Agresión

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Los desperté a punta de gritos a todos. Hiroy me miró asustada. Estaba muy enojado, no se bien por que lo estaba. Pero lo estaba, todos me miraron asustados. Estaba a punto de matar a alguien si seguía así. Pero necesitaba bajar mi rabia, y me importaba poco con quien fuese, solo quería bajar esta rabia. También estaba el hecho de que les quitaron las vendas de las manos y de los pies y pudieron haber escapado.

- ¡¿Están dementes acaso!? ¡Ellas pudieron escapar pedazo de ineptos! ¡Son unos incompetentes! ¡Los quiero ya mismo fuera de aquí y cada uno seguirá de punta a rabo el plan! – grité enojado

- ¡Akasuna no Sasori cálmate por amor a Kami-sama! – gritó Kiba

- ¡Tú vete al diablo Inuzuka! ¡Esas camisetas eran nuevas! – grité más enojado aún

- ¡Oye ya cálmate! ¡No escapamos por que ya sabemos de qué mierdas va esto! – dijo la rubia

- ¿Ah si? Entonces ya deben saber que podemos matarlas si no pagan – dije sonriendo macabramente

- Vete al diablo… - susurró Hiroy

- ¿Qué dijiste? – dije tomando con fuerza su rostro

- ¡Vete al diablo! – dijo para escupirme la cara y le di una bofetada

- ¡Hiroy! – dijeron Ikane y Naomi asustadas por su amiga

- Hmp… A mi no me hables así niña – dije enojado – A mi me respetas

- Si no respeto ni a mis padres, mucho menos a ti cabrón de mierda – dijo ella enojada

            La lleve a mi cuarto por el brazo. Le estaba haciendo daño. Escuchaba los gritos de los demás afuera. Cerré con pestillo la puerta, y la avente a la cama. Le arranqué mi camiseta. Al demonio con la camiseta, ya me compraría otra. Vi sus pechos al descubierto. Se me hacía agua la boca al ver esos pezones rosados y ver ese coñito atrapado entre esas bragas negras me ponía a mil. Ella me miraba asustada. Quería gritar, lo se, pero no tenía ya voz, la dejé sin aliento del miedo que le causaba. Lamí sus pechos y gimió sonrojada, pero me apartó y chilló.

- ¡Déjame! ¡No me toques! – gritó enojada

- Muy tarde… - dije para quitarle las bragas y lamer su sexo

- ¡Aa-ah! ¡Déjame! ¡Kiba! ¡Gaara! ¡Auxilio! – gritó llena de terror

            Por la fuerza entraron los chicos y me quitaron de encima de ella y me echaron agua fría las chicas. Grité con todas mis fuerzas, ardía, quemaba, dolía mucho. Supongo que me lo merecía por casi violar a una pobre chica. Por más venganza que quisiera, no debía violarla, no hasta torturarla.

- Entiendo que quieras venganza, pero no hasta el punto de violarla – dijo Gaara cuando las cosas se calmaron

- Lo se. Pero, oh vamos, esta buenísima – dijo Kiba riendo

- Cállate chucho de mierda – dije riendo – Y sí, tiene bonitas piernas

- Y un lindo par de pechos – dijo Kiba riendo

- ¿Qué le hiciste a la pobre? No para de llorar – dijo Kiba mirando hacía la puerta

- Nada, solo le lamí los pechos… - dije sin darles detalles a los chicos

- Pues esta muy asustada – dijo Gaara

- ¡Hey! – dijo Ikane saliendo

- ¿Sí? – dijo Gaara mirándola

- Uno: Los números de nuestras familias – dijo para darnos un papel – y dos, Hiroy tiene la… la… pues la cosa que nos viene una vez al mes

- Que se desangré, no me importa para nada – dije sin tomarle importancia

- Mira bastardo – dijo tomando mi rostro – Ve a comprar los malditos tampones que necesita

- No – dije sin miedo – Suéltame si no quieres que te corte la carita de niñata que tienes

- Ten – dijo Gaara dándole un suéter – Vamos a por ellos. Él no ira a buscarlos

            Los vi salir del departamento juntos. Kiba y Naomi salieron a por la comida. Entré al cuarto donde estaba quedándose Hiroy, debía ganarme un poco su confianza para poder llegar hasta sus padres. Entré y no había nadie, miré la luz que provenía del baño. Y la vi. Se estaba poniendo la ropa que llevaba cuando la secuestré. Ella salió y me miró asustada de nuevo.

- Tranquila, solo vine a disculparme – dije antes que nada, sacando mi celular

- ¿Pa-para que necesitas tu celular? – dijo ella tímidamente

- Ten… - dije mirándola – Llama a tus padres. Cuidado con lo que dices. Tienes 5 minutos

- Gra-gracias – dijo para marcar rápidamente - ¿Itachi? – dijo llorando – No, e-estoy bien. Me se-secuestraron… N-no, no lo he visto antes… No le he visto el rostro… No se decirte… Por Kami, no lo se… Cuida a papá y a mamá – dijo llorando

SecuestradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora