Capitulo 12

806 41 1
                                    

NAOMI

Y.... La fiesta empezaba a ponerse incomoda. Había estado hablando con la madre de Percy, y también un rato con una chica llamada Rachel. Pero ya se habían ido antes de los fuegos artificiales y la llegada de esos chicos.
Naomi al principio creyó verlos bajando en un paracaídas, pero con forme más pasaba el tiempo, ella estaba segura de dos posibilidades:
1)que ya estaba un poco ebria y ya comenzaba a ver cosas algo irreales. Como esos hombres cabra, o esas chicas de piel verdosa.
O 2) que en realidad ella era muy despistada y jamás se había fijado en las cosas.

Verdaderamente para Naomi, la verdad siempre era lo que veían sus ojos, porque sino existiera algo ¿Cómo ella podría verlo? Oh bien, eso era parte del shintoismos, la religión de ella.
Para su mala suerte ya era tarde, y la familia de Percy era enorme y al parecer muy cerrada. Nadie hablaba con ella. Todos tenían sus propios círculos, entre primos y hermanos. Aún ella no entendía como tantos chicos de edades aproximadas podrían ser hermanos.
Y luego estaba esa parte de la parte griega y romana de la familia. Lo que hacía todo aún más revoltoso y comenzaba a producirle dolor de cabeza.
Si, ya era hora de irse. Solo habría que encontrar a los novios para despedirse y pedirle perdón a Annabeth.
Se paró de su asiento y salió de la carpa, pensando en el extraña familia de su amigo, y como todo había acabado en la ejecución del plan de ¿La tía de Percy? Hera, al parecer. Y luego estaba su tío, Zeus.
Naomi rodó los ojos al recordarlo.
El señor al parecer creyó buena idea coquetear con ella, olvidando que su esposa se encontraba a su lado. Naomi creyó que por un momento Hera la desintegraría si pudiera, si ella no le hubiera dicho a Zeus que no, pues ella estaba casada. (¡¡mentiiiraaa!!)
Por algún motivo, ella no quería ofender ni a Hera ni a Zeus.
Luego rió por un momento. Era gracioso que casi todos en la familia de Percy, incluyéndolo, tuvueran nombres de la mitología griega. O al menos todos los que ella había conocido.
Zeus
Hera
Poseidon
Dionisio
Afrodita
Perseo (Percy)
Apolo....
No, no, ella no debía pensarlo.

Por suerte encontró en ese momento a Percy, con su esposa tomada de su brazo. Ambos reían mientras caminaban. Y Naomi se alegró por su amigo, pues lo veía realmente feliz.

-¡Hey percebe! - gritó ella para llamar su atención.

-¡Hey! Pensé que ya te habías ido. - dijo él sonriendo como nunca.
-la verdad venía a despedirme de ambos y darles de nuevo mis felicitaciones. - dijo Naomi mirando a Annabeth. Ella aún seguía intimidandola un poco. -... Y respecto a lo de esta tarde....
-No te preocupes. - dijo Annabeth sonriendo.-Percy me contó de como le motivaste a volver, y yo debería agradecerte.
-Pues si no fue nada. La verdad ya no soportaba que este percebe nos retrasara tanto con sus lamentos. - dijo sonriendo para luego ver a Percy. - le diré a Parks que te perdiste en el mar.

Ambos rieron al recordar a su jefe.
-no es necesario, ya hablaré yo con él. -dijo él.

-Que bien, porque no pienso regresar a Australia.

-¿De qué hablas? ¿Volverás a Japón? - preguntó Percy extrañado. Según sabía ella no queria volver nunca a su hogar.

Naomi asintió.

-¿Y tu libertad? - preguntó él.
-ya es hora de que le haga frente a mis compromisos. - dijo ella sonriendo. Pero era una sonrisa vacía.

Poco después, Naomi se encontraba caminando hacia la reja metalica, con suerte conseguiría un taxi.

Perdida en sus pensamientos, sonrió. La familia de Percy era tan grande y tan desorganizada. Tan diferente a la suya propia, pues solo eran sus dos hermanos mayores, las esposas de éstos y ella. Oh y claro, tambien estaba Kai. Su amable prometido forzado, mejor amigo de su hermano Sasuke, que por suerte había comprendido la necesidad de ella de ejercer unos años su carrera antes de casarse. Ella suspiró.

-¿Ya te marchas, cariño? - preguntó una voz detras de ella.
Era un chico como de su edad. El típico americano rubio, saludable y deportivo, con su sonrisa de comercial de pasta dental y su actitud alegre y relajada al más puro estilo "my little sun shine"

-En efecto, señor. - dijo Naomi.
-no, no por favor. Llamame Apolo, ya te lo había dicho. ¿Eres japonesa, verdad?

Ell asintió algo dudosa. ¿Qué rayos quería este tipo?

-El país del sol naciente, se podría decir que también es mi país.-dijo él. - "la bella dama se marcha, y yo me voy con ella, yo soy tan guay"

Ella rió.
-¿Se supone que es un haiku?
Él asintió.
-el último verso tiene cuatro sílabas, no cinco. - dijo ella burlándose de el.
-¿Te estas riendo de mi? - dijo él, fingiendo estar serio.
-pues si.

Ambos rieron.
-¿crees en los dioses? - preguntó Apolo.
-No en realidad, solo en la energía. Shintoismo. - dijo ella encogiendose de hombros.
-eso hará todo más difícil. - susurro él para sí.- pero no seré el único cortejando a una mortal.
-¿De qué hablas? - preguntó ella, mirando hacia donde Apolo.
Una pareja se veía a lo lejos, una chica latina al parecer, por su cabello negro y lacio, y un chico de piel clara y cabello oscuro. Bien... momento incómodo, ellos se estaban besando.
-y ellos son Orión y Reyna. Creo que Afrodita ha estado haciendo su magia. - dijo Apolo.
Naomi volvió a mirarlo. Y él a ella.
-Me tengo que ir. - dijo ella.
-Permiteme llevarte. - le ofreció él.
-No, gracias.
-Por favor, es ese auto de ahí. - dijo él señalando a un flamente Masseratti Spyder descapotable rojo.

Percabeth ¿Y Si Te Vas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora