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Lo peor del día siguiente fue tener que madrugar para tener que ir a clase. No es porque fuera una de esas personas que odian las clases y que si pudiesen las quitarían, pero odiaba levantarme tan temprano la mayor parte del tiempo. Durante la primera hora estaba medio dormida, cogiendo apuntes como si fuera un zombi; en cambio, a segunda hora me sentía más despierta, pero aun así no preste atención a nada de lo que estaba diciendo el señor Wolshman. Me pase toda la hora de literatura pensando en si le iba a contar a alguien sobre la nota que me encontré ayer. A ver, es verdad que si esta vez quería pillar definitivamente al asesino de mi madre, debiera contárselo a mi hermano o Matt o a Caroline ya que saben la historia pero... No, espera, mi hermano iba a quedar fuera de esto sí o sí. Pero también es verdad que si los involucraba en esto, un problema que además ni siquiera es suyo, podría meterles en problemas, y no de esos que tienes con tu madre o en el colegio, sino problemas peligrosos. También tenía la opción de hacer que no había pasado nada hasta que me encontrara otra nota de aviso o alguna cosa rara de esas. Cuando sonó el timbre de cambio de clase, volví a la realidad y me percaté de que había llenado una hoja entera del cuaderno con dibujos de flores de muchos tipos. Demonios.

Cogí mi bolso y el material y salí del aula con prisa hacía las taquillas. Todas eran iguales, un tono gris bonito pero algo peculiar, por eso le hice el dibujo de un rayo y una boca de vampiro para poder distinguirla sin problemas. Abrí la taquilla sin piedad cuando alguien, al otro lado de la puertilla, soltó un quejido. Maldije ser tan descuidada y cerré la puerta para ver a la persona que, probablemente, había recibido un golpe algo fuerte en la cara. Harry estaba ahí, en frente de mi tocándose la nariz con las manos. Abrí los ojos de la sorpresa. Deje el material en la taquilla y me acerque a él intentando quitarle las manos de la nariz.

-Dios Santo, lo siento muchísimo Harry no te había visto y... lo siento mucho, estas bien?

- Si, tranquila, creo que se me pasara.

- Enserio lo siento Harry, no te vi y...

- Sophia, no pasa nada, enserio, fue un accidente y punto.

- Enserio lo siento - dije mientras me mordía el labio nerviosa.- Si hay algo que pueda hacer para que me perdones házmelo saber por favor.

El sonrió, pero luego frunció el ceño.

- No tienes que hacer nada Sophia, ha sido un accidente, le podría haber pasado a cualquiera, vale?

Yo asentí, todavía preocupada por mi torpeza y el golpe que le había dado. Abrí de nuevo la taquilla, solo que ahora con cuidado, y saqué el material para la siguiente clase que empezaba en.. Dios mio, me quedan tres minutos y tendría que estar ya en el piso de arriba. Cerré la taquilla y empecé a caminar hacía las escaleras cuando Harry me llamó. Me di la vuelta para mirarle y esperé a que el hablara.

- Sabes? Me lo he pensado mejor y, para que te perdone por el golpe que me has dado en la nariz con la puerta, tienes que aceptar a ir conmigo a la hoguera que harán este fin de semana. Y... ve mirando que día tienes libre y donde podemos quedar. Tenemos que empezar ya con el trabajo de arte.

Dicho esto me guiñó un ojo y se fue del pasillo. Yo simplemente resoplé, pero el en parte tenía razón, no por lo de la 'no cita' de la hoguera, si no por lo del trabajo de arte. Cuando el timbre sonó, subí las escaleras rápidamente y corrí hacia mi clase. El profesor, gracias al cielo, me dejó entrar a clase, durante la cual, volví a pensar en lo que haría.

Al final de las clases, había tomado la decisión de que no involucraría a nadie y que cogería al asesino de mi madre por mi cuenta. Siempre odiare a los policías y a ese juez tan testarudo por haber cerrado el caso de mi madre sin ni siquiera investigarlo. Dieron por hecho que fue un suicidio. De verdad, no entiendo como consiguieron esos puestos para luego no hacer nada. Me encontré a la salida con Caroline y Scott, del cual nos despedimos y empezamos a caminar a casa. Mi amiga me iba contando lo genial que estaba con Scott cuando un coche rojo empezó a pitarnos. Miramos hacía el causante de aquel espantoso ruido y nos encontramos a un Matt sonriente con la ventanilla bajada.

- Os llevo? O preferís caminar hasta casa?

Car y yo asentimos y fuimos al coche. Ella se montó atrás y después de un pequeño 'hola', sacó el movil y empezó a hablar, me supongo, con Scott.  Yo, en cambio, me subí en el asiento de copiloto y salude calurosamente a mi amigo. Matt empezó a conducir y entonces me vino una pregunta a la cabeza.

- Como es que has venido aquí Matty?

- Bueno, aparte de poder decir que echaba de menos a mí mejor amiga, estuve mirando universidades aquí y me presente para coger una plaza en la vuestra. Gracias a mi buena media me harán el cambió para dentro de unos días y desde ahí me tendréis con vosotras diariamente – rio y yo sonreí.

- Y has encontrado piso o algo para quedarte? – preguntó Caroline

- No realmente, ahora me estoy quedando en un hotel

- Bueno, si quieres te puedes quedar con nosotras hasta que encuentres algo, verdad pequeña Bennet?

- Me parece buena idea – sonreí.

El resto del trayecto hasta casa, Caroline guardó el móvil y hablamos sobre la hoguera del fin de semana que tendría lugar cerca del bosque, a la que mi amiga y yo opinabamos que Matt debería venir para empezar a conocer a gente. Mi bolsillo vibró y desbloqueé mi móvil para ver de quien era el mensaje que me acababa de llegar.

Número desconocido:

Has decidido ya que te pondrás para nuestra cita?  Hx

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