Pain.

Capítulo 11

Así me la pasé toda la tarde hasta que dieron las seis de la tarde y el sol comenzaba a irse para dar comienzo a la noche. Hasta ese momento, no tenía idea a que hora comenzaría la fiesta, supongo que Kevin está más informado que yo así que fui a su cuarto.

-¿Kevin?

-Pasa... - entré y ahí estaba él, recién había salido de la ducha y estaba comenzado a vestirse. - ¿que sucede, hermanita?

-¿Sabes a que hora es la famosa fiesta?

-No te preocupes, hermanita...

-Pero dime, necesito arreglarme.

-Ok, ok. Georg me dijo que es a las nueve, pero podemos llegar un poco más tarde. Él estará en la puerta esperándonos.

-¿Esperándonos? ¿solo a nosotros?

-Si, a los demás chicos ya los conoce. La mayoría son de la escuela.

-Mm... ok.

-No te preocupes, yo te avisaré cuando podemos irnos. - me guiñó un ojo y yo volví a mi cuarto más relajada.

Kevin tenía algo raro, no lo se, era como si supiera que algo iba a pasar hoy. A lo mejor estoy pensando idioteces, cosa que me ha estado pasando desde que nos mudamos de casa, y en realidad no creo que este cambio nos haya hecho bien, por lo menos a mi no.

Dieron las ocho treinta y comencé a vestirme, me puse lo de siempre. Jeans oscuros, una polera y un polerón acorde al resto de mi ropa, me maquillé los ojos y alisé mi cabello. En todo eso, me demoré aproximadamente una hora y media, al igual que mi hermano, así que bajamos al mismo tiempo y en el sillón estaban mamá y Mark.

-¿Donde van? - preguntó Mark en un tono serio.

-Una fiesta de unos vecinos. - dijo Kevin.

-¿Y a quién le pidieron permiso?

-Kevin le dijo a mamá. - le contesté a Mark.

-No me importa si le dijeron a Scarlet o no, deberían haberme dicho a mi. Yo mando en esta casa. - dijo enojado.

-Bueno, ahora lo sabes. Vamonos Kevin. - le dí la espalda y Kevin me siguió - Y no nos pregunten a que hora llegaremos, porque no lo se.

Salimos de la casa y comenzamos a caminar hacia el portón, donde Alex nos abrió amablemente y salimos sin problema. Apenas salimos, pudimos escuchar la música a todo volumen en la casa de al frente y se veían varios chicos y chicas entrando o algunos se quedaban afuera a conversar. A medida que nos acercábamos a la casa, me ponía más nerviosa y el cuerpo me temblaba. No sabía si era porque hace años que no salgo a una fiesta, o porque ahí estaría Bill, con el cual hoy me desahogué, algo que no hago con cualquiera, pero yo creo que es por otra cosa...

-¡Llegaron! - dijo Georg cuando nos vio cerca, varios chicos nos miraban - Vamos, entren.

-¿Dónde está Gustav? - preguntó mi hermano.

-Con los chicos. Adentro. - fuimos junto a Georg y entre toda la multitud encontramos a los demás.

-¡Nicky, llegaste! - dijo Tom al verme - Pensé que no vendrías... estás... muy guapa.

-Gracias, tu también Tom.

-Lo sé, lo sé. ¿Ya saludaste a Gustav?

-No, ¿donde está?
-Por allá, pero está ocupado... - miré en la dirección que miraba Tom y vi a Gustav un poco más allá con una chica.