Capitulo 3; Welcome to the Capitol.

137 10 2
                                    

Mis pupilas dilataron. La puerta grisácea que se encontraba por un lado mío sonó irritantemente por escasos segundos.

La silueta de Rouge se adentró y junto sus palmas.

-¡Buen día pequeña!, es hora de levantarse, andando- apresura la ahora pelirroja.
-¿Acaso haz teñido tu cabellera del color de mi vestido?- pregunto al momento de alcanzar observar su cabellera.

-Espero y no sea un problema, pequeña- esta toma de un mechón de cabello y tira este hacia atrás.

¡Pero qué acción tan mas ridícula!.

Giro de mi cabeza y observo el vestido cual utilice el día de la cosecha colgado sobre el exterior del armario.

Gracias, Rouge, ahora debería quemar mi vestido.

-¿Podrías dejar de llamarme pequeña?- reprocho exasperada.

-Como prefieras, ahora, arriba- dice está tomando de las sábanas blancas que cubren mi cuerpo y jalando de estas hacia su piel morena.


-Jodete Rouge- susurro. -¿Qué has dicho?- pregunta está indignada. -¡Que te jodas Rouge!- grito.

-¡Son las seis de la mañana!, tenemos una hora de retraso, y no permitiré una más- responde Rouge, por su tono de voz y movimientos involuntarios puedo reconocer que esta se encuentra frustrada.

-Tomare un baño, Rouge, puedes salir de mi habitación, ahora - le señalo en un falso intento de tranquilizarle.


-Adelante, sin embargo por lo visto no estoy segura si Enobaria te comento el hecho de que en un par de horas será el desfile- dice esta, tranquila.

¿Qué?, ¿He sido tan estúpida para olvidar esto?

-En una hora llegaras con tu equipo de preparación, ¡El mejor de todos!- ansiosa, Rouge da pequeños saltos y palmadas. –Ellos se encargaran de tu ducha, vestuario, maquillaje, cabellera, y zapatos- Sonríe complacida. –Tienes solo un cuarto de hora para desayunar- guiña la pelirroja.

¡Joder! ¿En qué minuto me metí en esto? Ah, ya lo recuerdo.

Bufo y salgo disparada de la habitación.

-¡Enobaria!- grito por su nombre. -¿Qué quieres?- responde está en un grito.


Me dirijo hacia el comedor en donde esta se encuentra.

-¿En qué coño pensabas cuando decidiste no comentarme acerca del desfile?- pregunto a esta quien se encuentra metiendo un pedazo de pan tostado a su boca.

-Lo he olvidado simplemente- esta se encoje de hombros y continua masticando.

-Pedazo de mierda, ¡Eres una estúpida irresponsable y lo único que te parece interesar ahora es un jodido pedazo de pan tostado!- Grito, sin más, arrebatando de este último mencionado. -¡Mi puta vida está en juego!- finalizo, una vez más, en un grito.

-¡Dame esto niñata!- grita.

Arrebata de su desayuno cual tome antes y se acerca hacia mí, tomando de mi cuello y jalando de este hacia arriba.

-Parece que no has aprendido las reglas, debes respetarme niñata, no eras nadie en la academia, no lo eres aquí y no lo serás en el capitolio- gruñe. –Ya hay favorita ahí, Katniss Everdeen, del doce, la muerta de hambre se ofreció voluntaria por su hermana- continua, manteniendo mi cuerpo elevado. –Si no aprendes las reglas aquí, entonces me encargare de que mueras en el jodido baño de sangre a manos del rubio- bufa finalizando y soltando de su agarre.

Durante este minuto de amenaza únicamente fruncí el ceño, y claramente, realice un par de chillidos.

Carajo, puedes tomar cada una de tus amenazas y metértelas por el c**o, el teñido empieza a caerme mejor que tú.

Tomo aire y como el día anterior me alejo a zancadas, escuchando como Enobaria toma su pan tostado una vez más y lo come, trozo a trozo.

Tomo cierto vestido negro que han dejado sobre el cobertor de la almohada, lo observo y lo llevo conmigo hacia el baño.

Era vagamente difícil el poder descifrar para qué carajos se utilizaba cada opción, pero después de un tercio de hora, logre eliminar hasta la más remota mancha de suciedad.

Los pocos minutos que llevaba despierta se basaban en altos y bajos.

Una vez mi cabello peli-negro seco y totalmente liso coloco el vestido, cual resulta un poco, pero solo un poco corto.

Escucho como la puerta principal de la habitación se abre y con ello la fuerza que realicen los zapatos de quien parece ser Rouge.

Tomo de la dorada perilla y giro de esta para observar quien se encuentra en la habitación.

-Estupendo, no hace falta un retoque más, debes ir a donde Enobaria y Brutus, ellos te dirán que hacer cuando bajes del tren- guiña Rouge, observando cada detalle de mi figura.

Suspiro y asiento para dirigirme con mis mentores.

-Hacia acá- escucho la voz firme y ronca de Brutus.

Observo a mi derecha para encontrarme a Brutus, Enobaria y Cato.

-¿Hace falta que me mencionen algo que ya se?- pregunto, desafiando el comentario anterior de Enobaria.

-No tienes idea- burla Cato.

-A que tengo más idea que tu- reto al rubio quien ahora carcajea. -¿Es un reto?- pregunta este al terminar de carcajear. –Tomate por muerto, Cato- sonrió.

Observo su rostro, boca abierta y cejas arriba, vaya que se encuentra sorprendido.

-Dale- acepta este mordiendo su labio inferior. -¡Basta!- grita Brutus, cansado.

-Restan cinco minutos para decirles que deberán hacer cuando bajen de este puto tren- comenta, aun con ira.

-Tómenlo o déjenlo, es su ridícula figura, el error será suyo, no nuestro, ahora, cuando salgan de esta puerta deberán mostrarse firmes, derechos, seguros, y confiados- señala Enobaria. –No sonrían, no hablen, no tropiecen, no los vean a los ojos- prohíbe Brutus.

-Necesito que Cato muestre sus músculos, Clove muestre su ceño fruncido y quiero a ambos, sádicos- finaliza Enobaria.

–Ahora, es tiempo- señala Brutus dirigiéndose a la puerta principal del tren.


Por un momento, mantengo mi mirada hacia la ventana, en otro solo me encuentro mirando a Cato, expectante, ambos observándonos, manteniendo nuestra mirada fija hacia los ojos del otro, expresando una sola cosa, sorpresa.

Damas y caballeros, hemos llegado al Capitolio.

____________________________________________________________________________

¡Hola!

¡Hola, hola, hola!, una vez mas, otro capitulo.

En realidad no es la gran cosa, mas resulta largo, prometo que el proximo capitulo hare hablar al par de bordes.  

En realidad, solo es una pequeña parte del dia narrado por Clove, metiendose en problemas, como es comun para ella...  

Tarde un poco en actualizar mas tengo dos razones:

1.- Mi conexion a internet estuvo PEEESSSIIIMMAAA. 

2.-Soy tan inteligente que olvide guardar el capitulo y tuve que escribirlo una vez mas. 

Gracias por leerme 💕



Our sarcasm game; Cato y Clove.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora