Por fin llego.
He abierto la puerta y olía fatal adentro.
La casa está prácticamente vacía.
He subido las persianas para ver.
He abierto las ventanas para airear.
Al darme la vuelta, ahí estaba.
Me volví loco buscándolo en las cajas de la mudanza, lo recuerdo.
Aquí estaba.
Después de seis años.
Mi diario.
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Diario de un Hombre Destrazado
Historia CortaEn el sobre de azúcar, por detrás donde pone una frase, he escrito mi número. Supuse que lo leería. A la gente le gustan esas gilipolleces.