Sakura se encontraba en la base Delta con su traje de Alpha lista para la acción, para darle la cacería al maldito de Hoodweed, o al menos así se hacía llamar el maldito en su correo fantasma que usaba para comunicarse con Fugaku cuando quería torturar su cabeza con imágenes de la menor de los Uchiha, si su madre viviese hubiese vuelto a morir tras ver las imágenes de su niña mimada; caminó hasta la posición de su equipo, Sasuke y Naruto, amigos desde la infancia estaban allí con ella listos para buscar a las chicas entre ellos, Itachi ayudaba el equipo Omega, estaban metidos todos en su trabajo y la pelirrosa estaba tan calmada y seria que asustaba; llegó con sus amigos y se sentó a ver lo que el equipo de cerebritos en el sector de computación habían logrado en ese tiempo que ella les había dado.
- ¿Alguna localización? - dijo la pelirrosa mirándoles a sus amigos impasible
- Una sola, al parecer lo envío desde un hotel de mala muerte, pero está deshabitado. La dueña del lugar dijo que tenían tiempo sin ver al chico y a la adorable señorita que jamás salía de ahí, que solo la veían por las ventanas y casi siempre estaba triste - dijo Naruto seriamente - Probablemente se la llevó al enterarse que la habían visto en el lugar varias veces por la maldita ventana, no es tan tonto
- Tuvo que dejar el nombre o algo en el registro para poder quedarse - dijo la pelirrosa perdiendo su paciencia ante la poca información del rubio
- Sí... Pero... - dijo el rubio algo asustado rascando su nuca y mirando a otro lado
- ¡¿Pero qué, Naruto!? - dijo la pelirrosa más que enojada con su amigo rubio inútil
- Robaron los papeles del lugar, el tipo es más listo de lo que creías - dijo Sasuke suspirando y empujando su silla enojado - Y la mujer lo único que recuerda de ese maldito bastardo es que era pelirrojo
- Y eso es básicamente media población japonesa, maldigo a todos esos tipos que se tiñen el cabello de colores - dijo Sakura enojada mordiendo su uña ya mas que corta
- Las encontraremos - dijo Naruto convencido - Así tengamos que mover cada maldita piedra de todo Japón entero.
*****
Hiroy despertó con un ardor en los ojos de tanto llorar la noche anterior, pero no más, ya no iba a llorar más por algo que jamás fue o iba a ser de ella en la puta vida; estaba harta de esperar cosas buenas de gente que jamás iba a cambiar por nada y por nadie.
Ahora sólo creería en ella misma.
Que se joda Sasori y su puta novia muerta.
Caminó a la cocina mientras que se sentía un poco más segura de lo que hacía con su vida. No iba a dejar que Sasori la manipulase como su marioneta nunca más en su vida, así muriese en el intento.
Se encontró con Sasori desayunando algo que parecía ser una hamburguesa recalentada de la noche anterior, lo ignoró y abrió la heladera para encontrar unas verduras intactas con las que se podría hacer una buena ensalada.
- Hiro, ven acá - dijo Sasori repentinamente
Pero jamás recibió una respuesta el pelirrojo, ni una mirada, nada. Ella siguió haciendo su ensalada tranquila como si no escuchase nada mas que el sonido del silencio.
- Hiroy, he dicho que vengas acá - dijo con más ahínco de ser escuchado
Pero no se le fue dada otra respuesta algunas más allá de una horrible indiferencia que lo mataba lentamente y que no quería sentir. Ella no podía ignorarlo, ella debía escucharlo y hacer lo que él quisiera; su palabra debía ser escuchada y atendida por ella cual fiel esclava.
Se levantó de su silla y la giró para que le viese a la cara ganándose un escupitajo en la cara por parte de ella; ¿qué mierda le pasaba a la chica? Ella jamás actuaba así y menos con él ahora que eran algo cercano a la amistad. La soltó limpiándose los restos que quedaron en su cara.
- No se que te pase pero no quiero que sigas actuando así - dijo Sasori tras limpiar su rostro - Tú deberías ser sumisa y obediente cual esclava por el hecho de que puedo matarte
- No me importa ya - dijo ella fríamente - Hace tiempo dejó de importarme lo que tú quisieras, Sasori
Y la vio irse, haciéndole sentir que su universo o galaxia entera temblaba y todo debido a esos ojos negros tan llenos de determinación que provocaron que su estómago se revolviese al verlos.
¡¿Qué coño acababa de pasar ahí!?
No lo sabia, pero justo ahora quería más que nunca a Hiroy bajo su yugo gimiendo rudamente su nombre por haber contestado de esa manera volviéndole sumisa de nuevo.
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Secuestradas
ActionPrologo 1: Secuestro 2: Agresión 3: Al puro estilo de "Drogas y Rock n' Roll" 4: Confianza 5: Seducción 6: ¿Un error? 7: Tu y tus ojos 8: Reunidos otra vez 9: ¿Venganza? ¿Qué es eso? 10: Como que te amo... 11: Mejor que París 12: En la 9º nube 13: C...