La Gemela De Draco Malfoy (George Weasley Y Tu)

56. Extrañe esa sonrisa

Hoy es S.A.B.A.D.O!! En parte estaba emocionada por que el día de hoy, pero al mismo tiempo no quería que llegara tan rápido.

"Segura que así estoy bien? No es demasiado o muy poco?" le pregunto por tercera vez a Hermione mientras paso una y otra vez mis manos por mi cabello y por mi ropa. Al despertar y en el desayuno estuvo todo normal, no sentía nervios ni mi corazón latía tan fuerte. Pero ahora mismo mientras me estoy alistando para ir a Hogsmeade siento como las manos me tiemblan y el corazón me late a mil. Hermione tuerce los ojos y me toma por los hombros. "Que sí, ya te dije mil veces que te ves bien!" me asegura con una sonrisa. "Todo va a salir bien" ella me da la vuelta poniéndome otra vez cara a cara con el espejo para luego peinar un poco mi cabello con sus dedos. "Además, estoy segura que George hasta en el atuendo más feos te vera hermosa" dice Hermione con una sonrisa pícara. Siento como el rubor se me sube a las mejillas. "Ahm...Herms? Acaso crees que esto de verdad sea una cita?" pregunto y juego con mis manos. "Por lo que me has ido contando, de cómo se comporta últimamente contigo, diría que si" no se si esa es la respuesta que quiero escuchar. "Pero mejor no pienses en eso, simplemente ve y así te darás cuenta, no solo de que si para él es una cita romántica o solo una salida entre amigos, sino que también de ese modo puedes aclarar mejor como es esto para ti" en cierto modo logran calmarme un poco sus palabras. Ella tiene razón, esto podría ayudarme a aclarar mis pensamientos. Vuelvo a mirarme en el espejo: Me puse una blusa blanca y encima un jersey rosado, ya que hace un poco de frio, unos Jeans claros y unas botas chelsea de color café claro. De ultimo Hermione me ayuda a amarrar una bandana blanca en mi cabeza como una diadema.

También me maquille ligeramente, solo un poquito de brillo en mis labios, pestañitna e un poco de iluminador color perla en la parte del lagrimal. "Ya es hora de irnos, lista?" me pregunta Hermione. tomo un profundo respiro y asiento. Juntas vamos con los demás a Hogsmeade y durante todo el camino Hermione sostuvo mi mano como apoyo moral. Pero no alcanzo a ver a George por ningún lado. Al llegar al pueblo lo busco con la mirada. "Mira allá viene" me susurra Hermione y por fin logro verlo. Al parecer acaba de llegar pero desde otra dirección a la del castillo, que extraño... También el parece haberse arreglado un poco: lleva puesto un jersey verde oscuro, unos blue Jeans oscuros y zapatos negros. "Que te diviertas" me dice Hermione igualmente emocionada y me da un ligero apretón en la mano antes de soltarme e irse con los demás. Vuelvo a tomar un profundo suspiro y camino hacia él. Con cada paso que doy siento como se va formando un nudo en mi garganta, como se seca mi boca y como mi corazón amenaza con salirse de mi pecho. Al llegar hasta el, George me recibe con una alegre sonrisa. "Hey" me saluda y me da un abrazo. Le correspondo el abrazo y ruego por que no se dé cuenta de lo mucho que estoy temblando por los nervios. Al estar tan cerca de el no puedo evitar oler una deliciosa y varonil fragancia que irradia de su cuerpo. "Hola" devuelvo el saludo. "Entonces, a donde iremos primero? A Honeydukes?" le pregunto emocionada. "Hm, no exactamente pero te prometo que será aún mejor que cualquier tienda del pueblo" dice con una sonrisa juguetona. Lo miro algo confundida, no se me ocurre ningún lugar al que se podría referir. "Tu solo sígueme" dice y toma mi mano para guiarme. Su mano se siente cálida y su acto despierta a las mariposas en mi estómago. George me lleva por un callejón entre las casas hasta que salimos del pueblo. Miro hacia atrás aún más confundida y luego a George. "A donde piensas llevarme?" pregunto curiosa. De repente se detiene a voltea a verme. "Es una sorpresa, ahora cierra tus ojos" me indica y se para detrás mío para tapármelos el mismo. Ahora caminamos más lento que antes, para evitar que tropiece, pero siento como caminamos sobre pasto y vamos subiendo por una colina. Al llegar a donde parece ser la cima de la colina siento como el sol brilla sobre mi piel. George se detiene y espera unos segundos antes de volver a hablarme. "Lista?" me susurra al oído poniéndome la piel de gallina. Asiento ansiosa para ver lo que me quiere mostrar. Lentamente retira sus manos, al principio me cuesta un poco ver lo que hay en frente mío por los rayos del sol que brillan justo en mi cara, pero después de parpadear un par de veces mis ojos se acostumbran a la luz. Impresionada me llevo una mano a mi boca. En frente de nosotros esta una pradera desde donde tenemos una vista espectacular hacia el Castillo y el lago negro. el Sol ilumina el paisaje escoses y brilla sobre el agua del lago. Y como si eso no bastara, siento como se acumulan unas pocas lágrimas en mis ojos al ver que a mis pies, sobre el pasto hay una cobija grande, unas pocas almohadas y varios recipientes con comida y bebidas. "No lo puedo creer.." digo en un susurro y parpadeo un par de veces para desaparecer la lágrimas de mis ojos. "Te gusta?" pregunta y volteo rápidamente para verlo a los ojos. Me le quedo mirando a esos dos hermosos ojos color café que son tan cálidos y con un cierto brillo que irradia de aquellos. Aunque también podría ser el sol que se refleja en ellos. "Me encanta! Esto es increíble!" exclamo con una enorme sonrisa. Veo como su postura se relaja un poco al oír mis palabras. "Tu hiciste todo esto... para mí?" aun que debería ser yo la que se ruboriza, esta vez es él el que tiene las mejillas sonrojadas. "Así es" algo tímido mira hacia el suelo. Con delicadeza vuelve a tomar mi mano y tira de ella para invitarme a sentarme encima de la cobija. Abro los ojos como platos al ver todos los dulces y los bocadillos. "Acaso fuiste tu solo a Honeydukes? O de donde sacaste todo esto?" le pregunto asombrada. "Así es y mira lo que también organice" el abre una botella térmica y un olor familiar y que me encanta pasa por mis foses nasales. "No lo puedo creer, chocolate caliente!" digo emocionada. "Y también traje pequeños malvaviscos, justo como a ti te gusta" dice mostrándomelos. Me quedo sin palabras. "Quieres un poco?" como decirle que no?! George nos sirve a los dos en unas tasas el chocolate caliente y les agrega los malvaviscos. Con cuidado tomo un pequeño sorbo de mi tasa y el sabor dulce del chocolate cálido recorre mi cuerpo envolviéndome en su calor. También los dulces y los bocadillos están deliciosos. "Ey, apuesto a que puedo atrapar más dulces que tu" dice retándome a un juego. Obviamente pienso demostrarle que se equivoca y así empezamos una competencia llena de risas, dulces y también un poco de trampa. "Oye suéltame!" exijo entre carcajadas ya que el me sostiene los brazos para evitar que sigua jugando, o mejor dicho ganando. "Mejor cambiemos de juego, el que primero se haya comido todos los dulces que le quedan" dice y me suelta. Trato de comerme los pequeños dulces lo más rápido posible pero cuando volteo a ver a George veo que se mete todos al mismo tiempo. "Gane!" exclama. "Eso no vale!" reclamo pero al mismo tiempo estoy agradecida de que no me tenga que comer el resto. Miro a mi alrededor cuando me percato de unas cuantas flores que se encuentran cerca de nosotros, ahí me viene una idea a la mente. "Sierra tus ojos" le indico. George frunce el ceño confundido pero no protesta y cierra sus ojos. Primero me aseguro de que de verdad los tenga bien cerrados y después me levanto silenciosamente para ir a recoger algunas de las flores. Regreso a nuestro puesto y me vuelvo a sentar con cuidado de no crear sospechas. Con cuidad empiezo a entrelazar los tallos de las flores hasta crear una corona. Emocionada de ver su relación las escondo detrás de mi espalda. "Ya puedes abrirlos" George me mira y le muestro la corona de flores que le acabo de hacer. Esta vez es él el que abre sus ojos como platos. "Lo hiciste tu?" pregunta. Asiento y me le acerco para ponérsela. Se ve simplemente encantador. "Te queda perfectamente!" admito sin poder esconder mi felicidad. Pero George simplemente se me queda mirando como si estuviera perdido en sus pensamientos. Luego toma la botella térmica para ver su reflejo en ella. Apenas ahora aparece una sonrisa en su rostro. "Eres simplemente increíble Malfoy" dice negando con la cabeza pero manteniendo su sonrisa intacta. "Tómalo como un agradecimiento de mi parte, por todo esto que has organizado para mí.. aun que una simple corona de flores claramente no es suficiente para demostrarte lo mucho que significa esto para mi" confieso algo tímida. La mirada de George se suaviza y empieza a acercarse. Me toma completamente por sorpresa al sentir sus labios plantar un beso en mi mejilla. "Poder disfrutar de tu compañía y apreciar tu hermosa sonrisa es suficiente agradecimiento para mi" dice a tan solo unos cuantos centímetros de mi rostro, mientras me mira profundamente a los ojos. No soy capaz de formar palabra alguna o siquiera moverme. Casi que ni me atrevo a respirar. Siento el calor de la sangre subir a mis mejillas y mi corazón que parece explotar con cada palpitar. Simplemente me le quedo mirando hasta que por fin mi cerebro reacciona. Sonrió alagada y aparto tímidamente mi mirada dirigiéndola hacia el castillo. Nos quedamos un rato así, en silencio y disfrutando de la vista y la compañía. Luego nos recostamos en la cobija uno al lado del otro y hablamos de diferentes cosas. George me hace reír contándome sobre las bromas y travesuras que ha cometido junto a su hermano y a veces también junto a Lee. Así el tiempo se nos pasa volando y el momento en el que debemos regresar al castillo llega más rápido de lo que nos hubiera gustado. Le ayudo a recoger todo y a llevar todo al castillo. En el camino de regreso George volvió a tomar mi mano entre la suya. Me podría acostumbrar a nuestras manos entrelazadas y a su cercanía. "De nuevo, muchas gracias por el día de hoy, lo disfrute mucho" vuelvo a agradecerle una vez en las escaleras. "También gracias a ti, por haber pasado el día con migo" dice dándome un ligero apretón en la mano. "Espero que se repita" dice y me guiña un ojo. "También lo espero" digo esperando a que sea pronto. "Tengo que devolver esto, tu ve adelantándote a la sala común" dice refiriéndose en lo primero a todas las cosas del picnic. Pero antes de irse tira un poco de mi mano atrayéndome a él y me vuelve a dejar un beso en la mejilla. Reacciono igual que hace un rato y me quedo como una estatua parada en el pasillo, mientras observó como él se va alejando hasta desaparecer detrás de la próxima esquina.