Me sentía en una constante montaña rusa. Paul Chambers fue uno de los mejores jugadores del equipo de fútbol de la universidad, era importante y pensé en ese momento que si yo moriría, a nadie le importaría. ¿Quien se acordaría de Calum Hood? Nadie, exactamente, porque no he hecho algo digno de recordar y en ese momento, quería ser olvidado y olvidar todo al alrededor.
Me tomé mi pastilla dos horas tarde ¿Que más daba? Tomé mi bolso y decidí alejarme de los edificios por un instante para refugiarme debajo de un árbol.
—Este va por ti, Paul —dije al encender el primer cerillo.
No recuerdo cuantos encendí, pero de lo que estoy seguro es que fue la primera vez en mucho tiempo que encendía unos cerillos. El segundo fue dedicado a Charlotte, el siguiente a Matt y los demás por mí, se hizo grato sentir la calidez de la llama queriendo hacer contacto con mis dedos y consumirme a mi también.
En ese instante, recordé que estuve con Charlotte en La Chimenea encendiendo cerillos. Arrojé la caja con rabia y me marché de ese lugar.
Me senté en una banca cerca del lago y coloqué las manos sobre mi cabello, trayendo como recuerdo la primera vez entre Charlotte y yo. Dos jóvenes apasionados, corazones ardiendo en llamas incesantes, suspiros hipnotizadores y el relajante sonido de los latidos del corazón, como si se tratara de una percusión de fondo. Podría referirme a eso como una bella orquesta sinfónica, amor y pasión entre el músico y el instrumento. Se desnuda el alma y te desconectas del mundo exterior solo para dejarte llevar por los sentimientos. Entonces, esa noche inesperada llegó y sucedió.
No fue una sorpresa preparada por Charlotte y tampoco estaba desesperado como lo estuve en mi sueño. Solo sucedió sin que nos diéramos cuenta.
Retomando el momento en donde estaba sentado en la banca... me sentí que estaba yendo hacia abajo, como si cayera de lo más alto de un precipicio y que mi destino era estrellarme contra las rocas. Traicionado por la persona que he visto durante toda mi vida.
Me estaba perdiendo, me estaba desviando de mi sendero. ¿A donde estaría de nuevo? ¿Envuelto en un enigma?
Estaba decidido perderme de nuevo para reencontrarme, porque si la vez pasada funcionó, entonces debía funcionar de nuevo. Saqué mi libreta y empecé a escribir formas para dejar pistas pero luego de un rato, solté mi pluma y empecé a arrancar hojas de mi libreta.
Lancé las hojas en el aire y las personas que estaban alrededor me tildaban de loco, aunque ya me lo estaba empezando a creer.
Los medicamentos no eran mágicos.
Y ahí me encontraba jadeando, abrazando mis piernas mientras estaba sentado en la banca.
—¿Estás loco? —dijo un empleado
No respondí
—¡Recoge todo esto! ¿Acaso perdiste el control?
Y si, lo había perdido.
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Eran las 11 pm y me encontraba dibujando en mi libreta, escondido entre mis sabanas, soportando los ronquidos del traidor. Era difícil dibujar bajo la luz de una linterna. Los finos trazos de grafito formaron un pez Koi, el cual había visto en la libreta de Leilah semanas atrás. Se me hizo llamativo e investigué sobre ello. Amor...era todo en lo que yo había dejado de creer en ese instante.
Me sentía como en una montaña rusa, estaba en curvas que me desequilibraban y que por consecuencia, arruinaron a ese dibujo, garabatos sin sentido, rabia humeando de mi lápiz. Arrojé la libreta al piso, quería desprenderme de ella por un rato y mirar hacia el techo.
—¿Cuando me bajaré de esta montaña rusa que revuelve mi interior? —susurré
—No lo sé, Calum —susurró Matt en respuesta.
Giré mi cuerpo, dándole la espalda y dejé escapar una lágrima.
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Mystify / Calum Hood
Fanfiction''Ahora es mi turno'' Calum Hood había dejado de ser un enigma para Charlotte... Pero ahora era su turno de sumergirse en el misterio. ¿Acaso todo estaba bien en la mente de Calum? SECUELA DE ENIGMA. Sé creativo, no robes ideas. © 98xnia (María Bel...