Capítulo 5 - Comienza la acción

486 21 1
                                    


-Despierta -susurró Cársil.

Liumpa despertó y se sorprendió: no recordaba donde estaba ni que hacía en esa habitación que le resultaba desconocida, pero reconoció la cálida sonrisa de Cársil.

-Levántate y prepárate, te espero fuera.

-Voy pero ¿qué hora es? -dijo ella bostezando.

-Las siete y media de la mañana -le informó- Te espero fuera.

Después de ducharse rápidamente, Liumpa atravesó la puerta con sus vaqueros desgastados y su camiseta amarilla.

-¿Por qué me has llamado tan pronto? -se quejó ella

-Tenemos que arreglar esto cuando antes.

-Eh..- Liumpa recordó de golpe lo sucedido la noche anterior- Ya lo estuvimos hablando ayer por la noche..

-Me refería a lo otro. A lo de que estés aquí y todo eso -le dijo sonriendo tímidamente.

-Ya...Eh..Oye... entre todo el ajetreo y eso...No sé donde estamos. -Le explicó

-Adivínalo.

-A ver... En las alcantarillas no estamos, porque hay ventanas...

-No, no estamos allí abajo.

-Y estamos en un sitio alto, porque en las ventanas solo se ve cielo. ¿En una torre?

-No, pero casi. Estamos en la vieja capilla, la que está en la colina detrás del bosque. Al atravesar la puerta de las cloacas, llegamos al sótano de la capilla.

-¡Pero eso está muy lejos! No hemos andado tanto, además está totalmente derruida.

-Eso es un glamour, en realidad está en perfecto estado y funcionamiento, como puedes comprobar.

-¿Un qué?-dijo la chica

-Nada... Debemos ir ya, estamos perdiendo mucho tiempo.

-Bueno, vamos.

Siguieron andando por un pasillo pasando por distintas puertas, a la izquierda se abrió un escalera que subía hacia el siguiente piso.

-Por aquí.-dijo Carsil señalando un pasillo que cruzaba.

Cinco minutos después de una conversación insulsa, llegaron a una puerta doble, el triple de grande que las de más. Carsil la abrió y apareció una habitacion grande, sin ventanas iluminada con recuadros de luz azul en el techo y con una mesa de 10 asientos, en ellos estaban sentados: El Jefe, La Comandante, y cuatro personas más, de las cuales Liumpa solo conocía a Junli.

-Bienvenidos, sentaos-dijo El Jefe-Liumpa, creo que no les conoces: ellos son El Inquisidor-un hombre alto y vestido con una larga capa de color azul marino-,su guardaespaldas-un joven de mirada desafiante y brazos al descubierto, en los que se veían bonitas marcas de color negro,- y Daerty, el jefe de los hermanos silenciosos.

Carsil les saludó formalmentey Liumpa le imitó. Cuando se sentaron El Inquisidor empezó a hablar:

- Hechas las presentaciones, puede dar comienzo la asamblea. Como primer y único punto del día hemos de tratar el tema de que Liumpa, aquí presente,-dijo sin rodeos mientras la miraba- conozca la existencia de los Nephilim. Creo que lo más factible sería...que olvidase todo, es decir, borrarle los recuerdos y alejarla de este mundo.

Carsil tosió, y todos lo miraron, estaba recostado sobre la silla con los brazos cruzados, se veía a la legua que no estaba de acuerdo con esa idea:

-Es una mundana, no resistiría las Marcas. Además, eso implicaría que yo también desaparecería de su vida y que me vería obligado a ver desaparecer de mi vida a mi única unión con el Mundo de la superficie.

- Lo dices como si eso importara -dijo bruscamente el Inquisidor.- No te preocupes por los recuerdos de la chica. Existen más cosas aparte de la marcas, joven nephilim.

Un tenso silencio se alzó. Fuera se escuchaban truenos. La luz parpadeó, volvió a parpadear y se apagó. La Comandante y el Inquisidor se levantaron a la vez, algo extraño había pasado y lo sabían. Liumpa se extrañó, no veía el motivo de que un simple parpadeo, durante una tormenta les alterase tanto.

La sala, que se había quedado en penumbra, se iluminó al susurro de los distintos nombres angelicales de los cuchillos Seraphin. Carsil y Junli rodearon a Liumpa en actitud defensiva, la Comandante se puso al lado de la puerta, el guardaespaldas del Inquisidor se puso de pie delante de él y subió una de sus mangas, sus brazos estaban llenos de marcas, toco una que se parecía a dos eslabones de una cadena y empezó ha susurrar:

-G.1, responda...-Nadie respondió- G.P. llamando a G.1, G.1 responda...

-G.1 al habla, siento la espera.

-Informe de la situación.

- Las Marcas de protección y producción de energía han sido desactivadas. He mandado a G.2 arepararlas. Hace 10 minutos que no tenemos comunicaciones con G.3. Fuimos a buscarlos y en su zona había indicios de batalla, mi sensor empezó a pitar nada más acercarnos.

-Reúne a los dos escuadrones, en 10 minutos os esperamos en la salida de las alcantarillas.-ordenó.-Señor, debemos abandonar el Santuario.-dijo dirigiéndose al Jefe, que asintió con la cabeza.



Cazadores de Sombras: Ciudad de oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora