Sonrío al finalizar de tocar los últimos acordes de la canción.
—Y esa ha sido la última—dice Luke, dejando la guitarra a un lado—. Gracias por habernos escuchado.
—Una más, por favor—pidió una voz infantil de entre el público, llamando nuestra atención y de algunas personas a su alrededor.
Si no hubiera sido porque sabía que me encontraba en un parque, con mis amigos, habría jurado que había retrocedido unos cuantos años atrás, a la primera vez que la había conocido.
Aquella niña era igual a ella, solamente por el cabello rubio y los ojos...
—¿Una más quieres? —sentía la vista clavada de los otros tres sobre mí; podía intuir que ellos también estaban sorprendido.
Ella sonrió, mientras asentía con la cabeza.
—A pedido de la joven dama—hice un gesto con la cabeza a los demás; bajé la vista hasta mi guitarra, mientras que tocaba los primeros acordes de la canción.
Las personas ya se habían ido, luego de nuestra última canción, solamente quedaban algunos queriéndose sacar una foto con nosotros.
Y esa niña.
—Michael, no creo que sea buena idea.
Miré a Calum parado a mi lado, aún con el bajo en la mano. —No sabes lo que voy a hacer.
—Vas a ir a hablarle a esa niña—señaló.
Estaba en lo cierto; pasé una mano por mi pelo. —¿Qué otra cosa quieres que haga? Tú la viste, Ashton y Luke la vieron; no mientas diciendo que no es el calco de ella, menos por sus ojos que son idénticos a los míos.
—No puedes asegurar eso, Mike—dijo, a medida que guardaba su bajo en el estuche—. Hace cuando tiempo no la vez, ¿siete? ¿Ocho años?
—Diez—suspiré; volví a fijar mi vista en la niña—. Algo me dice que es ella, mi hija.
Él siguió la dirección de mis ojos, mirándola también.
—¿Qué crees que pasará si te acercas y le hablas?
Medité su pregunta; no sabía que podría pasar. Pero tenía que hacerlo.
—No lo sé, Cal—me levanté de mi lugar, y me acerqué hasta ella.
Sabía que los otros tres tenían su atención puesta en mí; podía sentir sus miradas.
La pequeña enarcó una ceja, al ver que caminaba hacia ella. Sonreí involuntariamente; ella hacía exactamente lo mismo.
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ABBY; mgc
Fanfiction—No puedes asegurar eso, Mike—dijo, a medida que guardaba su bajo en el estuche—. Hace cuando tiempo no la vez, ¿siete? ¿Ocho años? —Diez—suspiré; volví a fijar mi vista en la niña—. Algo me dice que es ella, mi hija.