Capitulo 7

810 49 11
                                    

-Acabo de descubrir algo. No me gustan las tiaras.

Refunfuñando, Thomas empezó a caminar al bosque donde todos los munis estaban reunidos la última vez. Brenda, agarrada a su brazo empezaba a protestar de lo hambrienta que estaba.

-Brenda, ya casi llegamos. No te alteres -gritaba Thomas desesperado.

-No puedo evitarlo. ¡Muero de hambre! -decía Brenda haciendo pucheros.

-Yo igual. No he comido desde hace días y siento que ya no tengo la vitalidad de antes. Solo espero que Sartén se haya empeñado en algo. -Sonreía Thomas.

-Pienso que necesitara mucha ayuda, ya sabes, somos muchos munis aquí y necesitamos más cocineros. Sartén podrá morir de cansancio. -Reía Brenda.

-Podrías tomas el puesto, el de vigilancia siento que es muy peligroso para ti.

-¿Qué?, ¿bromeas? Yo no soy ninguna princesita y de pequeña he sabido salirme con la mía. Soy más fuerte de lo que tú crees -contestaba Brenda a la defensiva.

-Amor, perdón. No me referiría a eso, digo que me preocupo. No quiero que nada malo te pase ahí afuera. -Decía Thomas mientras dejaba de andar y tomaba las manos de Brenda mientras la mistaba fijamente-. Eres lo más importante en mi vida y no quiero perderte.

Brenda dio un paso adelante y le dio un dulce beso mientras susurraba cerca de sus labios:

-No te preocupes, estaré bien. Creo que yo tengo que ser la más fuerte aquí en esta relación entre los dos.

-De eso no me cabe duda, tú mandas -susurraba Thomas mientras le daba otro beso.

-Me alegro aclarar eso. -Y empujándolo, ella siguió caminando dejando a Thomas completamente fascinado por la capacidad de Brenda.

Cuando llegaron al bosque, Thomas por fin pudo comprender con el sol en el cielo que había más munis que los que había visto antes. Claro, no pudo observar bien ese día ya que tenía una misión en manos en ese momento, y era salvarlos a todos.

-Por aquí -decía Brenda mientras lo arrastraba por el brazo.

Pasaron pos muchos grupos de jóvenes. Pudo localizar a Luke charlando con un grupo de niños un poco asustadizos. Algunos lloraban y otros estaban perdidos en sus pensamientos.

Una voz familiar lo hizo volver la cabeza para encontrar al su cocinero favorito.

-¡Chicos, por acá! -gritaba Sartén levantando la mano para que lo localizaran. Estaba parado en un árbol con un chico charlando.

Brenda se soltó del brazo de Thomas y empezó a correr para encontrase a aquel amigo que ha estado con él desde el laberinto. Él hambre de Brenda era notable.

-¿Qué tal Sartén? -preguntaba Thomas una vez que los alcanzo.

-¿Tú qué crees? Todo la miertera noche he cocinado comida para una armada. Creo que necesito cocineros.

-Pues mira, Brenda muere por un puesto. -Sonreía Thomas

-¿En serio? -preguntaba Sartén-, pues mira, aquí tengo cupo para ti Brendita, te va a encantar.

-¡¿Qué?! -Gritaba Brenda desconcertada.

-Shhh, shhh cariño. No te emociones tanto. Sartén debe dolerle la cabeza para que que grites. ¿No lo ves? Ah cocinado toda la noche y está cansado, y llegas y gritas. Ponte alegre, al fin tienes el trabajo que tanto anhelabas -reía mientras la atraía a sus brazos.

-Eso no es cier...

-Ya está hecho cariño -intervino Thomas susurrándole-, ya está hecho. -La beso.

Paraíso Total [Maze Runner]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora