La carretera de la vida

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Alma


1 año después

Estacione mi motocicleta. Apague la música y me quite el casco. Quería hacer la ruta 66 desde Chicago para terminar en Los Ángeles y volver a la casa de Bel Air. Había conocido gente hermosa en esos viajes. Familias dueñas de posadas de rutas, grupos de moteros que acampaban en el desierto y recibían con cervezas y anécdotas a todos los que llegaban con buena voluntad. Gente que podía darte miedo en otras circunstancias pero que se convirtieron en amigos en pocas horas.

Cada tramo de la ruta me enseño lo dura que es la vida para la gente con pocos recursos y aproveche mi fortuna para ayudar a todo el que lo merecía. En el testamento había heredado tanto dinero que podía vivir lujosamente toda mi vida y aun seguir siendo millonaria. Además los dividendos de la empresa eran siderales y no había tenido que tocar mi herencia personal más que para ayudar en casos puntuales.

Una de las familias que conocí los Connor tenían un hotel en Oklahoma. Estaban a punto de perderlo por no poder cubrir la hipoteca. Pero esa gente sencilla y de buen corazón me había acogido cuando se cumplían seis meses de la muerte de mi madre y sin preguntar nada me brindaron todo. Cuando supe de su situación y de cómo luchaban junto a sus hijos por salir adelante los ayude, pague la hipoteca, renovamos el hotel pusimos publicidad y las cosas cambiaron para ellos, sin embargo no dejaron de ser cálidos y de ayudar a gente que necesitaba trabajo. Me fui de allí sabiendo que había hecho amigos para toda la vida.

Luego un grupo de moteros , sus familias tenían un bar. Llegue a ellos una noche en medio de una tormenta, estaba helada y me termine enfermando. Ellos me cuidaron hasta que me repuse. Con ellos compartí muchos noches de bar bailando, riendo y embriagándonos. También muchas noches de fogatas contando anécdotas que me enseñaron muchas cosas de la vida. En esos meses conocí a John un hermoso motoquero lleno de tatuajes, libre, salvaje y apasionado. No nos enamoramos, estábamos los dos en momentos diferentes de nuestras vidas pero pasamos increíbles momentos de pasión y creamos una amistad llena de complicidad y buenos recuerdos . Antes de partir supe que ellos tenían problemas de liquidez en el bar aunque nunca mencionaron nada, todo parecía ir siempre de maravillas. Entonces hable con Karl el dueño del bar y quien le daba trabajo a las familias un hombre que me recordaba mucho a Declan.

Nos sentamos en su oficina y me miraba extrañado

_ ¿qué puedo hacer por ti palomita? _ Me pregunto y me reí ante el apodo que me habían puesto en el bar

_ Karl quiero agradecerle por haber sido tan bueno conmigo cuando estuve enferma y por haber compartido este grupo y a esta familia conmigo_

_ no fue nada preciosa, en cuanto te vi supe que eras buena madera y acá te tomamos mucho cariño, peros e que tienes que seguir viaje_

_ sí, tengo que hacerlo, me queda solo una parada mas y después debo volver a mis responsabilidades pero antes quiero hacer algo por ustedes_

_ no necesitas hacer nada Alma. Tu amistad es el regalo más hermoso que pudimos tener__

_ Gracias viejo pero sé que el bar tiene problemas de liquidez, debes invertir y renovar para poder seguir dándole trabajo a las familias y sostener a tu gente, sé que no tienes idea de mi pero voy a confiarte algo Karl, soy jodidamente millonaria y después de lo que hicieron por mi, de cómo me hicieron sentir en familia cuando creía que estaba sola en el mundo no voy a permitir que pierdan el bar y la familia tenga que separarse, voy a invertir en este lugar , voy a darte el dinero para que salgan adelante, se renueven y tu bar vuelva a brillar en la ruta 66 y no voy a aceptar un NO por respuestas_ dije extendiéndole un cheque por una gran suma. El me miro con los ojos llenos de lágrimas y sonrió.

_ nena, en la vida de todo hombre llega el momento de darle las gracias sinceramente a alguien y este es mi momento. Gracias palomita, gracias por hacer esto por la familia en nosotros siempre tendrás amigos incondicionales y leales, no conocí a tus padres pero se que estarían orgullosos de la mujer que eres_ nos levantamos y nos abrazamos con fuerza

_ Gracias viejo... siempre podrán contar conmigo_

La noche de la despedida fue ruidosa y me fui muy feliz de saber que siempre tendría con quien contar.


Alma SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora