Como que te amo...

52 2 0
                                    

Habían recibido otro correo de Howeed pero en este se veían las tres chicas en una imagen editada pobremente con Photoshop, lo que les decía que o bien aún las tenían o las iban a separar por el efecto de rasgadura en la imagen dividiéndose en tres partes, mientras que en cada parte estaba una de las chicas sonriendo a la cámara en un torneo de natación de la pelinegra; Fugaku no sabia que hacer o qué pensar de esta imagen, Sakura estaba desconcertada, Sasuke estaba más que estresado y Naruto no dejaba de llamar a los "frikis de las computadoras". Decididamente este era el caso más difícil que habían enfrentado por el simple hecho del factor familiar en medio de toda la situación.

- ¿No encuentran nada? - apremió Naruto estresado con el poco avance de los genios

- No es tan fácil como ustedes piensan. Lo hemos hackeado pero no tiene nada de información, y al parecer tiene un bloqueador de rastreo por qué nos dice aquí que está en Venezuela, y dudo que eso sea posible, ninguna de las chicas ha salido de la ciudad siquiera - dijo el chico acomodando sus gafas

- ¡Maldita sea Shino! ¡Para eso te pagamos! ¡Para que encuentres lo imposible de encontrar! - dijo Sasuke enojado sin poder contener su frustración

- Hago lo mejor que puedo, Uchiha, pero este tipo tiene que ser un genio de las computadoras también - dijo el chico pasándose una mano por el cabello

- Señor - dijo uno de los subordinados entrando rápidamente a la habitación - Aquí están los padres de las amigas de la señorita Hiroy

- Hágalos pasar - exclamó Fugaku algo nervioso, los Sakune y los Hyuga jamás vendrían a un lugar como ese a menos que fuese importante

- Fugaku - saludó el señor Sakune mirándole, el padre de la pelinegra no dejó pasar el hecho de que el hombre tenía unas grandes ojeras como las tenía él mismo.

- Takashi - dijo Fugaku estrechando la mano de su amigo

- Nos llegó algo que deberían ver - dijo la señora Hyuga

Y a continuación les enseñaron las dos matriarcas de la familia unas cartas; Sakura se apresuró a tomar las cartas con unos guantes de látex blancos en sus manos, la abrió con el mayor cuidado posible, con miedo a que explotase en su cara y descubrió dos tipos de letras diferentes, refinadas y pulcras.

- ¿Reconocen este tipo de letra? - dijo la pelirrosa mirando con cautela la reacción de las mujeres

- ¡Es la letra de Ikane! - dijo la mujer llorando y abrazando a su marido quien la abrazó con la esperanza brillando en su mirada

- ¡Y esta es de mi Naomi! - dijo la matriarca de la Hyuga

- ¿Qué dice Sakura? - preguntó Naruto mientras que Sasuke la miraba con atención

- Queridos padres - dio inicio la chica sentándose en la mesa con tranquilidad - Estamos en perfecto estado de salud física y mental, no tenemos ninguna de nosotras dos algún maltrato físico o psicológico; las condiciones que se han impuesto son que dejen la cantidad de medio millón de yenes (500.000 ¥) bajo el gran árbol pintado de azul de parque central de la calle Todoshima, los amamos. Posdata, te extraño mamá, te extraño papá.

- A mí no me llegó esa carta - dijo Fugaku preocupado por ese hecho tan evidente

- Y solo las menciona a ellas dos - dijo Sasuke tan blanco como el papel

- Señor, acaba de llegarle esto - le dieron a Fugaku una pequeña caja de cartón marrón con la firma de Howeed

- Oh dios - dijo Naruto - Yo la abriré

Naruto repitió el procedimiento que realizó Sakura con las cartas y al meter la mano en la caja saco un gran puñado de cabello negro como la noche, cabello que solo podía pertenecer a una de las chicas: a Hiroy.

Sakura soltó un par de lágrimas de miedo, mientras que Sasuke se veía como si una bomba le acabase de explotar en la cara... Pero Fugaku, Fugaku estaba destrozado tanto por dentro como por fuera, y en ese momento solo se escucharon los gritos y lamentos de un padre sin esperanza alguna.

❌❌❌

Hiroy se sentó a desayunar con Sasori solamente, tenía un mal presentimiento, sus amigas habían hecho cartas para sus padres mientras que ella no hizo nada de eso, simplemente vio como Gaara limpiaba con sumo cuidado sus cabellos recortados en el suelo; algo no andaba bien.

- Sasori, ¿por qué las demás hicieron sartas a sus padres y yo no? - dijo la pelinegra

- Por qué tú no volverás a casa - dijo Sasori - Al menos no por ahora

- ¿Vas a matarme? - dijo ella sin saber que Kiba estaba detrás de ella abriendo sus ojos al limite

- No voy a matarte, aunque ayer me hubiese gustado por verte el cabello corto - dijo como si nada sonriendo

A ella se le antojó tan sincero que casi creyó que era verdad lo que decía de no hacerle nada, ni el más mínimo daño; pero Kiba miraba a Sasori con desprecio, con asco y quizás con algo de rabia, matar a esa pobre inocente que no tenía nada que ver con lo que pasó con Sakura... Pero no permitiría que la matase, no a la amiga de su chica, no lo permitiría.

SecuestradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora