capítulo 6

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Observo la hora en el reloj colgado en la pared; son las 4:30.
En media hora más debería llegar Justin. Muerdo mi labio, nerviosa. ¿Cómo pedirle a Justin éste favor? ¿Cómo se lo tomaría él?

-No, pensará que soy una idiota - susuro, tapando mi rostro con una almohada.

¿Por qué debo ser tan insegura? ¿Por qué no puedo hacer esto yo sola? No es necesario que Justin me ayude. Por otro lado, Justin es la única persona con la que me gustaría estar ahora mismo y cuando sea, y claramente es la única persona con la que me gustaría cumplir aquellas travesías. ¿Por qué? ¿Por qué me siento de esta manera?

Ayer luego de que Justin se marchase, quedé pensando acerca de lo que me dijo mi madre.

"La vida es una y debes vivirla". En un comienzo no quería admitirlo, pero ella tiene la razón. La noche anterior, cuando sentí la lluvia caer sobre mi y todos aquellos pensamientos y reflexiones llegaron a mi cabeza como un flechazo de luz, esa noche tomé una decisión. Y ahora estoy dispuesta a cumplirlo. ¿Qué podría salir mal?
Varias cosas, la verdad. Pero, sorprendentemente, hoy desperté optimista, así que haré el pequeño intento.

Aunque...

-No, basta -me levanto y lanzo la almohada de vuelta a la cama-. Optimismo, Audrey, optimismo.

Entro a el baño y me observo en el espejo. Estoy vestida sencilla, la verdad, y el maquillaje que llevo puesto es poco, pero creo que es lo adecuado para pasar una tarde con Justin.

En ese instante, mi teléfono vibra en el bolsillo del abrigo. Lo saco, con pereza, y deslizo el dedo sobre la pantalla para ver quién me ha mensajeado. Es un número desconocido.

《¿Debería subir por el balcón o bajarás abrirme la puerta? x》

Al terminar de leerlo, una sonrisa se forma en mis labios. Guardo el número de Justin y contesto su mensaje.

《Por el balcón, es más emocionante, x》 -Audrey.

《Sólo si prometes que bajarás conmigo...》-Justin.

¿Y si caigo? 》 -Audrey.

《Tú caes y yo caigo ¿recuerdas? 》 -Justin.

Diablos. ¿Por qué él causa esto en mí? Apenas y lo conozco.

Guardo el móvil y salgo a la habitación. Me siento en el borde de la cama y miro hacia el balcón, esperando a que Justin suba.

El día está nublado y el cielo está de un gris tan oscuro que fácilmente puede confundirse con negro. El viento mueve la rama de los árboles y vuela sus hojas. Y de repente, entre todo ese viento y el cielo oscuro, logro ver a Justin terminando de subir. Sonrío y camino a abrirle el ventanal.

-Buenos días -sonríe. Se acerca a mí y besa mi frente. Me hago a un lado para que entre y cierro el ventanal con urgencia, pues el aire allá afuera está frío como un hielo.

-Buenas tardes -le corrijo, con una leve sonrisa.

-Entonces, ¿estás lista para que vayamos? -frota sus manos y noto que la punta de su nariz está colorada.

-Hum -juego con mis dedos-, cambio de planes, Justin. Necesito pedirte un favor...

-¿Necesitas que le pida permiso a tu madre para salir a pasear conmigo? -se burla por la diferencia de edad que tenemos y ruedo los ojos.

-No, yo... -suelto un bufido-, nada, en realidad. Vamos.

Es lo mejor. ¿Qué pensará de mí si le pido aquello? Quedaré como una chiquilla tonta. Pensará que quiero pasar más tiempo con él, ¿y si en verdad él no quiere pasar tiempo conmigo? ¿y si en verdad solo me invitó a salir por pena? Digo, estaba a punto de suicidarme, debió pensar que necesitaba un poco de distracción y nada más. Si, eso ha de ser.

Muerdo el interior de mi mejilla.

- ¿Segura? -alza una ceja y pone sus manos en mis hombros.

-Segura -sonrío-. No era nada importante.

Asiente lentamente.

-Vamos a salir por la puerta, no quiero terminar con un pié roto -hablo en serio. Él suelta una pequeña risa y pasa su brazo por sobre mis hombros. Siento la piel de mis brazos erizarse y trago saliva.
No seas tonta.

Bajamos las escaleras en silencio, de vez en cuando Justin me lanza miradas rápidas y yo pretendo ignorarlas. Descuelgo la llave de el gancho y abro la puerta. Dejo a Justin salir primero y luego salgo, haciendo una mueca por el frío, y cierro la puerta con llave.

El auto negro de Justin está aparcado frente a mi casa. Caminamos, él aún con su brazo rodeando mis hombros, abre la puerta de el copiloto y retira su brazo. Le dedico una pequeña y tímida sonrisa, y entro. Rodea el auto, entra y pone la llave, dándole vida a el motor. Enciende el aire acondicionado, llenando el interior del auto con aire tibio y arranca.

- ¿Te encuentras bien? -frena en un semáforo que cambia a rojo y se voltea a mirarme.

Despego mi vista de la ventana y muerdo mi labio. No, definitivamente no lo estoy.

-Si, ¿por qué lo preguntas?

-Bueno, estás muy callada -dice-. Pensé que esta salida sería para conocernos mejor...

Ruedo los ojos y sacudo lentamente la cabeza.

- ¿En serio quieres conocerme? -bajo la mirada, esperando la peor respuesta.

Acelera cuando la luz verde se enciende y continúa con la marcha. Lo observo, su mandíbula definida, su pequeña nariz, su cabello, sus labios pequeños y definidos, sus ojos concentrados en las calles...
Una sonrisa se forma en sus labios.

-Es lo único que deseo justo ahora, y quizás siempre.

Siento la sangre aglomerarse en mis pálidas mejillas. ¿Qué quiere decir?

- ¿Por qué?

-Ni siquiera yo tengo la respuesta -ríe levemente.

Algunas pequeñas gotas comienzan a caer en el parabrisas, deslizándose hasta desaparecer.

-Maldición, no -Justin medio gruñe y detiene el auto en la orilla de la calle.

-Es sólo un poco de lluvia -digo, con voz obvia.

-Planeaba llevarte a el parque de atracciones, pero gracias a la lluvia, ya deben de estar cerrándolo -se queja como un niño pequeño y cierra sus ojos por un par de segundos.

Oh dios. Él planeaba ir a un parque de atracciones. ¡Él tenía todo un panorama hecho solo para nosotros dos! Maldición. Maldita lluvia.

-Bien, déjame pensar otro panorama. Sólo dame unos segundos... -muerde repetidas veces su labio inferior.

-Podemos ver una película en mi casa -ofrezco. Él abre uno de sus ojos.

-¿Estás loca? No quiero que tengas problemas con tus padres...

-No llegan hasta la noche -comento-. Podemos ordenar algo de comer, aprovechamos para conocernos. ¿Ves?

Se lo piensa por unos segundos y luego asiente.

-Vale, vale -vuelve a encender el vehículo-. Es una buena idea.

Before I die.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora