Prólogo

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¿No le has pasado que llega un momento en el que lo único que esperas de la vida es que te deje salir corriendo, llegar a tu cuarto, cerrar la puerta y llorar hasta más no poder?
Bueno pues esa no es mi historia, mi nombre es Lucy Cavanough, mi mamá trabaja en la comisaría y mi papá es marino, por obvias razones, sabrán que nunca están en casa.
Me dieron la Residencia Ecuatoriana y bueno, ahora viviré en Guayaquil, pues mi papá es estadounidense y mi mamá es de Ecuador, se conocieron en la universidad estudiando leyes, pero papá se retiró y ahora es marino por "vocación".

Mamá dice que es por el sueldo, la verdad yo confío mucho en ella, así que, hasta ahora sólo lo dejo hablar las dos horas de charla que da, cada vez que le preguntan cómo entró a la marina y por qué lo hizo.

La verdad, el problema no es que nunca estén en casa, porque después de todo uno nunca sabe si hay un fantasma, así que es probable que no pase mis días sola.

El verdadero problema es que el único día que los tres nos juntamos casi no hablamos, prácticamente es un día más de trabajo para ellos. Mamá pasa el día contestando llamadas con su frase típica "la última y conversamos" y de "última" en "última", pasa la última hora.
Y papá, bueno... papá es otra cosa, a veces cree que el dinero es felicidad cuando lo único que quiero es conversar, y al parecer no lo entiende. Tal vez sea porque vive en el sofá de la sala viendo televisión, o tal vez mi primo Roy tenga razón y sea adoptada.
Su teoría queda en dudas, porque cuando cumplí 15, papá me dijo que nací por una farmacia cerrada. Estuve una semana tratando de descifrar qué significaba eso, y cuando por fin lo descubrí, corrí a hablar con él y lo único que hizo fue reírse. Creo que fue el momento más hermoso que tuve con mi padre, uno de los escasos.

Bueno como decía, papá vive en el sofá, y cuando no lo hace está en el teléfono, sin contar que lo veo pasando un domingo.
Lo sé, después de leer esto creerán que soy una alcohólica, o drogadicta que pasa su día en pandillas, pero no es así, vivo en mi mundo. Un mundo donde los libros son mi comida, y la música es el oxígeno más limpio y puro. Paso la mayoría del tiempo en ese mundo, y creo que es una de las razones por las que mis papás me tienen tanta confianza.

¿Saben? No siempre fue así, antes de que papá entre a la Marina y que mamá entre a la Comisaria solíamos desayunar, almorzar y comer juntos, era perfecto.

 Pero después de todo... ¿nada es para siempre, no? Dios es perfecto y muy al fondo tengo fe de que lo mejor está por venir.

No se confíen mamá no es tan mala, de lunes a viernes nos vemos de 12pm a 5pm en vacaciones y en clases de 3pm a 5pm. Dos horas en las que apaga el teléfono y descansa o vemos unas películas juntas cuando no tengo tantos deberes o sé que puedo hacerlos luego. 

Además la única costumbre que mamá no ha olvidado es levantarse en la madrugada para despedirme cuando voy al colegio.

El problema es que cuando llego al colegio, tengo la mente en los libros, y en cada hermoso personaje al que no sé cómo traerlo a la vida, aquellas cosas lindas, cosas ricas, cosas bien hechas. Mis únicos "crush". O eso es lo que yo creía...





BookTrailer:♥

EN SERIO MIL GRACIAS A TODOS POR LEER ♥ Y MIL GRACIAS A LA MEJOR EDITORIAL ♥ edicionesltrebol


Con mucho amor,

AHRE!

Adiós.

Justoneusernamemore♥

Sueños Realistas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora