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De nada sirvieron mis planes de tarde, empezó a llover al poco de vernos.

Nos refugiamos en mi apartamento.

Está algo retirado del centro, no mucho.

Allí me siento alejado de los ruidos.

La tarde húmeda y gris me recordó a Praga, le hablé de ello.

Diario de un Hombre DestrazadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora