a la decisión del sombrero. "Gryffindor" anuncia el sombrero y todos aplaudimos. Colin le abre espacio a su hermano para que se siente junto a el. Al terminar con la selección, el profesor Dumbledore se para de su silla y alza las manos pidiendo silencio. "Queridos alumnos, este año tenemos el placer de darles la bienvenida a dos estudiantes de intercambio que vienen de Francia" y con eso la puerta del gran comedor vuelve a abrirse. Evan junto a otro chico entran y caminan hasta al frente. "Ahora es vuestro turno de ser seleccionados" les dice el profesor Dumbledore. "Primero Antoine Phantomhive" lo llama la profesora McGonagall y el otro chico, que es de cabello rubio oscuros y ojos azules y un poco más alto que Evan, se sienta en el butaco. Todos lo observan intrigados pero sobre todo las chicas lo miran con caras soñadoras. "Es lindo verdad?" me susurra Hermione y yo asiento con la cabeza. "Gryffindor!" anuncia el sombrero y nosotros aplaudimos. "Parece que por fin escucharon nuestros llamado a que manden a un chico bonito a nuestra casa" le susurro a Hermione mientras observamos como el chico se sienta en nuestra mesa. "Oye!" se quejan Harry y Ron. "Ustedes dos en comparación con ese príncipe? Nada que ver" les dice Hermione. "Ya que mencionas lo de príncipe, él es lo más cercano a un príncipe de Francia gracias al estrato alto que tiene su familia" les informo. "Evan Phantomhive" nos interrumpe la profesora McGonagall. "Ravenclaw" exclama el sombrero. Evan se levanta del butaco y deja vagar su mirada por nuestra mesa hasta que nuestras miradas se encuentran. El me dedica una pequeña sonrisa y yo se la devuelvo mientras que el camina a su mesa correspondida. Dumbledore se para y hace aparecer el banquete de bienvenida. "Lo conoces?" me pregunta Hermione mientras se sirve algo de ensalada. "Si, él es el chico que conocí en el tren" le respondo. "Ah cierto, creo que le gustaste" lo segundo me lo susurra. "Por qué lo dices?" le pregunto confundida. "Por la forma en que te sonrió" "Nah no lo creo" le digo y siento como el rubor se me sube un poco a las mejillas y pongo una mecha de mi cabello detrás de mi oreja dejando ver mis aretes, los del corazón de diamante y el moño dorado. Al instante siento la mirada de alguien sobre mí. Al levantar la cabeza me encuentro con la gentil sonrisa de George. Al notar que lo capte mirándome, me hace una seña indicando a mis aretes. Inconscientemente llevo mi mano a uno de ellos y le devuelvo la sonrisa. De haber estado más cerca de él le diría que se convirtieron en mis aretes favoritos. Nuestra conversación de miradas es interrumpida por Dennis, quien nos cuenta fascinado como se cayó del bote al lago negro cuando venían al castillo y que el kraken lo volvió a subir al bote. "Mhhh como siempre tan deliciosa la comida" dice Ron disfrutando de su cena. "Me pregunto quién cocinara tan rico" agrega Harry. "Algo tan delicioso solo lo saben hacer los elfos, no sé cómo lo hacen pero cada platillo sabe mil veces más rico si lo prepara un elfo doméstico" comento yo. "La señorita Malfoy tiene razón, todo relacionado con la comida y de la limpieza se encargan cientos de elfos domésticos que trabajan aquí en Hogwarts" nos informa Nick quien apareció de la nada. "Pero supongo que les pagan bien no?" dice Hermione. "Lamento informarle señorita Granger que no, ni siquiera tienen vacaciones ni nada por el estilo" le responde. "Que?!" exclama Hermione. "No lo puedo creer, jamás pensé que un lugar como Hogwarts permitiría algo así!" dice molesta y corre su plato. "Que? Acaso no piensas comer?" le pregunta Ron. "No! Y ustedes tampoco lo deberían si tienen principios" le responde furiosa. "No es que no tenga principios pero si tú no te lo vas a comer entonces yo sí, no servirá desperdiciar la comida" dice Ron y toma el plato de Hermione. "Ron tiene razón pero tienes todo mi apoyo Hermione" le dice Harry. "Que hay de ti ____?" me pregunta. "Ya lo he hecho toda mi vida pero te prometo que seré la primera en ayudarte si armas una revolución contra Hogwarts" le prometo. Al terminar el banquete, Dumbledore nos informa como siempre sobre las novedades de este año. "Este año me es un gran honor darle la bienvenida a nuestro nuevo profesor en la materia de defensas contra las artes oscuras..." es interrumpido por un enorme estruendo ocasionado por un trueno que proviene del techo. En lugar del hermoso cielo nocturno hay una tormenta. Trueno fue tan fuerte que todos nos asustamos, jamás había pasado algo así en los cuatro años que estamos aquí. "Que sucede?" exclamo. "Miren" Hermione indica a un sujeto extraño que acaba de entrar al gran comedor. El saca su varita y la apunta hacia el techo, haciendo que vuelva a la normalidad. Ese sujeto se acerca a Dumbledore y ambos se saludan. Él está completamente empapado, su rostro y sus manos están cubiertos de cicatrices, sus labios están deformes y torcidos, le falta un pedazo de nariz, tiene una prótesis en la pierna y su ojo de vidrio mantiene moviéndose para todos lados. "Llegas justo a tiempo. Les presento a nuestro nuevo profesor de defensas contra las artes oscuras, Alastor Moody" lo presenta el profesor Dumbledore. "No me digan que él es el Alastor Moody, el ex auror!" le susurro a mis amigos incrédula. "Si es el, Askaban le debe más de la mitad de sus prisioneros a el" cuenta Ron. "Que es lo que toma?" se pregunta Hermione al ver como toma algo de una botella de forma especial. "Ni idea pero no creo que sea jugo de calabaza" responde Harry. "Y la segunda gran noticia será que este año en vez de los partidos de Quidditch haremos el torneo de los tres magos, una competencia entre las tres escuelas más grandes de Europa; Beauxbatons, Hogwarts y Durmstrang." enseguida todos empiezan a murmurar entre si emocionados. "En pocas semanas vendrán de ambas escuelas un grupo de estudiantes con sus respectivos directores y se quedaran durante este año escolar aquí con nosotros" nos calla el profesor Dumbledore. "Un campeón de cada escuela participara en el torneo y competirá en tres diferentes pruebas contra los otros dos campeones y el o la mejor ganara la copa para su escuela y una recompensa de 1000 Galeones" de nuevo empiezan a murmurar emocionados. "Pero" vuelve a callar a los estudiantes. "Ya que las pruebas son muy peligrosas, solo los estudiantes que tengan por lo menos 17 años podrán participar" nos informa destruyendo los sueños de los demás de poder participar y ganar fama y reconocimiento y la recompensa. "Que hubiera hecho yo con esa recompensa?" se pregunta Ron soñador. "Seguramente te comprarías la tienda de dulces de Hogsmead" bromeo. "No le des ideas ____, se imaginan a un chico de 14 años dueño de una tienda de dulces" dice Harry y los tres reímos. "Como sea, ninguno de nosotros cuatro ganara esa recompensa así que olvídenlo" dice Hermione. Al poco rato nos vamos todos a nuestras salas comunes. "Que les parece si vamos a desempacar y después nos encontramos aquí?" les propongo. "De acuerdo" dice Ron. "Entonces ahorita nos vemos" dice Harry y ambos desaparecen en su cuarto. "Oye, que fueron esas miradas que se lanzaban tú y George ahí en la cena?" me interroga Hermione de la nada apenas cerré la puerta detrás mío. "Que?" pregunto nerviosa. "No te hagas, ven siéntate y cuéntame todo!" dice emocionada. "No hay nada que contar, simplemente se percató de que llevo puesto los aretes que me regalo de cumpleaños, nada más." le respondo sentándome a su lado en la cama y aparto mi cabello para mostrarle los aretes. "Wow, son hermosos" dice admirándolos. "Si, a mi también me encantaron, son mis nuevos aretes favoritos" admito sonriendo. "Y ya se lo has dicho?" pregunta curiosa. "No, pero pienso hacerlo" "Me pregunto como hizo para comprarlos ya que se ven que son caros, ósea no me malinterpretes pero ya conoces la situación de los Weasleys" me dice y yo asiento. "Si, lo sé y justo por eso me gustaría poder mostrarle lo agradecida que estoy, pero también quisiera saber por qué gasto tanto dinero en un regalo para mi si él sabe que yo no necesito de gestos costosos" le digo tirándome en su cama mientras pienso del por qué. "Sera por que le importas y quizás quería demostraste que el también es capaz de regalarte algo valioso" dice encogiéndose de hombros. "A que te refieres con eso?" digo y me incorporo. "Por qué otra razón un chico hace algo así por una chica si no es por que la quiere" me dice con una media sonrisa. "Dices como amiga o.." no me atrevo a terminar la frase ya que siento como mis mejillas se ruborizan y mi corazón se acelera un poco. "Tu qué crees ____?" dice riendo y se levanta para empezar a desempacar su maleta. Yo me quedo unos segundos en mi lugar perdida en mis pensamientos. Sera que George..siente algo más por mí que una simple amistad? Rápidamente sacudo mi cabeza para apartar esos pensamientos y me levanto para igualmente desempacar mis cosas. Al terminar de arreglar todo ambas bajamos y nos encontramos con los chicos al frente de la chimenea.
