4. ¡Sorpresa!

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El día había llegado, todos los estudiantes echaron a rodar sus maletas y el campus se redujo a tan solo unas cuantas personas, incluyendo a Charlotte y a mí. El semestre había finalizado oficialmente y las vacaciones estaban tocando nuestros corazones veraniegos.

-Nos vemos, bro - me dijo Matt mientras palmeó mi hombro, aunque creo que quiso dejarme un moretón de por vida.

Me despedí de él con una sonrisa y proseguí con mi caminata hasta el dormitorio de Charlotte. Anhelé estar en la cabaña este verano junto a ella y mi familia, pero solo faltaban 2 días para regresar a casa y así partir. Todavía mamá no estaba de vacaciones y la idea de que mi novia durmiera en la habitación de Mali no me tenia buena pinta porque yo quería tenerla en mis brazos y que durmiese conmigo. Tampoco ella podría descansar en su propia habitación, sus padres decidieron alquilar una casa en la playa para ellos dos mientras que su hija pasaría el tiempo con nosotros. Sinceramente, yo salté como marica al escuchar que accedieron a nuestro viaje al bosque. Y teniendo un gran campus para nosotros dos podrían pasar muchas cosas que quizás no pasarían con la supervision de mamá Joy y mi querida pero entrometida hermana.


Toqué la puerta mientras silbaba y ella me recibió con los brazos abiertos, se acercó a mi para darme un cálido abrazo. Me dirigí hacia su cama y las cosas de Leiah no estaban, se sentía acogedor el dormitorio sin la presencia de ese demonio de un metro y medio de estatura. Ella fue en busca de algo y yo estaba un poco nervioso ¿era la hora de sacar la caja de condones? No quería que ella pensara que estaba super necesitado, aunque había fantaseado mucho con ese momento para ser sincero y estaba cansado de escuchar como Matt se acostaba con otras chicas. Era mi turno finalmente y cuando estuve preparado para realizar mi hazaña, ella se sentó a mi lado y me entregó una caja rectangular con un lazo.

¿Que se suponía que era eso?

-Espero que te guste, es algo que habías querido desde hace mucho tiempo -sonrío emocionada.

Temía que mi expresión fuese la que tengo cuando mi tía Emily me regala calcetines en vez de dinero. Aparté la tapa y me encontré con una pluma fuente con detalles dorados, estaba sumamente feliz, la deseaba tanto y no podía creer que ella la había comprado para mí. ¿Acaso no sabes lo que es tener una de esas?

Me quedé sin aliento, la abracé y me preguntó si estaba a gusto con su obsequio. ¿Era una broma? ¡Estaba encantado!

-Eso era la sorpresa, quería que la tuvieras en tus manos esa noche cuando Leiah no estaba. Quería verte escribir por primera vez con ella, porque yo sé que te inspiras al mirar las estrellas y esa noche, querido y olvidadizo novio, era la indicada.

-Yo...

-Y el día está muy lindo ¿no crees? Está nublado, podríamos comprar café y escuchar música juntos para que quizás más tarde escribas -soltó una risita y giró la cabeza al notar que tenía mi mano en el bolsillo - ¿Que ocultas?

-Yo...

Ella intentó descubrir de qué se trataba al acercarse a mí para arrebatármelo, pero fui tan estúpido que dejé caer la caja al suelo. Extendió su brazo para alcanzarlo, suspiró al dejarlo sobre su mesita de noche. ¿Acaso la había echado a perder....de nuevo?

-También quería compartir una linda velada contigo y que las constelaciones hubiesen sido testigo de esa entrega -dijo encogida de hombros y antes de que pudiera responder, ella me interrumpió - Y ahora no sé si es buena idea, no estoy... preparada -afirmó con su cabeza.

Si Matt hubiera visto esa escena, probablemente abuchearía a Charlotte.

-¿Quieres jugar videojuegos en mi dormitorio? -escupí

Mystify / Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora