2-El pasado enterrado

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La primera cosa que vio después del sentimiento de ser empujada, retorcida y tirada bruscamente por tubos—el distintivo sentimiento de la aparición— fue negro. Era más de medianoche y el cielo aún estaba sin luna, como horas atrás, antes que todo cambiara.

Pestañeó, agitó su cabeza como si pudiera sacudirse ese vertiginoso sentimiento. Le hubiera gustado culpar a la aparición, pero ella sabía que estaba agotada física y mentalmente por todo lo que ha pasado. Las pasadas tres horas fueron las peores de su vida y eso que ella había lidiado con el horroroso proceso de la guerra desde que tenía 11 años.

Dando pasos débiles, alejandose de la presencia de sus acompañantes, se concentró en su respiración mientras su visión se estabilizaba. A pesar de la oscuridad que la rodeaba, las estrellas le otorgaba su luz y vió lo que estaba delante de ella.

A siete metros de distancia había un enorme portón blanco, que podía verse incluso en la noche, era grueso y se extendía de derecha e izquierda hasta conectar con otras paredes. Era una majestuosa vista y cada barra estaba grabada con algún excéntrico diseño. Se alzaba alto y daba pista de lo antiguo que era por su diseño victoriano, la punta era aun más exquisita y detallada que el resto del portón con sus arcos y brillo. Y si no fuera por la imponente águila que estaba en el centro de la reja, Hermione la hubiese confundido con las rejas del Paraíso.

Inconscientemente, extendió su dedo índice hacia una de las brillantes rejas del portón, no se dió cuenta de lo que estaba haciendo hasta que su dedo entró en contacto con el frío metal. En un abrir y cerrar de ojos, el águila desplegó sus alas, asombrandola. La detallada criatura se dividió a la mitad, abriendo así el portón, revelando una increíble vista.

  —Reconoce tu sangre— Hermione había imaginado que estaba sola, pero no fue hasta que la profunda voz de Deon Zabini entró en sus tímpanos, que se dió cuenta que se equivocaba, asustandola más de lo que estaba, aún más de lo que recordaba.

Apartando la mirada del portón, Hermione levantó la vista y la posó en las dos figuras que estaban semi escondidas en las sombras, muy cerca de ella, demasiado cerca de lo que le gustaría. Parecían tranquilos, muy tranquilos para su gusto. Odiaba el hecho de que nada volvería ser como antes.

  —Las puerta han estado permitiendo el paso solamente a tres Zabini por 12 años y agregarte al encantamiento fue un poco complicado— Explicó el hombre, colocando con cuidado una mano en la pequeña espalda de la chica y la guío al portón— Debatimos sobre encantar el portón para que accediera el paso solamente a aquellos con alguna relación con los Zabini, ya sea por sangre o matrimonio, pero representaba un problema de seguridad dentro de sí mismo.

  —Así que agregarte al encantamiento fue mi trabajo— Aún en un completo aturdimiento, Hermione se sobresaltó  una vez más cuando otra voz entró en sus oídos, pero esta vez venía de su lado derecho. Se atrevió a echar un pequeño vistazo y vió como Allegra Zabini sonreía en suficiencia—Mezclé unos mililitros de la sangre de los Zabini con la mía y logré replicar partículas de tu ADN para el hechizo. Tomó alrededor de una semana conseguir los componentes correctos pero estoy feliz de ver que fue un éxito.

Hermione bajó la mirada hacia el liso sendero de pavimento bajo sus pies. Tenía el ceño fruncido "Estás personas tenían planeado llevarme consigo, entonces". Tenían todo planeado para arrancarla de la vida que amaba y luego traerla a este lugar, un lugar al que no pertenecía, sin importar lo que dijeran.

No supo que tanto caminaron porque no estaba concentrada en la distancia o el entorno que se encontraban, ella solo veía el piso bajo sus pies.  Cuando finalmente se detuvieron, las planta de su pies ardía como si definitivamente hubiese caminado una gran longitud. Y cuando se forzó a si misma a mirar, supo que había entrado al mundo de la sociedad sangre pura.

Lover of the lightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora