¿ quién eres?

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Decidí no decirle nada a Alex ya que suponía que era una broma o algo por el estilo,  a los pocos minutos, tras darnos las buenas noches y un beso me rendí ante los brazos de morfeo. Al amanecer de la mañana siguiente, o de ese mismo día, me desperté a causa del amargo olor a café, me levanté y tras darme una ducha y ponerme una camisa a cuadros verdes y azules, y unos leggins de estampado militar, con botas como acompañamiento,  fui a la cocina a ver que estaba haciendo Alex. Le di un beso en el cuello, ya que era una cabeza y algo más alto que yo; se giró y me dijo que si desayunábamos juntos, a lo que por supuesto accedí.  Después me despedí de él porque había quedado con Lara para irnos de compras. Lara es dos meses mayor que yo, y vamos juntas a la uni, por eso hacemos juntas el trabajo de fin de carrera. Bajé al garaje a por mi preciado bebé, un mini morado y blanco que me habían regalado mis padres por mi 19 cumpleaños, llegué a por Lara en cuestión de dos minutos, y entre canciones llegamos al centro comercial del pueblo. Pasadas varias horas entre ropa decidimos ir a dar una vuelta acompañadas de unos ricos churros.

- mili, ¿Qué tal con Alex? - ella era la única, a parte de Rafa, que sabía lo de Lucas. - ¿Vais mejor?

- Bueno tenemos nuestros momentos, pero ha cambiado mucho y la verdad...me he vuelto a enamorar - esto último lo dije entre risas, ya que Lara no dejaba de dar saltitos de alegría.

- Tía me alegro mucho, y... ¿ Cómo llevas lo de...la boda? - sabía que este momento iba a llegar, pero era un tema que no me apetecía mucho tocar, aún así merece una respuesta.

- Pues me pidieron que sea la madrina - su cara fue todo un poema, pero me instaba a continuar - y acepté medio ilusionada, puesto que es Stefanni quien se casa claro.

- ¿ Y él que te dijo?

- Que esperaba mi felicitación... - un suspiro se escapó de mis labios, y lágrimas amenazaban con caer al recordar el momento de Lucas y Stefanni en mi cama.

Pasamos una hora, o quizás más,  hablando sobre nosotras, y fui a llevarla a casa para ir a la mía a hacer la comida y las cosas de limpieza. Ya en casa me puse ropa cómoda y música para que hacer las tareas fuese más llevadero, y en ese momento sonó...
Dices que no entiendo, que mis besos son invierno,
nuestros sueños ya perdieron su color.
Dices que has buscado en mi mirada una esperanza,
una palabra que nos salve del dolor...
y es verdad, no es normal, pero debes saber
si te vas, se me cae el cielo... tan cansando de este frío.

Quédate, sin ti no puedo, eres todo lo que tengo, yo no puedo solo.
Llévate este silencio, desdibuja todo el miedo,
yo no puedo solo, sácame de aquí.
Sálvame de mí, rescátame que yo no puedo solo.

Dices que no siento, que perdí mis sentimientos,
que mis brazos extraviaron su calor.
Sé que poco a poco fui borrando de tus ojos
las promesas que creaban mi ilusión...
y es verdad, lo hice mal, pero debes saber
si te vas, se me cae el cielo.

Quédate, sin ti no puedo, eres todo lo que tengo, yo no puedo solo.
Llévate este silencio, desdibuja todo el miedo,
yo no puedo solo, sácame de aquí.
Sálvame de mí, rescátame que yo no puedo solo.

Yo no puedo solo... Tan cansado de frío.

Quédate, sin ti no puedo, eres todo lo que tengo, yo no puedo solo.
Llévate este silencio, desdibuja todo el miedo,
yo no puedo solo, sácame de aquí.
Sálvame de mí, rescátame que yo no puedo solo.

Él... esa canción que tantas veces hemos escuchado, que tantas y tantas veces me ha cantado... No puede doler tanto el pasado, no debería poder; fuimos tan felices juntos...

¿el amor o la razón?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora