Llevaba un rato viéndola dormir. Parecía que no le gustaba lo que soñaba, porque ponía caras de enfado o hacía pucheros. En mi cara se dibujó una sonrisa.
Era tan perfecta, incluso con la cicatriz. Tenía ganas de tocarla, de sentir su piel contra la mía, de sentir ese escalofrío que recorre mi cuerpo. Pero no quería despertarla.
En medio de mis pensamientos Brooke empezó a removerse. Se había despertado y creo que un poco de mal humor. Vi el vaso de agua que tenía aún lleno en la mesilla y fruncí el ceño. Había perdido mucha sangre, tenía que beber.
- Bebe agua.
Se asustó porque no sabía que estaba aquí.
Me miró y pasó de mí olímpicamente. Pero ambos sabíamos que yo llevaba razón en esto, así que aún a riesgo de parecer pesado repetí:
- Brooke, bebe.
Le tendí el vaso y me senté en el borde de la cama. Empezó a tragar y en un abrir y cerrar de ojos estaba empapado. Muy graciosa.
- Dylan - dijo en tono de advertencia - No vuelvas a hablarme así en tu vida, no eres nadie para mí - y por si no me había quedado claro repitió lentamente - Nadie.
Intenté que no se me notara que me había dolido. Porque era como si aplastase mi corazón con sus palabras, yo quería ser su todo y simplemente no era nada. Me sequé con el bajo de mi camiseta la cara.
Cuando volví a dejar la camiseta en su sitio vi que seguía mirando mi pecho y recordé el tatuaje. Me lo hice nada más salir de la cárcel, aunque todo esto quede en nada, aunque mi cuerpo sea solo carne y en breve será solo ceniza, necesitaba tener grabado en mi sitio especial algo de ella.
Y que mejor que princesa. Con eso comenzó todo y siempre será mi única princesa, aunque yo no sea más que uno de los dragones que le ponen más difíciles el camino para encontrar a su príncipe, necesito que entienda que es lo mejor de mi vida.
- Está bien - dije ya más tranquilo - ¿Qué tal estás?
- Eso a ti no te importa - y se giró para dejar de mirarme.
- Broke...
- Dylan - dijo firme y para acabar con la conversación preguntó - ¿Cómo has entrado?
Digamos que tengo mis contactos aún en su grupo de fieles seguidores.
- Eso no importa - suspiré y me cambié de sitio para mirarla a la cara.
- Sí importa, tendré que cambiar la alarma como siga entrando gente así sin más...
- Eso no va a hacer nada y lo sabes.
Cerró los ojos como si le doliese verme, como si recordase todo de la peor manera posible. Tuve la necesidad de quitarle un pelo de la cara con cuidado, porque sabía que me podía decir cualquier cosa. En lugar de eso solo me miró mal y yo cambié de tema.
- Tengo una crema muy buena para que la cicatriz sea menor, así no se notará tanto cuando vayas a la playa y eso.
- No va a reparar todas las cicatrices que tengo - lo dijo para ella misma, pero lo oí y me sentí la peor persona del planeta por crearla cicatrices incurables en su alma.
- Lo sé - comenté con tristeza.
Fui hacia mi mochila y saqué el botecito trasparente con el líquido denso dentro.
- Échamela.
En un primer momento me quedé en shock, no lo podía entender. Pero aunque fuese solo un juego, quería tocarla. Me subí a la cama de rodillas y me acerqué a su perfecto cuerpo.
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Te enseñaré a no tenerme miedo #1,5
Action#NO LEÁIS ESTA SI NO HABÉIS LEÍDO, TE ENSEÑARÉ A TENERME MIEDO# ¿Sabéis quién soy? ¿Os interesa mi versión? La enseñaré a no tenerme miedo... Pero... ¿Para qué? #Es el punto de vista de Dylan de ciertas partes y otras que no habéis leído nunca#