¿el amor o la razón?

¿Despedida de soltera?

Hoy los nervios son mis acompañantes número uno, es la despedida de Stefanni y todas estamos muy emocionadas, pero eso implica que en un mes y medio sea la boda y eso es lo que me pone nerviosa.

Ya tengo vestido, es fantástico, su color verde agua me embelesó desde el minuto uno, tiene dos flores en el tirante izquierdo y su corte asimétrico es atrevido a la vez que cauto; sin embargo, la alegría no hace mella en este día, sino que lo hacen la tristeza y la inquietud.

Sus besos en mi cuello despiertan hasta el último rincón de mi cuerpo, cada día estamos mejor, tenemos mejor feeling y la química aumenta a ritmos casi desconocidos para nosotros, una mano en la cintura asciende lentamente mientras me muerde suavemente el lóbulo de mi oreja izquierda, me hago la dormida pero pronto un suspiro de placer abandona mi cuerpo y noto su sonrisa pegada a mi cuello.

-Buenos días dormilona - me da la vuelta haciéndome rodar en la cama para quedar encima suyo, los besos se instalan en el ambiente, sus caricias me han hecho ir enamorándome de nuevo poco a poco, vuelvo a ser suya pasito a pasito. Poco a poco el cariño deja paso a la lujuria y a la locura desde el más profundo y sincero amor.

No me he olvidado del todo de Lucas, es más, creo que nunca lo podré hacer, mas puedo decir que minuto a minuto va desapareciendo este amor hacia él por cada poro de tu piel.

Le preparo el desayuno y nos damos un baño juntos, nos ponemos a ver la tele y cuando dan las doce de la mañana yo ya debo prepararme para irme el fin de semana entero con las chicas puesto que nos vamos a una casa rural a celebrar despedida de soltera, no sé nada de que van a hacer los chicos porque hemos decidido no decirnos nada aunque seguro que Stefanni se lo ha dicho a Lucas.

A la media hora de estar haciendo una mini maleta y de estar preparándome me suena el móvil emitiendo ese característico pitido del WhatsApp, es Lara y me dice que pasan a por mi en quince minutos, hemos encargado una limusina porque como somos muchas sino tendríamos que llevar cuatro coches y nadie quería conducir ya que saldremos de fiesta y ya sabemos que pasa cuando se sale de despedida de soltera. Me despido de Alex, quien me acompaña hasta el portal para darme un beso de película delante de mis amigas, cada día me sorprende más este hombre, hace un tiempo no habría echo eso ni loco; me subo a la limusina, de la cual ya estarán al corriente los chicos porque Alex la vio, y ya están haciendo el mono con las cámaras de los móviles, que si SnapChat que si vídeos para Instagram... pero la única y exclusiva norma que se puso es: No se puede hablar con los chicos jajaja. Va a ser una locura pero esto promete y mucho.

Tenemos a Sara y a Lara haciendo vídeos de competición de chupitos con Jeni, por otro lado a Lara y Abi con sus zumos pues Abi en su estado no puede beber alcohol y la primera se une a la causa para que no se sienta tan mal, y las demás están contando otra vez las relaciones que han tenido y lo buenos que eran sus exs en la cama. Todo marcha bien menos Stefanni, es su despedida y no tiene una sonrisa en la cara, al menos no la sonrisa que se supone que tiene una novia a mes y medio de la boda con el chico del que está loca y ciegamente enamorada. Nuestra prometida está ausente y aunque intenta poner atención a lo que hablan las demás se nota que algo ronda su cabeza, me mira y le hago un gesto para que se acerque a mí y eso hace, me da un abrazo y sonríe, pero esa sonrisa no le llega a los ojos, sino que es una sonrisa apagada, llena de pensamientos.

No hace falta hablar para saber que la felicidad no es su estado de ánimo actual, y con solo el abrazo que me da ya sé que me necesita y para eso estoy aquí, para ayudarla en todo lo que pueda como hermanas que somos, no de sangre pero sí de corazón. Le susurro que no pasa nada, que yo estaré a su lado y entonces cuando me mira a la cara y sé que me va a decir algo le llaman las demás y ambas sabemos que esa conversación tendrá que esperar, solo espero que sea una de las tonterías que siempre le rondan la cabeza.