XVI.

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Y dije a él lo que sentía,
y dije a él lo que temia soltar,
supongo que fue
porque claro está
no lo quería...

No creí que un nosotros
podría ser formado.

Solté todo y lo dejé
correr entre mis manos,
resbalando por entre mis dedos
con los poemas
y el dolor aún en mis huesos,
con nuevas penas
y tu nombre escrita en ellas.


Alas de ángel roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora