"Te está matando, ¿no?"

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Yo quiero que se tomen dos segundos para pensar (lo cuál no creo que sea muy difícil) si tienen algo que los hace sentir así. Dolor, sufrimiento. Algo que los mata por dentro. Tal vez no se refleja por fuera, o tal vez sí, pero de todas formas, lo hace.
Y, ¿saben qué es lo peor? Se va fuera de sus manos. No pueden controlarlo. No pueden arrancarlo y desterrarlo de su vida, por más que otra cosa que los mata son las ganas de hacerlo.
Queridos, quiero decirles que pueden hacerlo. Pueden sacarlo. Pero no pueden hacerlo solos. Claro que un psicólogo ayudará, claro que sí... Pero no lo hará por ustedes.
Quiero decirles que sólo hay una forma de sanar su interior, de alcanzar la sanidad absoluta, y es Jesús. Él puede limpiarlos, sacarles lo malo, hacerlos puros. A Él no le interesa tu pasado, Él se concentra en tu presente y tu futuro. Él quiere que mejores tu vida. Él quiere más que nadie que seas feliz, hasta más que vos mismo. Si a algo dice que no, es por tu bien. Porque te ama.
Te amo tanto que dió su vida, hace 1982 años, para que vos no tengas que pagar ese precio. Tu pecado, tu suciedad espiritual, las cosas malas que haces, tienen un precio, y lo tenías que pagar vos. Y era la muerte. El sufrimiento y dolor eterno. El infierno. Pero, ¿sabes qué? Él sabía eso, y no estaba dispuesto a aceptarlo para tu vida. Él tenía un propósito más grande para vos. Él quería que seas salvo y te arregles con Dios, con el cual vos tenías que saldar la cuenta. Entonces, se entregó a Él mismo. Jesús dio su vida, quien era el único que podía saldar la deuda de todos nosotros ya que es el ÚNICO SIN MANCHA, el único Santo y perfecto, murió, y no sólo murió, sino que triunfó sobre la muerte y resucitó al tercer día de muerto. Se levantó de los muertos, y no como zombie, con todo el poder que lo caracterizaba. Se levantó con todos los caudales, en todas sus casillas; se levantó bien. Vivió otra vez por su poder. Porque Él puede hacer eso y puede hacer lo que sea. Y así, nuestras deudas están saldadas. Pero, ¿sabes qué nos toca hacer a nosotros? Nada más que aceptarlas. Tenemos que pedírselo; que sea nuestro Señor y Salvador, que sea nuestro mejor amigo, que viva en y con nosotros. Que nos salve. Y, entonces, Él nos regala ese enorme presente que es la VIDA ETERNA, luego de la vida terrenal. Lo que significa que una vez que partamos de esta vida, si aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, iremos al cielo y viviremos con Dios para siempre. Pero recuerden, tenemos que aceptarlo porque Jesús es un caballero, y no entra a la fuerza en ninguna vida. Él se presenta delante nuestro, nos da oportunidades pero, ¿sabes qué? No nos obligará. Vos tenes que aceptar ese inmenso e infinito regalo. Nadie más lo va a hacer por vos. Ni el psicólogo, ni tu mamá, ni tu abuela, ni tu papá, ni tu hermano, ni tu primo, ni tu pastor, ni tu cura, ni el papa, ni nadie. Sólo vos podes aceptarlo... Así que no dejes pasar el tiempo, porque no sabes cuándo va a terminar tu vida. Quizá ya escuchaste de esto, y esta es la última oportunidad que tenes, o quizá escuches de esto miles de veces más. Pero no sabes. No corras riesgos.

Así que, no olvides esto, Jesús te ama, se entregó por vos, dio su vida por vos, resucitó por vos; y ahora quiere que lo aceptes para vivir con vos para siempre y darte ese regalo gigantesco. Sólo tenes que aceptarlo, y arrepentirte de tus pecados, de las cosas malas que hiciste. Y no te promete una vida sin problemas acá en la tierra, pero te promete la victoria por sobre todos esos problemas por medio de Él, el Victorioso, que todo lo puede.

Yo ya lo hice, y te aseguro que Él jamás me falló. No importa cuántas veces le fallé, Él siempre me perdonó cuando se lo pedí, y siempre me recibió nuevamente con brazos abiertos y lleno de amor para dar. Una y otra vez. Así que se de lo que te estoy hablando... Te ama y Él puede librarte de eso que te está matando. Ese vacío que sentís, esa pieza de tu rompecabezas que falta y pareciera la más importante... Es Dios. Porque Él te creó con necesidad de Él. Y a vos te falta Él. Por más que quieras llenarlo con lo que sea. Sexo, drogas, alcohol, pornografía. Con lo que sea que lo quieras llenar, nunca vas a poder llenarlo. Nunca. Porque ese espacio tiene la forma perfecta de Dios, y sólo Él encaja en ella.

No dejes que tus problemas te maten por dentro, no esperes a que sea tarde.  

"Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna." Juan 3:16, La Biblia.  

"En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados." 1 Juan 4:10, La Biblia. 

[A Él sea la gloria, la honra y el poder.]   


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