Capítulo 7

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Sé que he tardado un poco más de una semana en subir el siguiente. Tengo que daros las gracias porque esta historia HA SUPERADO LAS MIL visualizaciones y subiendo. Ya que he tardado en subir el capítulo 7 y que hemos superado ¡1K!, el capítulo 8 estará al caer. Solo os doy tiempo para que lo asimiléis. Espero que os guste y comentad. Gracias.

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Las nubes me impiden ver el cielo azul, nada queda del radiante cielo de hace unas horas .Mis rodillas yacen en el ardiente asfalto aunque no siento dolor, al menos en las rodillas. Ver tantas personas presenciando eso me hace pensar que esto ha superado la historia. Ya no solo era yo y mi paliza, Owen había muerto y no creo que sea ninguna casualidad. Tan cerca de la verdad y a la vez tan lejos. Por mi culpa se había cometido un asesinato, ya no se queda solo en un homicidio con brutales golpes. Una persona había muerto. No sé cómo he llegado al suelo, solo sé que mi situación y mi cara de asombro es reconocible ante toda la indiferencia presente.

- Chuck, lo siento. Esto nos ha sobrepasado. Tengo miedo de que vuelva y acabes así. Debemos de contarlo todo – Suena como una voz lejana pero a la vez tan penetrante, es John pero mi cabeza no está allí. Yo no estoy allí.

Noto como los ojos se me humedecen al recordar viejos momentos con Owen, él había sido para mí una persona muy especial. A pesar de ser mayor, era más joven que ninguno de nosotros. No puedo ni imaginar cómo ha podido llegar a esto. Todo por mi culpa y nunca sabré que quiere de mí. Nunca podré terminar con esto por mí mismo.

Me levanto de un golpe. No sé como pero la primera imagen que he visto al volver a presenciar mi alrededor ha causado que mi cuerpo quede paralizado. Allí estaba, el hombre de negro al final de la calle, detrás de la ambulancia, mezclado entre la multitud. No pasa desapercibido; aquella túnica negra abierta por debajo de las rodillas que dejaban ver más ropa oscura en su interior, aquél sombrero redondo negro que dificultaba reconocer su cara. Pero podía verlo perfectamente, bajo esa sombra negra que provocaba, dejaba ver una sonrisa torcida y unos ojos penetrantes fijados en mí. Cada vez lo veía más negro, pero me di cuenta que no era él, todo se estaba oscureciendo y mi corazón iba a mil. Cuando quise darme cuenta, estaba de camino al suelo. Todo terminó con un intenso golpe en la cabeza.

El blanco reflejaba toda la luz que entraba por la ventana cual color reflectado a través de un prisma. Cortinas verdes eran las encargadas de dividir la habitación en diferentes partes. No conseguía que mi vista se enderezara y pudiera identificar tantas sombras alrededor mío. El mínimo esfuerzo hace que mis ojos vayan cerrándose hasta apagarse en un infinito color negro.

Esta vez es diferente, consigo estabilizar mi vista. Puedo ver a mi familia y un médico entrando por la habitación a toda prisa, supongo que será por mi brillante despertar.

- ¿Cómo te encuentras Chuck? Te desmayaste y caíste al suelo proporcionándote un golpe muy seco en la cabeza – Se dirige hacia mí el medico examinándome las pupilas con una linterna que saca del bolsillo de su bata.

- He tenido momentos mejores. Siento como si me estuviera dando constantes golpes en la cabeza – Suelto un pequeño bufido y me reincorporo en la incómoda cama que me está matando.

- Bueno, eso es normal pero no te preocupes, te hemos hecho un TAC y radiografías y no hay indicio de ninguna secuela. Solo tienes que cuidarte y no sufrir ningún otro golpe en la cabeza – Señala mi cabeza. Como si yo hubiera querido desmayarme.

El medico se queda hablando con mis padres y poco después, abandona la habitación.

Sufro un gran pinchazo en la cabeza al recordar lo que vi antes de desmayarme. La indudable razón de mi pérdida del conocimiento, su rostro risueño expectante a todo lo que le rodeaba.

Noches de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora