XI.

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Sus ojos no sonreían

pero su boca si.

Su cuerpo demostraba todo lo contrario.

Ella se derrumbaba

y tenía una sonrisa,

buscando salvación.

Lo único que me importó,

fueron esos ojos verdes de mar congelado desde el principio.

Si no sonreían nada más lo hacía.

Alas de ángel roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora