Desayuné a todo correr para prepararme y salir directa a la pizzeria.
Dos horas tarde, nunca antes me había pasado y lo peor es que, para ser la primera vez estoy segura de que me caerá un buen sermón. Si mal no recuerdo, hoy estamos a domingo y mañana tengo que entregar un trabajo de filología, el cual tengo medio hecho. Mientras me dirigía apresuradamente al establecimiento, maldecí mentalmente la situación y lo irresponsable que estaba siendo durante estos dos días. El cálido aire de la pizzeria me sacudió nada mas entrar. Había un gran contraste de temperaturas entre la calle y el local; en la calle harían unos dos grados bajo cero, y en el restaurante harían unos 20 grados por lo menos. Me paré en la entrada observando el sitio: había bastantes clientes, varios eran personas que venían muy a menudo y los demás eran desconocidos para mi. Entonces mi mirada se cruzo con la de Harry, quién tenia el ceño fruncido y los brazos cruzados. Intentaba averiguar que quería decirme cuando mis ojos cayeron en sus labios, que, vocalizaban lentamente un molesto ven aquí. Tímidamente, metí las manos en los bolsillos de mi chaqueta y me acerqué a el avergonzada, mirando el suelo.
- Llegas tarde
- Lo siento, yo... tenia visita y estaba muy cansada y..
- Sophia, llegas dos horas tarde - dijo firmemente
Fue entonces cuando me di cuenta de que los papales se habían intercambiado. Levanté la mirada frunciendo el ceño y me encontré a mi compañero elevando una ceja.
- Perdona que te diga, novato - dije algo molesta.- pero aquí la que está al cargo hasta que Moon vuelva soy yo, no tú y no tienes derecho a reclamarme nada ni te he adjudicado el derecho para llamarme por mi nombre completo, así que si no te importa, no me vuelvas a llamar así.
- Perdona Soph - dijo marcando mi apodo.- No fui yo el que se fue de fiesta a emborracharse ayer en la noche teniendo que ir a trabajar al día siguiente. A demás, te recuerdo que han sido algo más de dos horas de retraso, así que no reproches ahora y ve a la cocina.
Mierda, la verdad es que el tenía razón. Me mordí la mejilla y asentí empezando a caminar al despacho para dejar mis cosas.
- Y Soph - volvió a llamarme, a lo que yo me di la vuelta.- ¿Me contaras por qué te pusiste así ayer?
Se que el tenía curiosidad, el me ayudó y cuido de mi en un mal momento inesperado, se que estaba preocupado, pero sintiéndolo mucho, el no podía saber nada.- Negué con la cabeza.
- Lo siento pero no.
El asintió y tras echarle una ultima mirada retomé mi camino hacia el despacho. Deje mis cosas en el sillón de al lado del armario y me senté enfrente del escritorio, revisando a ver si había llamado Moon o alguien, o por si nos había llegado algo sobre Tom, realmente se le echaba en falta. Suspiré, me hice una coleta y salí de la habitación cerrando con llave para ir a la cocina y ponerme el delantal. A través de la ventana de la cocina, vi a Michi y a Harry atendiendo y recogiendo mesas, supongo que hoy me tocaría cocinar a mi. Metí mis frías manos en los bolsillos del delantal y toqué al do de papel. Estaba segura de que no había metido nada en los bolsillos. Deje caer en ellos las llaves del despacho y saqué una bolita de papel, no muy grande. Fruncí el ceño confusa y lo abrí. Al instante, mi cuerpo entero se tenso, algo me decía que esta vez sería todo mas difícil, que iba a llegar a tocar fondo, que me estaba metiendo en un asunto tan complicado y grande que acabaría dentro de la boca del lobo.
El papelito decía:
Esto es solo el principio pequeña
Parpadeé varias veces hasta relajarme un poco, suspiré y metí el papel en el bolsillo trasero de mi pantalón. Si me diesen dinero por cada vez que suspiraba, sin duda sería rica. Me reí por la tontería que acababa de pensar y cuando me dispuse a ponerme manos a la obra, entró Harry sonriendo, a punto de darme los pedidos de los clientes.
Cerramos la pizzeria sobre las seis de la tarde. Sí, era pronto, pero era el horario, suficiente que abríamos temprano. Iba de camino a casa acompañada de Harry, habíamos hablado sobre lo bien que estaba llendo en el restaurante, me contó un poco sobre él, por qué decidió trabajar en la pizzería y... Poco más. Ahora, sin embargo, estábamos sumidos en un silencio extraño. Observé su perfil, se veía precioso. Iba mirando el suelo y el gorro de lana le hacía ver adorable. No es que me gustase, pero ser honesta no es algo malo. Miré de nuevo al frente y ví mi edificio.
- Es allí - señalé el portal.- Nos... Vemos mañana en clase? - digo mordiéndome la mejilla
Harry sonrió y asintió con la cabeza, metiendo las manos en los bolsillos de la chaqueta.
- Claro, buenas tardes Sophia
Segundos después, estaba yo sola, observando como su figura desaparecía de la calle
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Reached |h.s|
FanfictionUnos años después de la muerte de su madre, Sophia consigue seguir a delante con su vida. Pero, ¿qué sucedería si el volviera? ¿Sería capaz de vengar a su madre, o Harry lo impediría? [ Text Copyright ® irwinshakes™ 2015 ]