La cabaña al amanecer

Capitulo 4: Los nuevos aventureros

Del camino aparecieron cuatro formas, a las cuales no pude identificar hasta que no puse más atención, la primera persona a la que identifiqué fue a una chica bajita, de pelo castaño y rizado, llevaba puesta una sudadera amarilla y unos vaqueros cortos los cuales la llegaban hasta la parte superior de las rodillas, era Alba la mejor amiga de Laura, las cuales se conocían desde hacia tiempo.

-¿Qué tal estas?-  pregunté.

-Bien- respondió ella con desgana, no quise alargar más la conversación.

La otra figura que pude identificar, era más alta que las demás, llevaba una camiseta de manga corta de color verde y un pantalón de chándal azul marino con rayas de color naranja; era Miguel, un chico alto y esbelto, de carácter bullicioso.

De repente note que faltaban las otras dos figuras y acto seguido note que una mano tocaba mi cuello.

-¿Qué tal estas?- dijo una voz, dulce y clara como la nieve a mis espaldas.

Acto seguido agarre la mano y la aparte bruscamente de mi, solo hay una persona en el mundo, que sepa lo mucho que me molesta que me toquen el cuello, Sheila.

-¿Qué crees que estás haciendo Sheila?- llevaba puesta la chaqueta de color rosa que la regale y unos vaqueros cortos, muy parecidos a los de Alba.

La otra figura seguía desaparecida de escena.

-¿Qué es lo que quieres Daniel?- le pregunte.

-Ya te lo he dicho, os vi salir del pueblo y se lo dije a los demás- en ese momento vi que Daniel miraba algo detrás de mí. Acto seguido me giré, era mi hermano ¿Por qué tenía que venir él? Siempre me había dicho que mis amigos no le caían bien y que jamás vendría con nosotros ¿Por qué había cambiado de opinión?

-¿Qué haces tú aquí?- dije con un tono agresivo.

-No quería quedarme solo en casa todo el fin de semana- dijo él.

-Madre y padre están también allí- le dije para cortar la conversación.

La mirada que vi a continuación me lo dejo todo claro, como no se me había ocurrido, padre y madre jamás habían cuidado de mi, por qué iban a hacerlo con mi hermano.

-Está bien, podéis quedaros, pero no nos metáis en problemas, la casa aun esta a varias horas de viaje no llegaremos hasta pasadas las diez, pronto empezara a anochecer así que no os separéis, nos agruparemos en grupos de cuatro personas, yo iré con Hugo, Laura y Aitor, los demás poneros como queráis- cuando acabe de hablar no se oía nada, los grupos fueron los siguientes:

Javier, Manu, Álvaro.

Nerea, Aitana y Daniel.

Miguel, Alba y Sheila.

Una vez estuvimos listos retomamos el viaje.