(...)
-Di ahh -me sonrió con dulzura mientras colocaba entretenido la cuchara con sopa en mis labios.
-Ahhh... -abrí la boca y el líquido caliente entró sin dificultad.
Era, sin duda, la mejor sopa que había probado en mi vida.
Y yo soy bastante mañoso con lo que a comida se refiere.
Se notaba que estaba recién hecha y las verduras tenían ese sabor fresco que te hacían querer más. Había estado tan concentrado en mis estudios que estaba sobreviviendo a pura comida chatarra.
-¡Buen chico! -me acarició el cabello igual como lo haría con una mascota y agregó-. ¿Te gustó? La preparé especialmente para ti.
Un calorcillo agradable en forma de cosquilleo me transitó por el cuerpo al escuchar esas palabras.
-Está... muy buena -le dediqué una genuina sonrisa y él se animó al instante.
"La preparé especialmente para ti."
En mi familia las cosas nunca fueron así.
Sí quería comer, me daban dinero, vaya, que buenos padres que tengo. Ojalá se hayan dado que llevo más de dos días sin verlos.
Claro que la idea del dinero era mucho más tentadora que pensar en la espantosa posibilidad de que mi madre cocinase... Eso sí era de temer. Se le quemaban hasta los fideos, y eso no es lo peor, cuando con mi hermano no cenábamos esa terrible cosa que hacía... Lloraba. Me enfermé del estómago varias veces por tragarme su desagradable e insalubre intento de comida.
Alguien tiene que enseñarle a mi madre que los fideos se coloca en la olla sin envoltorio.
Cuando intenté decírselo yo... me tiró los tallarines por la cabeza.
Y no estoy exagerando. Así fue.
Mi hermano cocina un poco mejor. A decir verdad, Beyond lo hace bastante bien, pero para que lo haga, tiene que estar de buen humor, y eso sí es difícil que pase. Es mi hermano gemelo y me copia todo. Es algo molesto, pero cuando cocina me quedo callado porque me conviene. Ni tonto que fuera.
Y por mí parte... me han dicho que cocino bien, pero soy demasiado vago como para prepararme comida todos los días y lavar la loza también cada día.
Eso no es para mí.
Ahora que lo pienso... creo que es culpa de mi familia, el que esté tan pegado a Light. Ya que él cubre todas mis carencias. Tal vez es por eso que no reclamo tanto... temo perderlo... a pesar de todo el daño que me hace.
Porque... cuando él no está enojado, es muy bueno, me consiente, me alaga, me hace sentir querido. Yo pienso... alguien necesita de mí no por algo que yo hago, sino porque existo y ya.
Es todo lo que quería sentir... Desde que mi abuelo Watari murió.
-Light... -le llamé con suavidad.
-Dime -respondió dejando a un lado el plato que dejé recientemente vacío.
-Abrázame... por favor...
Me sonrió emocionado, como un perro, y extendió sus brazos a mí estrechándome a su cuerpo.
Mi cabeza quedó apoyada en su hombro y ese calor tan potente se transformó en una placentera sensación que terminó con calmarme.