Carta n°50

642 51 0
                                    

Carta n°50

Octubre, 1942.

Querida Elizabeth,

Fue una maravilla verte. Aún no puedo creer que fuéramos a caminar juntos por toda la playa; que prepararas la cena el día de mi llegada; que bailaras conmigo en tu ático, como cuando éramos niños. No puedo creer que ya seas toda una mujer, y te he visto crecer desde siempre. Tampoco puedo creer que cortaras tu cabello hasta tus hombros, ¿por qué no te gustaba el cabello largo? 

Fue genial pasar tiempo con los chicos otra vez. Me hacía falta poder beber una cerveza y ducharme diariamente. También la rasuradora. ¿Cómo ha seguido mi madre? En la última carta, dijiste que estaba de maravilla desde mi partida.

Gracias por el amuleto de la buena suerte, y por la fotografía, las llevo siempre conmigo para que me den buena suerte y ¿qué crees? Funciona.

He visto como han explotado mis compañeros. He visto como los han herido de gravedad en los ojos, en el pecho e incluso en sus rodillas... Y todos, han muerto o han estado junto a mi. Me has estado salvando, incluso sin saberlo.

Es aterrador aquí. No te puedo dar detalles porque no estoy autorizado, pero me da miedo dormir o quedarme dormido en medio de la "acción". 

¿Que ha pasado con ese chico Noah? Ya que tu hermano no está, ¿te siguió buscando? De ser así, iré a romperle los huesos.

Sigo sin poder creer que aceptaras ser mi novia. No sabes con cuantas veces soñé con eso. Temo que te aburras de esperar por mí, espero no pase.

Esta semana estaremos movilizándonos hasta Marseille. 

Con todo mi amor,

Soldado Peter Smith.

Querido soldadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora